Aprender a crecer despacio
Espa?a ha disfrutado de una larga etapa de crecimiento econ¨®mico extraordinario. Pero lo dif¨ªcil no es llegar, sino mantenerse, y tras la euforia llega el momento de la reflexi¨®n. Espa?a se ha desarrollado a alta velocidad, y cuando se va r¨¢pido pasan casi siempre dos cosas: se cometen excesos, y no se aprecian los defectos. Los excesos est¨¢n claros: el cr¨¦dito y los precios de la vivienda han crecido a tasas elevad¨ªsimas, la inflaci¨®n es persistentemente alta, la poblaci¨®n ha crecido a tasas de mercado emergente. Los defectos se ver¨¢n pronto, ya que los ¨²ltimos a?os se han caracterizado por la escasez de reformas econ¨®micas.
Entendamos primero el factor clave del reciente aceler¨®n espa?ol: un tipo de inter¨¦s real cero o negativo, generado por la combinaci¨®n de la pol¨ªtica monetaria del BCE y la alta inflaci¨®n espa?ola, que ha generado un c¨ªrculo virtuoso: la r¨¢pida inflaci¨®n inmobiliaria ha aumentado el valor del activo de muchas empresas, que han aprovechado para endeudarse al baj¨ªsimo tipo de inter¨¦s disponible -facilitado por la titulizaci¨®n, que ha permitido a los bancos aumentar el volumen de cr¨¦dito- y acometer agresivos planes de expansi¨®n, que a su vez han aumentado su valor en Bolsa y permitido ulterior endeudamiento y expansi¨®n. Mientras tanto, la r¨¢pida inmigraci¨®n ha permitido generar una alta tasa de crecimiento y suavizar la rigidez del mercado laboral espa?ol, enmascarando las tremendas diferencias entre los trabajadores fijos y los temporales.
La explosi¨®n de la burbuja crediticia ha cortado de ra¨ªz una de las claves de la expansi¨®n, la titulizaci¨®n. Sin titulizaci¨®n hay menos cr¨¦dito, sin cr¨¦dito la inflaci¨®n inmobiliaria se frena, el valor de los activos se estanca y el exceso de endeudamiento aflora. Por suerte, los gestores de riesgo macroecon¨®mico -el Banco de Espa?a a trav¨¦s de la supervisi¨®n y el Ministerio de Econom¨ªa a trav¨¦s del presupuesto- adoptaron una actitud conservadora, apropiada para una econom¨ªa turbo-propulsada, y gracias a ello el sistema bancario est¨¢ en buenas condiciones, el presupuesto en super¨¢vit y las perspectivas econ¨®micas optimistas a pesar de la crisis crediticia. Pero, mas all¨¢ de la coyuntura de corto plazo, la estructura de la econom¨ªa es fr¨¢gil y, tras unos a?os de ausencia de reformas, requiere profundos cambios.
Por un lado, es urgente reducir la disfuncionalidad del mercado laboral. Espa?a se distingue por tener a la vez la tasa m¨¢s alta de temporalidad y el ¨ªndice m¨¢s alto de protecci¨®n de los contratos permanentes -lo cual es l¨®gico, porque cuanta m¨¢s temporalidad haya m¨¢s protegidos estar¨¢n los contratos permanentes-. La transici¨®n a un r¨¦gimen de bajo crecimiento resaltar¨¢ esta diferencia todav¨ªa m¨¢s. La inmigraci¨®n ha ayudado, pero no es una soluci¨®n duradera. Espa?a necesita una fuerte reducci¨®n de la protecci¨®n de los contratos permanentes para as¨ª poder aliviar la temporalidad, combinada con una mejora del apoyo a los desempleados y de los incentivos para la b¨²squeda de empleo -fomentando la protecci¨®n del trabajador, no del puesto de trabajo-. El coste social, de no hacerlo, puede ser muy elevado.
Por otro lado, hay que mejorar el sistema de incentivos y control de los gobiernos regionales y locales. Con una gran cantidad de competencias transferidas, el Gobierno central tiene escaso margen de maniobra en temas tan cruciales como la liberalizaci¨®n de los mercados de bienes y servicios o la gesti¨®n del suelo. La alta inflaci¨®n espa?ola se debe, en gran medida, a las rigideces del comercio, de la distribuci¨®n, y de la gesti¨®n del suelo, competencia en general de los Gobiernos regionales. A su vez, la falta de transparencia de las cuentas p¨²blicas regionales, sobre todo la tardanza de su publicaci¨®n, dificulta la gesti¨®n eficaz de los recursos. Espa?a necesita un sistema de control y comparaci¨®n de las estrategias seguidas por las distintas autonom¨ªas, para identificar as¨ª las mejores pol¨ªticas y, a base de presi¨®n y de ejemplo, reducir rigideces e ineficiencias. ?sta es la metodolog¨ªa preferida, hoy en d¨ªa, por los estudiosos de los mecanismos de crecimiento (y aplicada con ¨¦xito en pa¨ªses fuertemente descentralizados como China, por ejemplo).
La liberalizaci¨®n de los mercados aumentar¨¢ la competitividad, la gran asignatura pendiente, sin necesidad de aumentar el gasto p¨²blico: como muestra la experiencia brit¨¢nica, cantidad y calidad de gasto p¨²blico son cosas muy distintas, sobre todo en materia de inversi¨®n e infraestructuras. La evidencia emp¨ªrica demuestra que la productividad aumenta cuando se crean y destruyen empresas, mucho m¨¢s que cuando aumenta la productividad de las empresas existentes. La destrucci¨®n creativa, bien dise?ada y apoyada por instituciones independientes y solventes, es el futuro.
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