Estreno del primer documental sobre la Guerra del Rif
Horrillos recuerda en el Festival de M¨¢laga el desastre de Annual
Quiz¨¢ hay que vivir en el norte de ?frica o haber nacido aqu¨ª, en Marruecos, como Manuel Horrillo (Casablanca, 1959) para no olvidar, o comprender mejor y en toda su magnitud, la Guerra del Rif. Aquella tragedia que visti¨® de luto a la Espa?a m¨¢s pobre, en la d¨¦cada de los a?os veinte del siglo pasado.
"S¨®lo puede contarse este desastre por el deseo de homenajear a las v¨ªctimas"
En el Desastre de Annual -sucedi¨® los d¨ªas 21 y 22 de julio de 1921- m¨¢s de 4.000 soldados de remplazo, con el general Silvestre al frente (sobre el que se han escrito todos los calificativos: desde loco a incompetente), fueron masacrados por las tribus rife?as. Y, en las semanas siguientes, otra lista interminable de nombres de espa?olitos de a pi¨¦, hasta completar m¨¢s de 10.000, perdieron la vida en uno de los episodios militares m¨¢s ominosos que se recuerdan en Espa?a.
Horrillos ha estado 7 a?os -los 5 ¨²ltimos de forma intensa- visitando aquellos lugares ("en los que a¨²n se encuentran hebillas, restos de botas, huesos humanos, balas...", dice), document¨¢ndose para reconstruir, por primera vez en el documental Rif 1921, una historia olvidada, aquellos hechos (los acaecidos en torno Annual) y, por extensi¨®n, los comienzos del Protectorado espa?ol. El resultado es una pel¨ªcula documental de 76 minutos de duraci¨®n en la que la voz de Imanol Arias (narrador) pone el tono preciso y el temple necesario para que la obra filmada fluya justa y equidistante entre quienes intervinieron en el conflicto. "Que no es f¨¢cil", asegura Horrillos, "porque lo sucedido se presta a cargar las tintas hacia uno u otro lado, al uso maniqueo de los recuerdos e, incluso, -puntualiza- a la manipulaci¨®n sentimental. De todo esto hemos querido huir".
Y es que, como dice el director, "probablemente s¨®lo puede contarse este desastre a partir del deseo de rendirle homenaje a las v¨ªctimas". "Creemos", explica, "que s¨®lo hay una forma leg¨ªtima para un artista de narrar una tragedia: aline¨¢ndose con las v¨ªctimas y tratando de ofrecerles la reparaci¨®n, aunque sea s¨®lo de una forma po¨¦tica".
Y es que en aquella guerra "triste e in¨²til" concluye Horrillo, "perdi¨® todo el mundo. Aunque, claro, los muertos inocentes fueron los que perdieron de verdad. A ellos, a los de uno y otro bando, est¨¢ dedicada la pel¨ªcula".
Perdi¨® el pueblo espa?ol que nunca supo porque miles de sus hijos iba a morir a Marruecos y perdieron los rife?os, un pueblo libre y pobre al que de pronto unos militares sin escr¨²pulos intentaron someter y esquilmar.
El documental se ve como una pel¨ªcula en la que la realidad y la ficci¨®n construida conviven en una armon¨ªa que transporta al espectador a las monta?as rife?as, inh¨®spitas y lejanas, en las que la representaci¨®n de la tragedia se hace real. Las im¨¢genes tambi¨¦n acercan, simult¨¢neamente, a esa Espa?a en blanco y negro, todav¨ªa tan cercana y presente en nuestro inconsciente.
Horrillos, ganador de dos premios Goya por los efectos especiales en El d¨ªa de la Bestia (1996 ) y Nadie conoce a nadie (2000) ha sabido conjugar el escaso material disponible con la recreaci¨®n cinematogr¨¢fica y los recursos tecnol¨®gicos. Con todo ello ha construido un film que, el jueves pasado, cuando se present¨® por primera vez al p¨²blico en el Festival de Cine de Tetu¨¢n, fue un¨¢nime aplaudido. Los espectadores espa?oles y marroqu¨ªes, que eran la mayor¨ªa, coincidieron en la justa puesta en escena de los hechos. Y el director abog¨® por seguir "hablando en com¨²n" de ello.
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