La ciudad del amor fraterno
Nueva York en abril florece. Los cerezos en flor engalanan las calles y embellecen la piel de piedra y el vasto vitral de los edificios. Los taxistas, incluso, se vuelven amables. En cambio, en la campa?a por la candidatura del Partido Dem¨®crata, la selva de las recriminaciones personales y el desierto de las acusaciones pol¨ªticas no dejan, como dir¨ªa Juan Charrasqueado, "ni una flor". La campa?a de Hillary Clinton acusa a Barack Obama de tener malas compa?¨ªas con extremistas negros. Obama mete al voto adverso en un mismo saco de "amarguras". Hillary dice que corri¨® bajo las balas al aterrizar en Bosnia. La pel¨ªcula demuestra que lleg¨® en paz y recibi¨® un ramo de flores de una ni?a. Bill Clinton desciende de su pedestal de hombre de Estado internacional a hacer campa?a agresiva contra Obama en poblaciones vecinales. Obama insiste en su origen cuasi-proletario en Chicago pero demuestra su formaci¨®n en las grandes universidades de la Costa Atl¨¢ntica con un solo gesto revelador: se sacude la caspa cr¨ªtica de los hombros con un gesto aristocr¨¢tico y ofensivo de los dedos. Los republicanos, que cre¨ªan perdida la elecci¨®n, se frotan las manos de gusto. El problema ya no es votar contra el que se va, Bush, sino contra los que quisieran llegar, Hillary y Obama. John McCain, detestado por la extrema derecha republicana, se gana el voto independiente y el del republicanismo moderado.
Lo malo de todo esto es que los Estados Unidos de Am¨¦rica ya entraron -o est¨¢n entrando- en la peor recesi¨®n desde 1929 y que las campa?as por la presidencia apenas se ocupan de la verdadera y gran agenda del pa¨ªs. La econom¨ªa norteamericana es -y seguir¨¢ siendo- la m¨¢s fuerte del mundo, en buena medida gracias al respaldo chino, la debilidad del d¨®lar y la competencia europea. Pero en t¨¦rminos relativos, todo indica que EE UU entra en una grave fase recesiva. Los datos son los siguientes.
Desciende la construcci¨®n de viviendas. Descienden los salarios. Aumenta el paro. Los que trabajan, trabajan menos horas. Los no asalariados tienen menos demanda. Desciende la demanda de bienes y servicios. Descienden el cr¨¦dito, los precios de bienes mobiliarios e inmobiliarios y los pr¨¦stamos. Los bancos incrementan las restricciones. Aumenta el precio de la gasolina y de los alimentos. Descienden las oportunidades de trabajo. Se cancelan vacaciones, recreo y la salida al parque sustituye la salida al cine o al restaurante. El salario de mil d¨®lares se reduce, en el desempleo, a la mitad. La clase media se empobrece y crece hacia abajo.
Econom¨ªa fuerte, s¨ª. Econom¨ªa en recesi¨®n, tambi¨¦n. Las econom¨ªas subordinadas a EE UU, como la mexicana y la centroamericana, sufrir¨¢n m¨¢s que la econom¨ªa metropolitana. Las puertas de la migraci¨®n se cerrar¨¢n con candado. M¨¦xico se encontrar¨¢ con una fuerza laboral interna creciente y desempleada: peligroso c¨®ctel para un pa¨ªs con criminalidad incontrolable y en aumento. Desaf¨ªo extremo para poner nuestra propia casa en orden y establecer el leg¨ªtimo, franco y necesario di¨¢logo entre centro, derecha e izquierda. Mientras tanto la ciudad del amor fraternal -la Filadelfia pol¨ªtica- es la ciudad ut¨®pica.
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