Un modelo sindical amenazado

Trasladar la particularidad pol¨ªtica al mundo sindical tiene cada vez mayores riesgos. El panorama sindical vasco refleja acentuada la brecha pol¨ªtica. A un lado se presentan las centrales nacionalista (ELA y LAB), que tampoco coinciden en su argumentario plenamente. Al otro lado se encuentran los sindicatos no nacionalistas (CC OO y UGT), que al menos celebran de la mano la fiesta del trabajo, el Primero de Mayo. Pero en un tiempo de desregulaci¨®n y deslegitimaci¨®n, la falta de unidad de acci¨®n por lo pol¨ªtico puede poner en riesgo seriamente los avances sociales y los propios derechos de los trabajadores, a tenor de los expertos.

Hern¨¢ndez Zubizarreta: "Hay una ofensiva a favor del capital"

Ni siquiera los accidentes en el trabajo concitan la unidad sindical

Juan Pablo Landa: "Existe un riesgo de que se rompa el derecho sindical"

H. Z.: "Se produce una ofensiva del capital con apoyo de los gobiernos"

El primer sindicato vasco, ELA, sigue fuera del CRL y de Hobetuz

Trasladar la particularidad pol¨ªtica al mundo sindical tiene cada vez mayores riesgos. El panorama sindical vasco refleja acentuada la brecha pol¨ªtica. A un lado se presentan las centrales nacionalista (ELA y LAB), que tampoco coinciden en su argumentario plenamente. Al otro lado se encuentran los sindicatos no nacionalistas (CC OO y UGT), que al menos celebran de la mano la fiesta del trabajo, el Primero de Mayo. Pero en un tiempo de desregulaci¨®n y deslegitimaci¨®n, la falta de unidad de acci¨®n por lo pol¨ªtico puede poner en riesgo seriamente los avances sociales y los propios derechos de los trabajadores, a tenor de los expertos.

El Tribunal Vasco de la Competencia ha logrado que los cuatro principales sindicatos vascos vayan unidos en una sola cuesti¨®n: el derecho a la libertad sindical recogido en el art¨ªculo 28 de la Constituci¨®n. Es, sin duda, la clave sobre la que se asienta toda la lucha por los derechos de trabajadores y es un principio reconocido por la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT). La investigaci¨®n del Tribunal Vasco de la Competencia, organismo dependiente del Departamento de Hacienda, sobre la apertura de los centros comerciales en domingos y festivos, ha logrado sellar una alianza entre ELA, CC OO, LAB y UGT en defensa de libertad sindical. Pero nada m¨¢s. Ni siquiera la importancia que las centrales dan a esta cuesti¨®n merece un Primero de Mayo en unidad. Se repetir¨¢ la foto de todos los a?os en Bilbao y la Gran V¨ªa acoger¨¢ manifestaciones de trabajadores separadas, una tras otra.

"El derecho del trabajo se ha desregularizado a favor del capital. Se est¨¢ produciendo una ofensiva a favor del capital. Existe una necesidad del movimiento sindical de aunar esfuerzos porque est¨¢n en una situaci¨®n de debilidad. Puede que exista una fractura sindical, pero debe darse un esfuerzo por reconocer al otro, la pluralidad. Todo el mundo est¨¢ legitimado", se?ala Juan Hern¨¢ndez Zubizarreta, profesor de la Escuela Universitaria de Relaciones Laborales de la UPV. Esta percepci¨®n no es suficiente para los sindicatos que se unen en la defensa de la libertad sindical y no son capaces de hacerlo tras la muerte de un trabajador en el tajo.

Existe una corriente liberal que recorre la Uni¨®n Europea que va en la misma l¨ªnea que est¨¢ intentando marcar el Tribunal Vasco de la Competencia: la preminencia de la libre concurrencia frente a la acci¨®n sindical. Juan Pablo Landa, catedr¨¢tico de Derecho del Trabajo de la UPV, se?ala que el equilibrio entre estos dos derechos ha llegado hasta el propio Tribunal de las Comunidades Europeas, con sede en Luxemburgo, y recuerda el caso Laval y el caso R¨¹ffer. Landa indica que si la presi¨®n sobre los l¨ªmites de la acci¨®n sindical ha llegado hasta la m¨¢xima autoridad judicial, c¨®mo no lo va a hacer ante un tribunal administrativo.

