Marbella deja construir en dos "reliquias ecol¨®gicas"
La voracidad urbanizadora de las ¨²ltimas dos d¨¦cadas ha dejado muy pocos rincones cerca del mar en Marbella (M¨¢laga) que no est¨¦n vigilados de cerca por un edificio de apartamentos, un hotel o grandes mansiones. Dos de ellos son un complejo dunar situado en la playa del Alicate y el bosque de alcornocales que se asienta al final de esas dunas. El nuevo Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (PGOU) los considera suelo urbanizable.
"Si en la aprobaci¨®n definitiva del documento, prevista para oto?o, no hay cambios, se perder¨¢n dos reliquias ecol¨®gicas", se?alan desde la Sociedad Espa?ola de Ornitolog¨ªa (SEO). Donde promotores ven la ¨²ltima franja de terreno virgen para hacer construir a pie de playa, SEO advierte el fin de especies vegetales aut¨®ctonas en peligro de extinci¨®n en la Costa del Sol y en el litoral mediterr¨¢neo europeo.
En octubre interpusieron diez alegaciones al PGOU, sobre las que no han recibido a¨²n contestaci¨®n, y prev¨¦n iniciar una ronda de contactos con diferentes administraciones. El Ayuntamiento marbell¨ª quiere aprobar provisionalmente el documento a finales de verano.
"No es de recibo que, mientras el Ayuntamiento de Marbella y la Junta defienden el desarrollo sostenible, hayan dise?ado y aprobado un PGOU que contempla la desaparici¨®n de la mayor parte de estas joyas ecol¨®gicas de valor incalculable. Sobre todo cuando el documento prev¨¦ legalizar miles de edificaciones que fraudulenta e impunemente destruyeron muchas hect¨¢reas de ecosistemas naturales de Marbella", considera Julio Carralero, miembro de SEO M¨¢laga.
Hasta hace algunas d¨¦cadas exist¨ªa en la costa oriental de Marbella un cord¨®n de grandes complejos dunares, que se extend¨ªan incluso por el municipio de Mijas. Sumaban unos 15 kil¨®metros de longitud y llegaba a superar en algunos tramos el kil¨®metro de anchura y los 50 metros de altura. Hoy quedan s¨®lo algunos fragmentos, uno de ellos, en la playa de Alicate. "Su destrucci¨®n o degradaci¨®n ser¨ªa un antentado ecol¨®gico de primera magnitud", a?ade Carralero.
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