Superh¨¦roe como arma de seducci¨®n masiva
Enuna entrega de Twisted Toyfare Theater, una fotonovela protagonizada por mu?ecos articulados que aparece en las p¨¢ginas de la revista norteamericana Toyfare (dedicada al coleccionismo de juguetes de acci¨®n), Iron Man lograba curar su alcoholismo en una cl¨ªnica de desintoxicaci¨®n. Para no volver a caer bajo el embrujo de la botella, su ¨¢lter ego civil, Tony Stark, se empe?aba en promover la reinstauraci¨®n de la ley seca. Definitivamente, Iron Man no es el superh¨¦roe con mejor prensa del universo Marvel: traficante de armas, conservador hasta la m¨¦dula, alcoh¨®lico, vagabundo ocasional y aut¨¦ntico ciza?ero en tiempos de guerra civil marveliana, El Hombre de Hierro ha sido capaz, entre otras lindezas, de proponer la reclusi¨®n de superh¨¦roes disidentes en campos de prisioneros y de marear a la opini¨®n p¨²blica con equ¨ªvocas revelaciones acerca de su identidad secreta.
Cuando se anunci¨® el proyecto de llevar sus aventuras al cine, nadie daba un duro por ellas. Hasta que empez¨® el goteo de informaciones prometedoras: para empezar, la elecci¨®n de Robert Downey Jr. como protagonista, alguien tan aficionado a empinar el codo (junto a otro tipo de excesos) como el propio Tony Stark. Por una vez, actor y personaje funcionaban como reflejos especulares en su juego paralelo de ca¨ªdas en abismo y renacimientos entre las cenizas. Por otro, el cat¨¢logo de referentes manejado por el director Jon Favreau a quien su anterior comedia Elf parec¨ªa acreditar, a lo sumo, como profesional competente en el manejo de actores protagonistas vestidos de manera improbable: que si va a parecer una aventura de Superman dirigida por Robert Altman, que si James Bond, Tom Clancy, Robocop y Batman begins se sumar¨¢n a una mezcla, agitada y no revuelta, que podr¨ªa dar como resultado la ¨²ltima palabra en cine de esp¨ªas. Los aficionados cada vez se iban poniendo m¨¢s gratamente nerviosos.
Del odio al amor hay una estrategia publicitaria en medio. Y una pel¨ªcula de la que, a priori, todo lector de c¨®mics con dos dedos de frente parec¨ªa predestinado a huir ha acabado perfil¨¢ndose como uno de los t¨ªtulos del a?o: sin ir m¨¢s lejos, el de la pel¨ªcula que podr¨ªa abrir un nuevo cap¨ªtulo (o una tercera v¨ªa) en la historia del cine de superh¨¦roes. Marcando las distancias con respecto al candor preescolar de la franquicia de Los cuatro fant¨¢sticos y de los engolamientos pretendidamente adultos del Batman de Christopher Nolan y el Superman de Brian Synger, este Hombre de Hierro de Favreau parece apostar por una suerte de iron¨ªa adulta y c¨®mplice. En suma, Iron Man no se toma en serio el arquetipo, pero lo barniza de un sentido del humor adulto que no interfiere en el sentido de la maravilla del conjunto.
Adem¨¢s, Iron Man ser¨¢ la primera producci¨®n controlada ¨ªntegramente por los Marvel Studios, que ya han anunciado un plan de producci¨®n que va a llenar las pantallas de superh¨¦roes hasta mucho m¨¢s all¨¢ de 2012. Entre las novedades m¨¢s apetecibles figuran una pel¨ªcula sobre El Hombre Hormiga min¨²sculo miembro de Los Vengadores, que dirigir¨¢ con toques de humor Edgar Wright, el director de Arma fatal, un Thor comandado por Matthew Vaughn, esposo de Claudia Schiffer y director de Crimen organizado y Stardust, y las puestas de largo de personajes tan carism¨¢ticos como El Doctor Extra?o, Nick Furia y Luke Cage (superh¨¦roe que, sin duda, le pondr¨ªa los dientes muy largos a todo un Quentin Tarantino). Con esta iniciativa, Marvel garantiza a sus lectores la fidelidad al esp¨ªritu de cada uno de los c¨®mics, se?ala Carles Santamar¨ªa, director del Sal¨®n del C¨®mic de Barcelona. Antes, cuando se vend¨ªan los derechos a una productora, nadie pod¨ªa velar por el aficionado y no hab¨ªa otro remedio que bregar con los cambios. El punto fuerte de esta estrategia est¨¢ en no traicionar la confianza de los lectores.
