El Pleno debate a trozos el Estatuto catal¨¢n

La sentencia acordada ayer sobre la Ley Org¨¢nica del tribunal no ha superado el clima de recelos y suspicacias entre los magistrados que ha generado el recurso del PP que pretend¨ªa neutralizar una reforma destinada a preservar la presidencia de Mar¨ªa Emilia Casas y evitar el asalto a la presidencia por parte del sector conservador.

Ese asalto comenz¨® a partir del momento en que los magistrados Garc¨ªa-Calvo y Rodr¨ªguez-Zapata pretendieron adelantarse a los acontecimientos y exigir la dimisi¨®n de la presidenta en una incendiaria carta en la que cargaron contra la reforma expresando su m¨¢s "profunda discrepancia". Esa actuaci¨®n s¨®lo sirvi¨® para que el resto de sus compa?eros empezasen a marcar distancias con los dos magistrados, se negasen a secundar su prop¨®sito para no contaminarse y a la postre aceptasen la recusaci¨®n del Gobierno contra ambos, que ha desequilibrado el Pleno a favor de los progresistas.

Por el camino, seis de los magistrados, dos de ellos del sector conservador, reaccionaron contra un burdo montaje del PP para recusar a tres jueces del sector progresista, sobre la base de una noticia falsa publicada por El Mundo. Las recusaciones del PP fueron rechazadas de plano y el partido acusado de "fraude de ley" y "abuso de Derecho".

El tribunal ha vivido en los ¨²ltimos ocho meses el periodo m¨¢s convulso de su historia, pero el enfrentamiento no acaba aqu¨ª. La presidenta Mar¨ªa Emilia Casas seguir¨¢ en su puesto, ya sin tacha de inconstitucionalidad, y dispondr¨¢ del voto de calidad en caso de empate. Despejada la reforma en lo que afectaba a la composici¨®n del tribunal, tambi¨¦n ha quedado expedita la v¨ªa para la renovaci¨®n de los cuatro magistrados nombrados por el Senado, entre los que se encuentra la presidenta Casas.

Pero ahora el Tribunal entra de lleno en el espinoso asunto del Estatuto catal¨¢n que, de hecho, ya est¨¢ deliberando "a trozos", por bloques de asuntos. La deliberaci¨®n discurre lentamente y el sistema provoca con frecuencia contradicciones con la jurisprudencia y la necesidad de recapacitar y dar marcha atr¨¢s. Est¨¢n casi en los proleg¨®menos, pero el problema latente es la recusaci¨®n del magistrado P¨¦rez Tremps, que deja un pleno compuesto por seis conservadores frente a cinco progresistas y en el que de nada vale el voto de calidad de la presidenta.