Italia elige entre dos mundos
La abstenci¨®n de la izquierda puede abrir la puerta al regreso de Berlusconi
Hay momentos en la historia de las naciones en que todo se juega a cara o cruz. Lo habitual es que cada elecci¨®n e incluso cada alternancia contribuya a modelar una l¨ªnea de continuidad. Lo excepcional, y ¨¦ste puede ser el caso de las elecciones parlamentarias de hoy y ma?ana en Italia, es que desemboquen en un quiebro, que se jueguen a todo o nada.
Los soci¨®logos aseguran que un 30% a¨²n no ha decidido su voto
Berlusconi no ha cesado de provocar, pero Veltroni no ha entrado al trapo
Si regresa Silvio Berlusconi, seguir¨¢ y culminar¨¢ su asalto a la Rep¨²blica desde los negocios, la personalizaci¨®n del poder, la presi¨®n sobre jueces y periodistas, la confusi¨®n entre los intereses privados y las responsabilidades p¨²blicas, despu¨¦s del par¨¦ntesis de dos a?os con Romano Prodi, que tuvo las manos atadas por una mayor¨ªa insignificante y vol¨¢til.
Si vence Walter Veltroni, empieza un nuevo ciclo pol¨ªtico, del que queda excluido para siempre el multimillonario incordiante, y que tendr¨¢ como protagonista al centro-izquierda, a quien corresponder¨¢ revitalizar un pa¨ªs paralizado y desmoralizado e intentar la reforma de un Estado envejecido, obsoleto y sobredimensionado, tarea similar a la que en Francia le toca emprender a Nicolas Sarkozy al frente de la derecha.
Veltroni tiene 20 a?os menos que Berlusconi. Ha sido elegido en unas primarias por una formaci¨®n, derivada de la izquierda ex comunista y de la democracia cristiana m¨¢s progresista, con vocaci¨®n mayoritaria; mientras que su adversario es el patrono de un partido personal, creado hace 14 a?os como extensi¨®n pol¨ªtica de su conglomerado de negocios. El ex alcalde de Roma ha sabido desembarazarse de las peque?as formaciones oportunistas de centro, como el partido familiar napolitano de Clemente Mastella que ocasion¨® la ruina de Prodi ahora, y de izquierda, como la Refundaci¨®n Comunista de Fausto Bertinotti, que produjo la ca¨ªda del primer Gobierno de Prodi hace 10 a?os. La fuerza pol¨ªtica que dirige ser¨¢, muy probablemente, el primer partido de Italia a partir de esta semana pr¨®xima, por encima de cada una de las dos formaciones que componen el Pueblo de la Libertad, es decir, la posfascista Alianza Nacional, de Gianfranco Fini, y el partido privado de Berlusconi, Forza Italia. Y ha conseguido ya una primera victoria al levantar en pocos meses una formaci¨®n como el Partido Democr¨¢tico y estrechar la diferencia de 22 puntos que le separaba de Berlusconi hasta 3,5 que le daban los sondeos no publicados esta misma semana. Su campa?a ha sido impecable, hasta el punto de que ha conseguido desembarazarse de la obsesi¨®n con Berlusconi, que ha caracterizado a la izquierda en los ¨²ltimos 14 a?os. No ha pronunciado su nombre ni una sola vez, como si fuera gafe para la izquierda, y se ha dedicado a explicar sus propuestas y a aventar el fatalismo sobre el futuro de Italia, con su consigna inspirada en Obama, "Si pu¨® fa".
Veltroni es uno de los productos m¨¢s depurados de la refinad¨ªsima cultura cat¨®lica y comunista que construy¨® la Rep¨²blica tras la ca¨ªda del fascismo y convirti¨® Italia en un mito antes de empezar la inacabable agon¨ªa del berlusconismo. Es el heredero de Enrico Berlinguer y de su compromiso hist¨®rico entre comunistas y democristianos, evolucionado hasta converger en un proyecto de un partido reformista a la americana, pol¨ªticamente centrado, con primarias y tendencias. Que el amigo y ¨¦mulo italiano de Vlad¨ªmir Putin le reproche ahora un pasado comunista a maquillar es una iron¨ªa que hace sonre¨ªr, pero de incredulidad, a los propios seguidores de Il Cavaliere. Durante la campa?a, Berlusconi no ha cesado de citarle y de provocarle como hace el torero con el toro en la plaza, pero Veltroni no ha entrado al trapo.