La pregunta es: ?necesitamos m¨¢s (s¨²per)h¨¦roes? Favreau ha anunciado que su proyecto, si el ¨¦xito le respalda, se extender¨¢ en forma de trilog¨ªa dispuesta a indagar en los claroscuros de Iron Man, alcoholemia incluida. El siguiente fruto de esta nueva era de pel¨ªculas con la garant¨ªa de Marvel Studios ser¨¢ El incre¨ªble Hulk (o Hulk 2, como prefieran) de Louis Leterrier, cuyo estreno est¨¢ previsto para el pr¨®ximo 20 de junio: la pel¨ªcula no lo tiene nada f¨¢cil para suspender nuestra incredulidad, porque en ella dos enclenques de marca mayor como Edward Norton y Tim Roth deben encabronarse hasta el punto de convertirse, gracias a la magia digital (que, como hemos comprobado, no es nada sin la verosimilitud), en esas dos moles humanas de mandoble f¨¢cil que conocemos como La Masa y La Abominaci¨®n. Hay rumores que apuntan a que este emergente universo Marvel de la gran pantalla ser¨¢ tan fluido como el de las vi?etas: al parecer, Robert Downey Jr., en la piel de Tony Stark, tendr¨¢ una aparici¨®n especial en la aventura del coloso verde y engorilado.
Aunque el boom superheroico va m¨¢s all¨¢ del sello Marvel: a la vuelta de la esquina est¨¢ Hellboy 2, que se estrena el 29 de agosto, en la que Guillermo del Toro promete llegar mucho m¨¢s lejos que en su ya sobresaliente primera entrega. En la Red, la cuenta atr¨¢s para el a¨²n lejano estreno del Watchmen de Zack Snyder alimenta blog tras blog, pese al convencimiento de que la opus magna de Alan Moore y Dave Gibbons no cabe en las costuras de una sola pel¨ªcula. Por su parte, Frank Miller, reconvertido en director de cine tras la experiencia de Sin City, ha visto c¨®mo las primeras im¨¢genes de su adaptaci¨®n de The spirit, el inagotable cl¨¢sico de Will Eisner, causaban m¨¢s miedo y estupor que verdadero entusiasmo entre los aficionados.
?A qu¨¦ se debe este renovado glamour de los hombres en mallas? "Creo que todo obedece a dos factores", precisa ?lvaro Pons, cr¨ªtico de c¨®mics y autor del blog La c¨¢rcel de papel: Por un lado hay una relaci¨®n evidente entre las pel¨ªculas de efectos especiales y la comercialidad. Y el cine de superh¨¦roes es el g¨¦nero perfecto para que los efectos especiales se lleven al m¨¢ximo. Por otro lado, el proceso ha sido beneficioso por ambas partes, porque el ¨¦xito de estas pel¨ªculas ha devuelto al terreno de juego a esos c¨®mics de superh¨¦roes que en el mercado americano estaban siendo masacrados por la irrupci¨®n del manga. Todos salen ganando. Creo que se va a dar un trasvase de g¨¦neros. Los relatos de superh¨¦roes eran, tradicionalmente, un patrimonio del c¨®mic, pero en el futuro va a ser cada vez m¨¢s un g¨¦nero estrictamente cinematogr¨¢fico, porque el soporte impreso no podr¨¢ competir con la espectacularidad de la pantalla.
Se anuncia, pues, un porvenir en el que los superh¨¦roes nacer¨¢n directamente en la platea. Las razones del boom son t¨¦cnicas (el salto cualitativo de los efectos especiales digitales) y econ¨®micas, y no hay demasiado margen para ver en todo ello un eco de las ansiedades pos-11-S. De hecho, el 11-S estuvo a punto de matar a los superh¨¦roes, apunta Pons, porque marc¨® la p¨¦rdida de confianza en la figura del superh¨¦roe, que, como todos sabemos, no existe en el mundo real. Quienes s¨ª pudieron salvar vidas en la tragedia fueron gente normal, polic¨ªas y bomberos que arriesgaron su pellejo en las labores de rescate. Durante un tiempo, Marvel quiso rentabilizar eso y public¨® c¨®mics protagonizados por bomberos heroicos. Pasado el tiempo, el superh¨¦roe tradicional super¨® el impacto pos-11-S y volvi¨® a ganar lectores y espectadores.
En Iron Man el superh¨¦roe nace (o se hace) en plena guerra de Afganist¨¢n y, poco despu¨¦s, sobrevuela los cielos con la determinaci¨®n de un arma de destrucci¨®n masiva. Quiz¨¢ algo ten¨ªa que cambiar para que todo siguiera igual. Las taquillas de los multicines ya est¨¢n temblando.
Iron Man se estrena el 30 de abril en cines de toda Espa?a.
![Robert Downey Jr. cableado: el actor, a punto de transformarse en Iron Man.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/UA35MEFXS33OS245Q4H6ONJ6NE.jpg?auth=49954e4a375a2cebc46eefc7f17b6a2eea5e67e19930b67e0e6d1578a9dd6b5e&width=414)
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