El oficio m¨¢s duro del mundo
El partido est¨¢ roto. Es el momento de mayor peligro, cuando se cometen faltas y errores, que pueden conducir a un gol inesperado. Tambi¨¦n es la hora del car¨¢cter: quien lo tenga d¨¦bil no ser¨¢ capaz de seguir en el campo, y quien sea capaz de un golpe de genio puede ganar la partida. Obama sigue en cabeza, no ha dejado de estarlo desde el primer momento. En delegados (1.714 a 1.575, seg¨²n Associated Press), en votos populares (aunque por muy poco), en Estados adjudicados y algo que no siempre se interpreta correctamente fuera de Estados Unidos: en dinero recaudado. La cuenta de Obama es de 197,3 millones recibidos en donaciones y la de Clinton de 173,9, tambi¨¦n seg¨²n el diario neoyorquino. Obama cuenta con la juventud y la militancia de sus seguidores, que favorece la recaudaci¨®n de peque?¨ªsimas cantidades a trav¨¦s de Internet. Clinton no arrastra el entusiasmo popular de los peque?os donantes, pero cont¨® en su d¨ªa con la capacidad recaudatoria de su marido Bill.
El resultado de Clinton es el mejor para seguir con la agon¨ªa. Mientras, McCain se luce en solitario
Las contribuciones de los ciudadanos a las respectivas campa?as son una forma m¨¢s de participaci¨®n democr¨¢tica y en ning¨²n caso debe interpretarse como un sometimiento de los candidatos a los intereses econ¨®micos. Entre otras razones porque las aportaciones nominales tienen un l¨ªmite de 2.300 d¨®lares. La superioridad de Obama en este cap¨ªtulo sigue siendo apabullante. Clinton ha tenido que prestar dinero suyo a la campa?a y termin¨® con las arcas secas este fin de semana. El ¨²nico cap¨ªtulo en el que lleva la delantera es en superdelegados comprometidos, los compromisarios natos del Partido Dem¨®crata que deben participar en la elecci¨®n final del candidato en la Convenci¨®n en Denver a finales de agosto: Obama tiene 238 adjudicados y Clinton 262.
Las primarias dem¨®cratas llevan varias semanas en fase ag¨®nica, angustiante para los militantes y esperanzadora para los republicanos. El campo dem¨®crata sigue deseando un acontecimiento definitivo -la retirada de Clinton, el hundimiento s¨²bito e inesperado de Obama- que nunca va a producirse y que, si no hay golpe de tim¨®n, puede terminar siendo la victoria de McCain. El resultado de Clinton en Pensilvania es el mejor para seguir en la agon¨ªa: suficiente para mantenerla a flote pero sin bastante impulso como para dar el vuelco. McCain caracolea y se luce en solitario y cultiva sus temas con esmero: ahora se dedica a una tourn¨¦e internacional, luego hace una gira biogr¨¢fica por el pa¨ªs, mientras los dos candidatos dem¨®cratas se destrozan entre s¨ª y se dedican a subrayar sus debilidades.
Las de Obama son bien claras. No consigue arrancar el voto de los trabajadores blancos. En Iowa y en Wisconsin demostr¨® que puede ganar el voto blanco, pero luego no lo ha arrastrado en los grandes estados donde tiene mayor peso, como en Ohio o Pensilvania. Quiz¨¢s es demasiado progre para este pa¨ªs. De forma que la polarizaci¨®n ha terminado convirti¨¦ndose en racial y en menor medida de g¨¦nero. Las madres que fueron feministas votan a Clinton y las hijas no tienen empacho en hacerlo por Obama. En cualquier caso el voto para Hillary es netamente m¨¢s arcaico: obreros blancos y sindicalizados, tercera edad, madres de familia, zonas cat¨®licas y rurales. Obama, en cambio, se lleva el voto negro entero, mujeres j¨®venes, profesionales. Y adem¨¢s los nuevos votantes, casi todos j¨®venes, o los votantes transversales, entre otros, republicanos que quieren impulsarle frente a Clinton.
Si Obama vende esperanza y cambio, Clinton hace lo propio con el miedo y la demanda de protecci¨®n. "El de presidente es el oficio m¨¢s duro del mundo", dice el ¨²ltimo spot de la campa?a de Hillary. Los precios del petr¨®leo, la crisis econ¨®mica, las guerras, Bin Laden acuden con unas im¨¢genes y una banda sonora llena de dramatismo en auxilio de la senadora. "Hay que estar preparado para todo. Especialmente ahora". Y una frase de Harry Truman, el presidente de Hiroshima y Nagasaki, Corea y la guerra fr¨ªa: "Si no puedes soportar el calor, sal de la cocina". Obama est¨¢ dispuesto a hablar con el diablo, el presidente de Ir¨¢n Mahmud Ahmadinejad. Clinton ha amenazado con zamp¨¢rselo. Dar¨¢ la orden de borrar a Ir¨¢n del mapa, ha respondido cuando un periodista le ha preguntado por un eventual ataque nuclear a Israel. Este largo y feroz partido est¨¢ terminando, est¨¢ casi en tiempo de descuento, y Obama lo ganar¨¢ si no pierde los nervios. Es una prueba m¨¢s para el oficio m¨¢s duro del mundo.
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