Desajustes educativos

La teor¨ªa econ¨®mica del capital humano afirma que la inversi¨®n m¨¢s rentable para potenciar el desarrollo econ¨®mico es la que se realiza a trav¨¦s de la formaci¨®n de las personas. Los c¨¢lculos realizados hasta el momento subrayan que dicha inversi¨®n es mucho m¨¢s rentable que la efectuada en infraestructuras o en capital f¨ªsico. Antes, la educaci¨®n se hab¨ªa contemplado como un gasto de consumo y, en la actualidad, la consideramos como una actividad inversora. Por eso, el concepto de capital humano cobra un mayor inter¨¦s y posee un enorme potencial para dise?ar las estrategias de futuro.

Es indudable que los incrementos de formaci¨®n ejercen efectos positivos no solo en el ¨¢mbito individual (aumentando la capacidad productiva de cada uno), sino tambi¨¦n en el ¨¢mbito competitivo (se suele correlacionar que a mejores niveles de formaci¨®n le corresponden mejores salarios y, por ende, mejores caracter¨ªsticas laborales de los individuos).

Es preciso revisar de cabo a rabo los planes de estudios y la programaci¨®n universitaria

Por eso, la teor¨ªa econ¨®mica viene a se?alarnos que si el mercado asignara de forma eficiente los recursos, tendr¨ªamos una situaci¨®n del siguiente tenor: "Los trabajadores con mayor nivel educativo obtienen mejores empleos y tambi¨¦n mejores retribuciones".

La secuencia ser¨ªa la siguiente: inversi¨®n en educaci¨®n supone m¨¢s productividad que, a su vez, induce un mayor empleo cualificado que, a su vez, est¨¢ relacionado con un nivel m¨¢s elevado de salarios. De esta forma, la variable educaci¨®n se convierte en una de las claves m¨¢s importantes para determinar el ¨¦xito laboral y econ¨®mico de los individuos.

Hace unas fechas el Consejo Social de la Universidad de Coru?a public¨® un magn¨ªfico estudio dirigido por la profesora Maria Jes¨²s Freire Seoane en el que se rese?aban las competencias profesionales de los estudiantes de la citada Universidad. La profesora Freire Seoane es una de las m¨¢s insignes expertas en la materia y sus conclusiones constituyen un aut¨¦ntico aldabonazo sobre la realidad actual que bien debiera servir de pauta a los gobernantes, ya sean auton¨®micos como estatales y europeos.

Las principales conclusiones de su estudio son las siguientes. De una parte, se muestra que la relaci¨®n entre conocimientos y realidad laboral no es siempre tan directa, pues, como se se?ala, puede llegar a producirse un cierto desajuste entre los niveles educativos de los trabajadores y los puestos que ellos ocupan. Por otra parte, tambi¨¦n puede llegar a estimarse el hecho de que una vez constatado dicho desajuste entre sistema educativo y capacitaci¨®n laboral, se puede llegar a producir otro desequilibrio entre sistema educativo y perspectivas reales, tal y como se desprende de las trayectorias de inserci¨®n de los estudiantes de la Universidade da Coru?a.

Los resultados del trabajo muestran dos grandes l¨ªneas de reflexi¨®n. En primer lugar, hay que analizar la relaci¨®n entre el sistema educativo y la capacitaci¨®n laboral; y en segundo lugar, los desajustes entre la oferta y la demanda en la comunidad gallega.

Conscientes de estos problemas, las recomendaciones expuestas son muy rotundas. Conocido el hecho de que la inserci¨®n es un proceso complejo, que requiere estudiar un buen n¨²mero de variables atendiendo a las actuales condiciones del mercado laboral y a las caracter¨ªsticas de los j¨®venes, no es menos cierto que los valores expresados en la oferta educativa dista mucho de las demandas empresariales y del propio contexto del mercado laboral.

La informaci¨®n proporcionada en el informe es tan valiosa que s¨®lo me atrevo a marcar un n¨²mero muy reducido de reflexiones finales. En primer lugar, es preciso revisar de cabo a rabo los planes de estudios y, por consiguiente, la programaci¨®n universitaria. El responsable p¨²blico que de continuidad a la labor actual, est¨¢ contribuyendo a alejarnos de la realidad.

En segundo t¨¦rmino, las demandas potenciales de las empresas del entorno est¨¢n muy alejadas de las cualificaciones que obtienen los alumnos. Por tanto, es preciso un reajuste de las facultades y escuelas, debi¨¦ndose incluso cerrar algunas y sustituirlas por otras m¨¢s pr¨®ximas a las demandas y exigencias del entorno.

En tercer t¨¦rmino, si analizamos las adecuaciones de las competencias profesionales se observa que entre los valores que m¨¢s se demandan se sit¨²an la capacidad de los alumnos en torno a la toma de decisiones, la responsabilidad en el trabajo, la capacidad de aplicar conocimientos a la pr¨¢ctica, la capacidad de organizar y planificar, la capacidad de adaptaci¨®n a nuevas situaciones y el compromiso ¨¦tico.

Conclusi¨®n final: existe una brecha importante entre la formaci¨®n en los centros universitarios y las exigencias de las empresas en t¨¦rminos de competencias gen¨¦ricas.