Emmanuel Mink, un hombre de su siglo
Luch¨® contra el fascismo en Espa?a, contra el nazismo en Francia y por la libertad en la Polonia comunista
Emmanuel Mink no soportaba la opresi¨®n. Por ello, a lo largo de su vida luch¨®, primero, contra el fascismo en Espa?a, m¨¢s tarde contra el nazismo en Francia y, finalmente, por la libertad en la Polonia comunista.
Emmanuel Mink hab¨ªa nacido en Tomaszow, en Polonia, en abril de 1910, en el seno de una familia jud¨ªa y ha muerto el pasado 29 de marzo en Par¨ªs, en Francia, su segunda patria en varios momentos de su vida. En su pa¨ªs natal, ya antes de que los nazis lo ocupasen, ser jud¨ªo no era una sinecura y el hombre opt¨® por exiliarse en los Pa¨ªses Bajos.
Militante sindical, comunista convencido, acudi¨® en 1936 a Barcelona para participar en la Spartakiada, los Juegos Ol¨ªmpicos alternativos a los que Berl¨ªn organizaba a la mayor gloria del III Reich con el visto bueno del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional.
Francisco Franco no quiso que los barceloneses lo descubrieran como atleta, pero ¨¦l, tras acudir con Hans Nobels a la ceremonia de despedida ante el presidente de aquella breve autonom¨ªa, Lluis Companys, decidi¨® quedarse y luchar contra la revuelta fascista. Y se fue al frente, como casi otros trescientos atletas-obreros.
En Espa?a combati¨® en Extremadura y en la batalla del Ebro, de entrada en la primera unidad creada de las Brigadas Internacionales, luego en la unidad Botwin, dentro de la Brigada Dombrowski.
En el frente se ocup¨® tambi¨¦n de la redacci¨®n de un diario -en yiddish- que se distribu¨ªa entre los voluntarios jud¨ªos. En Espa?a, Mink adopt¨® el alias Mundek. Una vez disueltas las Brigadas Internacionales, Mink decidi¨® permanecer hasta que el ¨²ltimo soldado republicano hubo cruzado los Pirineos. Ya en Francia, conoci¨® los campos de concentraci¨®n de Gurs, Argel¨¨s y Saint-Cyprien, hasta que pudo fugarse con un grupo de camaradas.
La invasi¨®n nazi le empuja a sumarse a la incipiente resistencia clandestina, pero el 20 de agosto de 1941 es detenido por los alemanes en Par¨ªs. El 27 de marzo de 1942 le env¨ªan a Auschwitz. All¨ª, como prisionero 28413, es uno de los agentes m¨¢s activos de la resistencia interna dentro del campo. En 1944, ante el avance sovi¨¦tico, los nazis optan por trasladar a los prisioneros a¨²n v¨¢lidos para el trabajo hacia otros campos y Mink ir¨¢ a parar cerca de la frontera francesa. Su nuevo campo ser¨¢ liberado por la divisi¨®n Leclerc.
Comunista convencido, Emmanuel Mink regresa a Polonia cuando la guerra fr¨ªa divide el mundo en dos bloques. La experiencia, comenzada en medio del mayor entusiasmo, acabar¨¢ en un nuevo exilio, en 1968 y en Par¨ªs, cuando Mink opta por enfrentarse a las autoridades polacas y devolverles todas las condecoraciones ganadas a lo largo de su lucha por un mundo m¨¢s justo.
No eran el camarada Gomulka ni el general Moczar quienes parec¨ªan querer construirlo reanimando la llama nunca apagada del antisemitismo.
Emmanuel Mink era Ciudadano de Honor de la Espa?a Democr¨¢tica y Caballero de la Orden del M¨¦rito de la Rep¨²blica francesa.
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