Tren nocturno
S¨¢bado, 29 de marzo. Estaci¨®n de trenes de Passeig de Gr¨¤cia. A. V. espera el tren que le llevar¨¢ hacia Sant Vicen? de Calders. Sale a las 23.01. Llega, se sube y se sienta. El vag¨®n va bastante lleno, y los otros, poco m¨¢s o menos. En Sants sube un grupo de j¨®venes que se sienta en una punta. Van de fiesta. Se nota. Beben, gritan, incordian. Fuman lo que por el olor parecen ser porros. "No es la primera vez. Los s¨¢bados por la noche el tren se llena de j¨®venes con un comportamiento escasamente respetuoso", explica el viajero. Pero los pasajeros del vag¨®n no est¨¢n solos. Les acompa?a una pareja de guardias de seguridad de una empresa privada contratada por Renfe para vigilar que no haya comportamientos inc¨ªvicos en el tren.
La situaci¨®n del vag¨®n se prolong¨® hasta Calafell. All¨ª baj¨® el grupo que hasta entonces se hab¨ªa dedicado al griter¨ªo, la bebida y el porrismo sin que hasta ese momento nadie les dijera nada. Cuando se fueron, comenta A. V., "la sensaci¨®n fue de alivio". "La m¨ªa", dice, "pero tambi¨¦n la de otros pasajeros". A. V. sigue explicando que en ese caso el grupo era pac¨ªfico, no se meti¨® con nadie, m¨¢s all¨¢ de la molestia que pudieran causar. Pero lo que no comprende es para qu¨¦ sirve la pareja de guardias de seguridad.
Un portavoz de Renfe explica que comprende la incomodidad sufrida por los viajeros, pero a?ade de inmediato que el problema es de proporcionalidad. ?Pueden dos agentes enfrentarse a un grupo de 15 o 20 personas provocando con ello, quiz¨¢, un mal mayor? En estos casos, es mejor dejar que las cosas sigan su curso que provocar un altercado serio. La explicaci¨®n es aceptable s¨®lo a medias. La pareja de agentes siempre pudo reclamar ayuda por tel¨¦fono y no lo hizo.
A. V. se?ala que dos s¨¢bados m¨¢s tarde los agentes de seguridad parecen pertenecer a otra empresa porque llevan un uniforme diferente. Adem¨¢s, llamaron la atenci¨®n a un grupo num¨¦ricamente menor que ten¨ªa un comportamiento similar al de los alborotadores de dos semanas antes. La consulta a Renfe se produjo entre ambos viernes.
Para quejas sobre el comportamiento de administraciones y empresas p¨²blicas pueden dirigirse a catalunya@elpais.es a la atenci¨®n de Francesc Arroyo.
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