El partido de la abstenci¨®n es el que puede darle la victoria ma?ana a Berlusconi. El soci¨®logo Ilvo Diamanti, en un art¨ªculo publicado en La Repubblica el 6 de abril y titulado Cu¨¢nto cuenta el partido de los que no votan, ha clasificado a quienes est¨¢n tentados por el abstencionismo en tres apartados. Los vafa (por vafanculo, que mandan al garete a todos los pol¨ªticos, con palabras m¨¢s gruesas, con el motivo de que todos son iguales), los radicales (que desprecian el centrismo veltroniano y quer¨ªan una campa?a abiertamente antiberlusconiana) y los tradicionalistas (que a?oran los viejos buenos tiempos del voto claro para unos, el PCI, u otros, la DC). En Italia parece que adormecer a los votantes para que se abstengan favorece a Berlusconi, pero hay que recordar el reciente ejemplo espa?ol, en el que finalmente la participaci¨®n le fue bien a la derecha. De momento, la movilizaci¨®n de la derecha ha sido inferior a la de la izquierda, como m¨ªnimo en la calle, aunque muchos citan como un conjuro contra Veltroni al socialista Pietro Nenni y una c¨¦lebre frase suya: "Plazas llenas, urnas vac¨ªas". En la oscuridad de la fase final sin encuestas, los soci¨®logos aseguran todav¨ªa que un 30% no hab¨ªa decidido su voto. De ellos depende que Italia d¨¦ el quiebro o siga en la agotadora agon¨ªa del berlusconismo.
F¨²tbol, mafia, chicas y cardenales
No ha faltado en la ensalada que es una campa?a berlusconiana el imprescindible ali?o italiano: f¨²tbol, mafia, chicas guapas y cardenales. Il Cavaliere jug¨® con la idea de fichar a Ronaldinho para el Milan, pero lo hizo en su ¨²ltimo mitin, nada menos que en Roma, donde aprovech¨® adem¨¢s, en una doble metedura de pata, para meterse con el capit¨¢n Francesco Totti por su apoyo al candidato del centro-izquierda a la alcald¨ªa Francesco Rutelli. Es imposible sintetizar las numerosas menciones a las se?oras por parte de tan galante candidato, que considera a las de derechas m¨¢s guapas; basta con recordar la soluci¨®n que brind¨® a una joven que se quejaba de la precariedad de su puesto de trabajo: c¨¢sate con mi hijo que es millonario.Las relaciones de Berlusconi con la Mafia han sido siempre un tema misterioso como las meigas: nadie dice creer en ellas pero haberlas haylas, y el propio candidato lo confirm¨® cuando tach¨® de h¨¦roe al mafioso triplemente condenado que fue guard¨¦s de su finca de Arcore, probablemente con tareas m¨¢s amplias y de confianza que el mero cuidado de su mansi¨®n; su heroicidad consisti¨® en no implicarle a ¨¦l y a sus colaboradores en las actividades delictivas en los interrogatorios judiciales. Los cardenales, finalmente, han metido los dedos en esta campa?a como s¨®lo puede suceder en Italia; sus peri¨®dicos y portavoces han se?alado sus preferencias en cuanto a coaliciones y programas: la Uni¨®n de los Dem¨®cratas Cat¨®licos y de Centro de Pier Ferdinando Casini, con su cruz roja democristiana bajo fondo blanco, no deb¨ªa perder su identidad como partido independiente a favor de Berlusconi; los radicales son una fuerza perturbadora laicista en el PD de Veltroni, donde hay tambi¨¦n democristianos; el programa de este ¨²ltimo debe alejarse de Zapatero en temas sociales y morales.
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