Cuerpo a tierra

En buena l¨®gica, si la segunda derrota consecutiva de Rajoy est¨¢ abriendo un cisma en el Partido Popular, la tercera de Arenas en Andaluc¨ªa deber¨ªa haber provocado un clamor por su relevo. Sin embargo, el l¨ªder popular andaluz ha vuelto a escapar de un nuevo fracaso m¨¢s reforzado que nunca y se ha colado entre el grupo de barones auton¨®micos que van a hacer la gran renovaci¨®n del PP, esa que consiste en cambiar a todo el mundo menos a los que han encabezado la derrota. De hecho, nadie sabe d¨®nde se sustenta un ¨¦xito electoral en el que tu adversario obtiene mayor¨ªa absoluta y asume la presidencia del Ejecutivo regional por sexta vez consecutiva, pero ah¨ª est¨¢n los populares de festejo en festejo por Andaluc¨ªa desde el pasado 9 de marzo.

Cualquiera dir¨ªa que cuando hace unos d¨ªas el secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz, recrimin¨® a Esperanza Aguirre que aclarase cuanto antes si optar¨¢ a dirigir el partido frente a Rajoy para que esta formaci¨®n pol¨ªtica "pueda centrarse en las preocupaciones reales de los ciudadanos", era Sanz y no Aguirre quien hab¨ªa arrasado en las elecciones en su comunidad aut¨®noma. Por ello, no es de extra?ar que la descripci¨®n m¨¢s demoledora sobre la situaci¨®n del Partido Popular en Andaluc¨ªa la haya tenido que hacer un dirigente del PP de Madrid: Juan Jos¨¦ G¨¹emes, consejero de Sanidad y responsable de comunicaci¨®n del PP madrile?o.

Ni Manuel Chaves durante el duro cara a cara que mantuvo con Arenas en la sesi¨®n de investidura ni Luis Pizarro en tantos a?os de empe?o hab¨ªan logrado una frase tan contundente. G¨¹emes despach¨® con crudeza la actitud de sus compa?eros de partido en Andaluc¨ªa y les anim¨® a trabajar "ya que llevan treinta a?os c¨®modamente instalados en la oposici¨®n perdiendo elecciones una y otra vez", para acusarles luego de querer "exportar esa filosof¨ªa de vida tambi¨¦n a la direcci¨®n nacional del partido". Con ello, el dirigente madrile?o vino a confirmar que, para algunos dirigentes de este partido, adem¨¢s de los andaluces en general, tambi¨¦n los son en particular los dirigentes del PP en Andaluc¨ªa: indolentes, adocenados y adormecidos.

La frase "cuerpo a tierra, que vienen los nuestros" la acu?¨® P¨ªo Cabanillas en los tiempos de las guerras fratricidas de la UCD y est¨¢ cobrando una inusual vigencia en las filas del Partido Popular tras la derrota en las pasadas elecciones. Cada d¨ªa resulta m¨¢s complicado subir el tono en la guerra de declaraciones en la que se han instalado, pero a fuerza de intentarlo lo est¨¢n consiguiendo. Andaluc¨ªa, cuyo aparato apoya a Rajoy, est¨¢ sacando pecho frente a Aguirre, ya que cuenta con la delegaci¨®n m¨¢s numerosa para el congreso de este partido, con 436 compromisarios. Est¨¢ por ver, sin embargo, cu¨¢ntos militantes del PP en Andaluc¨ªa no hacen la misma lectura que G¨¹emes de la situaci¨®n del partido en esta comunidad, a pesar de que aqu¨ª se gana cuando se pierde. Alguien dijo que las crisis en los partidos pol¨ªticos son un acto de equilibrio entre la gente que quiere entrar y aquellos que no quieren salir, por eso cuando ahora en el PP se habla de un debate ideol¨®gico en realidad se est¨¢ produciendo una lucha sin cuartel por el control del partido.

La crisis interna de esta formaci¨®n pol¨ªtica est¨¢ haciendo tambi¨¦n buena la ir¨®nica descripci¨®n que un veterano pol¨ªtico europeo hizo sobre las relaciones entre los pol¨ªticos: "En la vida hay amigos ¨ªntimos, amigos, conocidos, adversarios, enemigos, enemigos mortales y luego est¨¢n los compa?eros de partido". Sanz debi¨® sospechar el otro d¨ªa que el PP andaluz tiene un ¨ªntimo compa?ero en el PP de Madrid, como est¨¢ verificando Rajoy con su compa?era Esperanza Aguirre. Descubrir¨¢ Arenas, en los pr¨®ximos meses, si tiene tambi¨¦n un buen compa?ero en Andaluc¨ªa.