Robots en el ruedo
La Polit¨¦cnica clausura Cybertech 08 con una tarde de toreo aut¨®mata
Suena Marcial en la plaza y el torero, de plata y negro, cita de lejos a Piojo que, con gran estruendo de motores, se arranca con una larga embestida en pos del trapo. La plaza entera se viene arriba en un hervor de cuchicheos y exclamaciones, entrecortados por algunos ol¨¦s de acento extranjero, presagios de las grandes faenas. El espada se enmienda y el morlaco, de unos dos kilos, se enreda con el enga?o. De pronto, el toro vuelve a arrancarse con una tarascada s¨²bita y traicionera, que empitona al diestro a media altura. Pero no brota la sangre, sino que explota un globo. Piojo, el torito mec¨¢nico, es el campe¨®n.
Cybertech 08, el concurso internacional de rob¨®tica de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid (UPM), se adelant¨® ayer a San Isidro y cambi¨® Las Ventas por el vest¨ªbulo de la Escuela de Ingenieros Industriales organizando una serie de corridas protagonizadas por robots al son ininterrumpido de pasodobles. Ni que decir tiene que a los aut¨®matas el arte de C¨²chares les viene grande. Ni pases al natural, ni ver¨®nicas, ni molinetes, ni martinetes. En el mundo robot, el torero, sin la verg¨¹enza que se le supone, huye indefectiblemente hacia las tablas arrastrando el capote, y el toro, que ni tiene casta ni es bravo, sino m¨¢s bien reserv¨®n, embiste obsesivamente hacia el lugar que sus sensores infrarrojos le indican.
"Cybertech es un certamen de rob¨®tica que organizamos desde hace siete a?os para animar a los alumnos m¨¢s j¨®venes [de primero a tercero] a que practiquen con la mec¨¢nica, la electr¨®nica y la inform¨¢tica, o sea, la mecatr¨®nica", explica Ram¨®n Gal¨¢n, catedr¨¢tico de Autom¨¢tica de la UPM. En el concurso nacional, celebrado el martes y el mi¨¦rcoles, los robots de los alumnos espa?oles pod¨ªan participar en un concurso de rastreo (seguir una l¨ªnea a la mayor velocidad posible), de laberinto o de baile, donde los aut¨®matas se contoneaban, m¨¢s o menos, al ritmo de la m¨²sica. En este ¨²ltimo apartado, al parecer, quienes partieron la pana en la pista fueron una r¨¦plica del R2D2 de La guerra de las galaxias, y su pareja, un Yoda articulado.
A los 40 estudiantes llegados de 18 pa¨ªses de Europa, el departamento de Autom¨¢tica los dividi¨® en grupos de cuatro, les entreg¨® una el material y les dej¨® toda la semana para preparar los toros y toreros. Adam Kaczmarczyck, polaco de 22 a?os, se afanaba ayer por dar los ¨²ltimos retoques en las astas a su m¨¢quina, minutos antes de saltar al ruedo. Estaba molesto porque el robot, al que ya le hab¨ªa tocado ser torero en la ronda anterior hab¨ªa sido embestido por el toro en apenas 20 segundos, lo que pr¨¢cticamente lo descartaba. "No me gustan los toros, en mi pa¨ªs apenas se conocen", afirm¨®.
Tampoco sus compa?eros, de Hungr¨ªa, Serbia y Rumania, ten¨ªan aprecio por el mundo del toro, pero s¨ª por los robots. "Este a?o, con participantes extranjeros, el nivel ha sido superior al de otros a?os", explic¨® I?aki Navarro, doctorado en la Facultad de Ingenieros y uno de los organizadores. "De entre los toros espa?oles de otros a?os, s¨®lo uno estaba al nivel de los de ¨¦ste".
A?o tras a?o, Cybertech va ganando adeptos y se ha convertido ya en una asignatura de libre elecci¨®n, con seis cr¨¦ditos.
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