Gallard¨®n: "Ning¨²n arist¨®crata fue fusilado el 3 de mayo"

El cementerio de la Florida, donde yacen sepultados 43 patriotas fusilados por las tropas napole¨®nicas el 3 de mayo de 1808, adquiere desde ayer un nuevo aspecto tras sufrir un deterioro de d¨¦cadas. El camposanto ha sido rehabilitado y adecentado a instancias de la Sociedad Filantr¨®pica de Milicianos Voluntarios, se?aladamente de su vicepresidente, Juan Manuel S¨¢nchez R¨ªos, tras unas obras iniciadas apenas hace tres meses por el arquitecto Antonio Lopera, inauguradas ayer por el alcalde de Madrid.

Las obras han durado tres meses y han costado 120.000 euros

Alberto Ruiz-Gallard¨®n destac¨® que "en este cementerio no se encuentra enterrado ning¨²n arist¨®crata, sino gentes del pueblo que, sin tener un compromiso expl¨ªcito como el que implicar¨ªa su pertenencia al ej¨¦rcito, atendieron a la llamada de la naci¨®n y lucharon por nuestra libertad". Y a?adi¨®: "Aquellos h¨¦roes nos marcaron un camino que conduc¨ªa hacia el surgimiento de la modernidad, donde la ciudadan¨ªa se transform¨® en titular de la soberan¨ªa, antes considerada de origen divino". M¨¢s adelante, el alcalde se?al¨® que "en ocasiones, no hemos seguido su ejemplo y [como naci¨®n] nos hemos encaminado hacia el suicidio".

El cementerio de la Florida, mediado el siglo XVIII, fue una alquer¨ªa, se?ala el arquitecto restaurador Antonio Lopera. Luego, a partir de 1796, fue transformada en lugar de enterramiento para empleados del palacio Real. Con el paso del tiempo, su deterioro ha sido imparable, pese a lo cual manten¨ªa un cierto encanto, que el alcalde de Madrid defini¨® como "rom¨¢ntico". Hoy, sus muros mamposteros, con aparejo toledano, han sido reformados; las humedades que corro¨ªan su f¨¢brica, suprimidas mediante un drenaje de hasta dos metros de profundidad, y, sobre todo, la memoria de los 43 h¨¦roes, expl¨ªcita en una placa de m¨¢rmol con letras de bronce que recoge 29 de sus nombres -10 acaban de ser identificados-, ha sido recobrada. Quedan todav¨ªa 14 cuerpos sin identificar.

Todos sus restos, as¨ª como efectos personales, se guardan tras la l¨¢pida reci¨¦n inaugurada en dos grandes cofres de plomo y cinc que fueron abiertos por ¨²ltima vez en 1917.

El cementerio quedar¨¢ pronto integrado en un circuito de visitas guiadas, tambi¨¦n para ni?os. Las obras han costado al erario municipal 120.000 euros y han corrido a cargo de la empresa Fern¨¢ndez Molina.