Bravas mujeres de armas tomar
D¨ªaz Yanes rueda en M¨¦xico una pel¨ªcula sobre la venganza en los bajos fondos
"Soldado del amor, en esta guerra entre t¨² yo, cada noche caigo herido por ganar tu coraz¨®n". La canci¨®n Soldado del amor, interpretada por Manuel Mijares, gran divo de la m¨²sica mexicana, emociona a los m¨¢s de 400 invitados a la boda entre Ana (Elena Anaya), vestida de encaje blanco y cola nupcial, y F¨¦lix (encarnado por Chema Yaspiz), mafioso mexicano con negocios m¨¢s que turbios.
"Los hombres con pistola me interesan menos", dice el director
Victoria Abril retoma su papel en 'Nadie hablar¨¢ de nosotras...'
No son hero¨ªnas de c¨®mic, son mujeres de carne y hueso", seg¨²n Abril
Ariadna Gil: "Hacer secuencias de acci¨®n es fant¨¢stico, muy divertido"
Todo es alegr¨ªa y alcohol. Los reci¨¦n casados bailan a los sones de Pretty woman. El jefe est¨¢ rendido al amor y as¨ª lo exhibe chulo y orgulloso a sus amigos, a su madre, a sus pistoleros que ocupan la mesa presidencial. Pero la felicidad durar¨¢ poco. "As¨ª vestida no parece tan puta, ?verdad?", le susurra F¨¦lix a Gabriel (Diego Luna), su mano derecha, un joven guapo y sonriente, con el pelo engominado y una camisa rosa fuerte.
La m¨²sica tambi¨¦n hace bailotear a Agust¨ªn D¨ªaz Yanes, que est¨¢ sentado delante del combo. Se le ve feliz. El cineasta ha elegido el Centro Liban¨¦s, en M¨¦xico DF, para rodar la secuencia, plena de detalles y preparada minuciosamente por el equipo. El ambiente recuerda a un esplendoroso El padrino, en versi¨®n mexicana. Es el inicio del drama s¨®rdido, duro que se cernir¨¢ sobre los novios.
S¨®lo quiero caminar, t¨ªtulo sacado de una canci¨®n de Paco de Luc¨ªa, la cuarta pel¨ªcula como director del cineasta madrile?o, es la historia de una venganza a sangre y fuego. De unas mujeres que se enfrentan a tipos violentos y responden a la brutalidad con brutalidad. Protagonizada por Victoria Abril, Ariadna Gil, Elena Anaya, Pilar L¨®pez de Ayala y los actores mexicanos Diego Luna y Chema Yaspiz, S¨®lo quiero caminar es una producci¨®n hispano-mexicana de Jos¨¦ Manuel Lorenzo para Boomerang TV, Antena 3 y Canana, y cuenta con un presupuesto de ocho millones de euros.
El sue?o de D¨ªaz Yanes de rodar en M¨¦xico ya est¨¢ cumplido. Lo ven¨ªa arrastrando desde su primer largometraje, Nadie hablar¨¢ de nosotras cuando hayamos muerto, y ahora por fin ha encontrado en sus broncas calles, sus barrios marginales pero lujosos, sus potentes edificios, los escenarios naturales ideales para una historia realista, de violencia y acci¨®n. "Todo M¨¦xico DF es cine puro", asegura el cineasta, m¨¢s delgado y ojeroso que de costumbre.
Se ha pateado con su equipo m¨¢s fiel -el fot¨®grafo Paco Femen¨ªa, el ayudante Charlie L¨¢zaro y el coproductor Pablo de la Cruz- la ciudad en busca de las localizaciones perfectas. El peligroso barrio de Tepito -gran mercado de droga y de objetos robados-, las colonias Obrera y Doctores y la avenida Reforma han sido algunos de los lugares donde han encontrado esa atm¨®sfera densa que precisaba la pel¨ªcula. La semana pr¨®xima, el rodaje continuar¨¢ en Algeciras y Ca?os de Meca, en C¨¢diz.
