La nueva vida de Micah P. Hinson

Apenas cuenta 27 a?os pero por las vicisitudes de su vida ya lleva camino de alcanzar a las estrellas del rock que deben su fama a partes iguales a su m¨²sica y sus excesos. El cantautor Micah P. Hinson se ha convertido con apenas tres discos editados en uno de los fen¨®menos musicales m¨¢s interesantes que han llegado desde Estados Unidos en los ¨²ltimos a?os, y Espa?a es uno de los pa¨ªses en los que su m¨²sica es m¨¢s apreciada. En su concierto del s¨¢bado por la noche en la sala Capitol de Santiago ante m¨¢s de 500 seguidores mostr¨® que su repertorio tiene muchos matices y que la vida le ha cambiado mucho desde su ¨²ltima visita a esta ciudad hace un a?o. Acaba de casarse y el acontecimiento parece haberle cambiado el car¨¢cter. En su anterior actuaci¨®n apenas se dirigi¨® al p¨²blico y en cambio esta vez no dej¨® de hablar. Su mujer, Ashley, a la que dedic¨® varios temas, le observ¨® todo el tiempo sentada en una esquina del escenario.

Micah comenz¨® con temas acompa?ados por guitarra ac¨²stica en los que dej¨® patente la clara influencia de Bob Dylan en su m¨²sica. Pero al igual que Dylan, el cantante nacido en Memphis tiene m¨²ltiples registros y es capaz de cambiar radicalmente de un tema a otro. Cuando apenas llevaba media hora sobre el escenario pregunt¨® a los asistentes si quer¨ªan algo de fucking rock and roll y pas¨® a verse la versi¨®n m¨¢s salvaje de un m¨²sico que se maneja con soltura a la hora de contar historias tristes en unas canciones que acaban convirti¨¦ndose en alaridos vocales y musicales para entusiasmar a un auditorio deseoso de ver la parte m¨¢s oscura de su ¨ªdolo. El cantante se tom¨® con filosof¨ªa alguna recriminaci¨®n del p¨²blico cuando volv¨ªa a empu?ar la guitarra ac¨²stica. En otros tiempos quiz¨¢s su respuesta habr¨ªa sido muy distinta, pero se ve que la felicidad lo puede casi todo. Tampoco se enfad¨® cuando se rompi¨® una cuerda de su guitarra, que repar¨® con paciencia Nick Phelps, bater¨ªa, banjo y steel guitar de la banda que acompa?a a Hinson.

Y es que la m¨²sica de Micah P. Hinson no puede entenderse sin algunas pinceladas de su trayectoria vital. Creci¨® en un hogar fundamentalista cat¨®lico en Texas y, cuando contaba menos de 20 a?os, se enamor¨® de una ex modelo de Vogue que acab¨® cre¨¢ndole un trauma del que a punto estuvo de no salir. Acab¨® perdi¨¦ndolo casi todo y lleg¨® a dar con sus huesos entre rejas. Por suerte, consigui¨® recuperarse y pudo realizar el sue?o de llegar a vivir de la m¨²sica. Pero las giras trajeron alcohol y drogas, y un accidente que le oblig¨® a operarse de la espalda y del que todav¨ªa est¨¢ renqueante. Ahora parece que todo va mejor despu¨¦s de casarse con una mujer a la que pidi¨® en matrimonio durante un concierto el a?o pasado.

Sin embargo, los seguidores pueden estar tranquilos. Por los temas que present¨® de su nuevo disco, que se editar¨¢ en mayo, puede verse que la felicidad no ha afectado al talento. Sus canciones siguen funcionando con su rara mezcla. En la ¨¦poca de OT, de los prefabricados y el retorno de dinosaurios que cre¨ªamos extinguidos la sinceridad de Micah es un soplo de aire fresco.