Mucho presente
Un reencuentro feliz, y eso que cuando alguien espera ansiosamente algo, suele verse traicionado por una realidad que por lo general ofrece resultados por debajo de la expectativa. Se hab¨ªa esperado a Nick Cave, ese ¨ªdolo de lo d¨ªscolo, ese artista al margen de la comodidad, esa imagen de lo oscuro y turbulento que parece ganar sentido a medida que el mundo pierde el suyo, y a pesar de la espera, el artista australiano estuvo a la altura de lo imaginado. Nick Cave lleg¨®, cant¨® y convenci¨®. Desde la noche del viernes sus seguidores lo son a¨²n m¨¢s.
Orquest¨® un espect¨¢culo austero, s¨®lo coronado con una estructura de luces que al tener tres niveles que se iluminaban alternativamente llegaba a dar sensaci¨®n de movimiento. El resto no pas¨® de un escenario limpio con luces al nivel de los m¨²sicos, esos Bad Seeds que sonaron con la rugosidad, empuje y mala baba propia de una banda casi legendaria. Leyendas de barrio, chicos duros con malas caras, reverso agrio de las almidonadas canciones que coronan el confort del mercado, eso son los m¨²sicos de Cave, a¨²n un fideo tembloroso que se sacude en escena como si tuviese espasmos.
NICK CAVE
Pabell¨®n Ol¨ªmpico de Badalona. Badalona, 25 de abril.
Cosa curiosa, todo funcion¨® a pedir de boca, incluso ese buen sonido que suele resultar esquivo en el Ol¨ªmpico de Badalona. Con Cave, fuese por el t¨¦cnico, por el equipo, por los m¨²sicos o por todos ellos a la vez, el sonido tuvo fuerza y matiz, no eludi¨® la aspereza de una banda que no concede suavidad, quiz¨¢ s¨®lo en Into my arms y una balada m¨¢s, y permiti¨® seguir una actuaci¨®n de casi dos horas que pasaron con la celeridad que consume el tiempo s¨®lo cuando se est¨¢ ocupado en cosas placenteras.
Y por encima de casi todo, la voz de Cave son¨® grave, poderosa y en ocasiones cavernosa paseando su teatralidad por un repertorio que altern¨® cl¨¢sicos con temas de su m¨¢s reciente disco, muy bien representado en una lista de temas que demostr¨® que Cave, seguro de s¨ª mismo, no s¨®lo tira de recuerdo. Porque a la postre, la imagen que dej¨® el australiano en Badalona fue la de un artista que aun teniendo mucho pasado, no reniega de su presente y aspira a un futuro todav¨ªa mejor. Esa vitalidad en alguien que lleva activo tanto tiempo es la mejor prueba de que por Badalona pas¨® una estrella en estado de gracia. Gracia oscura y torturada en clave de rock sombr¨ªo y turgente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.