S¨®lo quiero caminar es la historia de cuatro mujeres, cuatro supervivientes unidas en la vida por la mala suerte, la pobreza y el miedo, que se dedican a sobrevivir a base de atracos de poca monta y algunos robos. Ana conoce en Espa?a al rico y poderoso F¨¦lix mientras ejerce la prostituci¨®n. Se casar¨¢ con ¨¦l en M¨¦xico con la intenci¨®n de robarle.
En el pa¨ªs norteamericano encuentra terror y mucho dolor. Sus tres amigas se plantan en M¨¦xico para urdir la venganza m¨¢s dura y cruel que jam¨¢s se hubieran imaginado. "No son hero¨ªnas de c¨®mic, son mujeres reales, de carne y hueso", asegura Victoria Abril, que interpreta al mismo personaje, Gloria Duque, que hiciera en Nadie hablar¨¢ de nosotras cuando hayamos muerto. "Soy la misma prostituta con la misma necesidad de dinero, pero con 15 a?os m¨¢s y un hijo de 14", explica la actriz.
Son las mujeres las que empu?an ahora las pistolas. Ya lo advierte su director: "Me interesa m¨¢s una mujer con pistola que un hombre. Eso ya me lo conozco". Las actrices, que se han entrenado duramente en el arte de la violencia y los golpes, han hecho m¨²sculo en horas de gimnasio, han aprendido a boxear y a manejar todo tipo de armas, viven el lujo de saberse protagonistas de un thriller nada convencional, en el que las mujeres se baten con las mismas armas que los hombres. "Es fant¨¢stico, no te da tiempo ni a pensar. Tienes que estar tan concentrado y ser tan preciso en los movimientos y golpes que no piensas, lo haces y lo haces. Es todo acci¨®n-reacci¨®n. Es muy divertido", explica Ariadna Gil, que tiene at¨®nitos a los especialistas del filme por su implicaci¨®n en las secuencias de violencia.
El mundo de los hombres se tambalea. Chema Y¨¢spiz lo sabe y tambi¨¦n Diego Luna. Son los l¨ªderes de un imperio t¨¦trico y peligroso. Dos actores que, en palabras de D¨ªaz Yanes, son la "bomba". La pareja perfecta. "F¨¦lix, mi personaje, es un tipo ambicioso que siempre quiere lo mejor y lo m¨¢s grande. Es un hombre prepotente y cruel, que disfruta lastimando a las mujeres. Yo creo que tiene un gran complejo de inferioridad", explica Y¨¢spiz, de 37 a?os, un actor lleno de m¨¢gicos recursos y de improvisaciones interpretativas que se estrena con S¨®lo quiero caminar m¨¢s all¨¢ de la cinematograf¨ªa mexicana que conoce bien. El int¨¦rprete se explica en otro fascinante escenario de la pel¨ªcula: una inh¨®spita autopista en el barrio de Santa Fe, poco despu¨¦s de rodar una secuencia clave del filme. En ella, una muchacha yace sobre el asfalto caliente y sucio.
La mirada sonriente y limpia de Diego Luna invade el plat¨® de rodaje. En la pantalla es Gabriel, un hombre de coraje contenido, el que m¨¢s escucha y menos habla y menos dispara, el que vive los cambios m¨¢s profundos -"siempre con cara de palo"-. "Es un tipo que arrastra una herida personal profunda, que vive dentro de esa cloaca pero tiene tiempo para redimirse", explica el actor, refugiado de sus peleones seguidores en una caravana instalada en la calle.
Las heridas estallan en S¨®lo quiero caminar. Las del amor, como el soldado, pero tambi¨¦n las del odio, en una guerra contra el destino tr¨¢gico. Como dice la canci¨®n de Paco de Luc¨ªa: "Yo s¨®lo quiero caminar, como corre la lluvia en el cristal, como camina el r¨ªo hacia la mar". "
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