?A qu¨¦ sabe un Modigliani?
El Thyssen estrena un men¨² art¨ªstico y Alejandro G. Urrutia cocina obras pop
Para alimentar su relaci¨®n con el arte, la cocina sigue dando pinceladas. El deleite al contemplar un lienzo puede seguir en la mesa. ?ste es el objetivo del Men¨² Modigliani, que se estren¨® ayer en el restaurante del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid: una ensalada casi cubista, con ingredientes, cortes y colores evocadores de retratos de Max Jacob; un sinuoso plato de pasta (fetuccini negros, rojos y naranja) emulando los famosos desnudos del artista italiano; un magret Montparnasse que hace juego con los colores de sus cuadros y homenaje al barrio parisiense donde vivi¨®, y un chocolate en escultura, con las alargadas cabezas de inspiraci¨®n africana esculpidas por el autor como base.
Este Modigliani ser¨¢ servido al mediod¨ªa (en carta hasta el 18 de mayo) y entra en boca por 25 euros. "Hemos hecho intencionadamente un precio no elitista. El arte tiene que ser asequible", asegura Jos¨¦ Carlos Gonz¨¢lez, responsable de cocina del Grupo Paradis, que ha llevado a cabo una idea de Paz Ivison (premio Nacional de Gastronom¨ªa 2000). "No queremos ser una simple cafeter¨ªa de museo. La idea es mantener una din¨¢mica de gastronom¨ªa y arte", dice el cocinero.
En este prop¨®sito de que los visitantes sigan con buen sabor de boca tras visitar la exposici¨®n de Modigliani, la pr¨®xima iniciativa ser¨¢ incluir m¨¢s platos con referencias a los artistas y a sus obras. En cartera ya est¨¢ un plato ligero inspirado en Mir¨® y la idea se planea llevar al Museo del Prado, cuyo restaurante tambi¨¦n gestiona el Grupo Paradis.
Mientras los ecos bohemios de Modigliani se comen en la milla de oro muse¨ªstica de Madrid, el pop reina desde hace varios a?os en la cocina del asturiano Alejandro Garc¨ªa Urrutia. Su restaurante en Gij¨®n, con estrella Michelin concedida en 2006, es sencillamente una galer¨ªa: Gallery art&food. Los comensales est¨¢n rodeados por la colecci¨®n privada de la empresa MBA, con obras de Andy Warhol, Keith Harina, Roy Lichtenstein, Robert Indiana... y luego repiten bocado art¨ªstico con las recreaciones de Urrutia, que adapta su carta a lo expuesto en las paredes.
As¨ª, en La Par¨¢bola de Keith Haring, las patas de los calamares parecen correr como los hombrecillos del artista norteamericano. "Es la visi¨®n de c¨®mo distintas partes llegan a conformar un todo. Un mestizaje de componentes. Pero dejo un punto de vista abierto. No todo acaba en el plato. Piensa, divi¨¦rtete, aporta", pide Urrutia. Un mensaje que vale para el emplatado de Hablando con Lichtenstein. "?Cu¨¢ntas comidas y cenas realizamos a lo largo de nuestras vidas sin preocuparnos del trabajo que hay detr¨¢s?", dice el cocinero, que ha colaborado con artistas como dEmo, Alicia Mart¨ªn o Claudia Stilianopoulos.
Arropado por cuadros de Gallery art&food, el chef har¨¢ un desembarco de la cocina del Cant¨¢brico del 22 al 25 de abril en el hotel Palace de Madrid. De postre: dEmo al desnudo, esencias silvestres con ositos gominola.
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