Bossi se convierte en el hombre fuerte de Italia

Cittadella, una preciosa ciudad amurallada del V¨¦neto, es un lugar m¨ªtico para la Liga Norte. A su joven alcalde, Massimo Bitonci, lo llaman Tolerancia Cero. En noviembre, aprob¨® una normativa que obliga a los ciudadanos que quieran residir en su municipio a demostrar una renta m¨ªnima de 5.000 euros, y a probar que viven en una casa con m¨¢s de 14 metros por habitante.

Cittadella, una preciosa ciudad amurallada del V¨¦neto, es un lugar m¨ªtico para la Liga Norte. A su joven alcalde, Massimo Bitonci, lo llaman Tolerancia Cero. En noviembre, aprob¨® una normativa que obliga a los ciudadanos que quieran residir en su municipio a demostrar una renta m¨ªnima de 5.000 euros, y a probar que viven en una casa con m¨¢s de 14 metros por habitante. Luego, Bitonci form¨® una comisi¨®n para denunciar a los sospechosos de peligrosidad social. En seis meses, las 50 peticiones de residencia que recib¨ªa cada mes se han reducido a la mitad. Cittadella es hoy m¨¢s italiana que nunca. Ayer, en ese limpio pueblo medieval, la Liga logr¨® el 42% de los votos.

El fen¨®meno Liga se extiende con fuerza por todo el norte, de la Toscana hacia arriba. "Somos el partido de los trabajadores", dijo ayer su l¨ªder, Umberto Bossi. Para desgracia de George Clooney, el vecino m¨¢s ilustre de Laglio, lago de Como, y uno de los que m¨¢s protesta por las edificaciones abusivas que son norma en muchos municipios liguistas, la Liga ha obtenido en su pueblecito el 20%.

Pero hay otros ejemplos: un 12% en Mil¨¢n, un 28% en Lombard¨ªa y V¨¦neto, un 16,7% en Piamonte. Ciudades industriales como Varese, Vicenza, Como o Verona son cada vez m¨¢s bossistas: entre el 30% y el 40% de los votos. En Sesto San Giovanni, periferia milanesa, la ex Stalingrado italiana, la Liga pasa del 5% al 10%. En Liguria y G¨¦nova, regiones tradicionalmente de izquierdas, tambi¨¦n duplica sus resultados de 2006. Y en Emilia Roma?a, la regi¨®n m¨¢s roja de Italia, crece hasta al 7%.

Desde su fundaci¨®n, en 1991, la Liga ha tenido una fuerte presencia electoral. En 1992, consigui¨® 80 esca?os en el Parlamento de Roma: 25 senadores y 55 diputados. Pero aquella vez se presentaba en solitario.

Ahora, el espectacular crecimiento, que le da m¨¢s de tres millones de votos, se produce yendo en coalici¨®n con el Pueblo de la Libertad de Silvio Berlusconi, y ¨¦ste s¨ª es un dato novedoso. El voto de la Liga, su mensaje demag¨®gico y pragm¨¢tico a la vez traspasa clases, fronteras ideol¨®gicas y de partido y se hace transversal: la inseguridad, el miedo a lo diferente que produce la permeabilidad de las fronteras, la lejan¨ªa de la realidad de la pol¨ªtica romana, parecen los motivos del ¨¦xito.

Para el profesor de Ciencias Pol¨ªticas Franco Pavoncello se trata de un elemento nuevo: "La criba no la hace la clase, sino la geograf¨ªa. El Norte dice que no se siente representado por la izquierda. Los trabajadores votan Liga porque la izquierda no protege sus intereses: su puesto de trabajo, las reformas, los impuestos, la seguridad en las calles y en el empleo".

"Hoy, entre Lombard¨ªa y V¨¦neto tenemos casi una segunda Baviera, con Bossi en el papel que fue de Strauss y Stoiber", escrib¨ªa ayer Stefano Folli en Il Sole 24 Ore. "La Liga crece a costa del hundimiento de la izquierda", confirma Pavoncello, de la Universidad de Bolonia.

Roberto Maroni, pr¨®ximo ministro del Interior y uno de los miembros m¨¢s templados de la Liga, ha dicho que lo ¨²nico sorprendente de su resultado es la sorpresa que produce en Roma. "No es un voto de protesta, sino un voto convencido de federalismo", explic¨® ayer. "Los trabajadores han comprendido que la soluci¨®n a sus problemas pasa por el federalismo. Nos vota la burgues¨ªa, pero tambi¨¦n los obreros. El comunismo pertenece al siglo pasado, el muro de Berl¨ªn ha ca¨ªdo por fin en Italia".