La empresa letona Laval un Partneri, que en 2004 decidi¨® desarrollar sus actividades en Suecia a trav¨¦s de una filial, mediante el desplazamiento de trabajadores letones, pero sin aceptar las condiciones laborales locales. Esta filial no pudo cumplir su contrato y reformar un colegio, porque tras el fracaso de las negociaciones con el sindicato local, los trabajadores bloquearon las obras y el sindicato de los electricistas interrumpi¨® el suministro. El juez ponente del caso en Luxemburgo defendi¨® la medidas de conflicto colectivo con el fin de obligar a un prestador de servicios extranjero a suscribir un convenio. Defendi¨® las medidas de conflicto colectivo frente a la directiva europea de trabajadores desplazados y de libre prestaci¨®n de servicios. Fracas¨® en su intento. El Tribunal dijo que no era l¨ªcito restringir "la libre prestaci¨®n de servicios" en nombre del "inter¨¦s general de la protecci¨®n de los trabajadores". Esta tesis se ratific¨® en el caso R¨¹ffer a primeros de este mes.

El Tribunal declar¨® incompatible con la directiva de trabajadores desplazados las disposiciones establecidas por el Estado alem¨¢n de Baja Sajonia, que obligaba a las empresas que contrataban a trabajadores de otros pa¨ªses a pagar los salarios seg¨²n su convenio colectivo.

Landa se?ala que la postura de la Comisi¨®n Europea es librecambista y que hasta el momento el Tribunal de Luxemburgo hab¨ªa sido garantista, pero que la llegada a la Corte de Justicia de los "nuevos liberales", los representantes de la Europa del Este, est¨¢n cambiando los limites de los derechos derivados de la libertad sindical. "Las autoridades pierden el miedo a los sindicatos, que no est¨¢n bien vistos. Existe un riesgo de que se rompa el derecho sindical con el desarrollo del liberalismo econ¨®mico. Es el enfrentamiento entre un derecho fundamental y una libertad econ¨®mica", indica Landa no sin recordar que Euskadi no se encuentra fuera de este dilema.

Hern¨¢ndez Zubizarreta ahonda en esta crisis y plantea los l¨ªmites en los que debe desarrollarse la acci¨®n sindical. Primero, fija un elemento clave: "La violencia no es tolerable. Ojal¨¢ hubiera un acuerdo sindical de rechazo a la violencia y a la voluntad de eliminar al rival". Dicho ¨¦sto, precisa que el actual momento necesita de una unidad de acci¨®n en la que debe jugarse con la concertaci¨®n, pero tambi¨¦n con instrumentos de confrontaci¨®n, con el uso de la huelga u otras medidas de presi¨®n.

El profesor considera que todas las reivindicaciones no deben te?irse con la "cuesti¨®n nacional" ya que impiden aunar esfuerzos. Pero tambi¨¦n reivindica como leg¨ªtimo pedir el cambio de marco y m¨¢s competencias en cuestiones laborales, como la Seguridad Social. Pide, en definitiva, un reequilibrio, una "cesi¨®n por ambas partes, pero no porque sea correcto sino porque es necesario". "Desde el punto de vista de los asalariados, la parte d¨¦bil debe sumar porque se est¨¢ produciendo una ofensiva del capital con el apoyo de los gobiernos", se?ala.

As¨ª aborda que deben ser tomados con normalidad los acuerdos entre sindicatos que presentan distintas opiniones pol¨ªticas en empresas y sectores; pactos como los que firman centrales de corte muy enfrentado como son LAB y UGT. Hern¨¢ndez Zubizarreta considera que la unidad sindical ante el Tribunal Vasco de la Competencia es "un hito" porque es inveros¨ªmil, a su entender, colocar la libre competencia por encima de la libertad sindical y, menos un ¨®rgano administrativo.

Mientras la defensa de la libertad sindical y el enfrentamiento total con el Gobierno flota como el elemento b¨¢sico de la reivindicaci¨®n de este Primero de Mayo -muy probablemente est¨¦ en el discurso de los principales l¨ªderes-; la realidad sindical vasca pasa por un desencuentro entre sindicatos por la construcci¨®n nacional. La ruptura es tan grave que los principales ¨®rganos de encuentro sindical funcionan de mala manera. El principal sindicato vasco, el nacionalista ELA, que supera el 40% de la representaci¨®n en Euskadi ha optado por prescindir del ¨®rganos como el Consejo de Relaciones Laborales (CRL) y Hobetuz (Fundaci¨®n Vasco de Formaci¨®n Continua). De esta ¨²ltima, tambi¨¦n se ha ido el sindicato de la autodenominada izquierda abertzale, LAB. Mientras el Consejo Econ¨®mico y Social, donde todas las centrales aguantan, vive a ritmo sosegado el desecuentro en el grupo sindical. ELA y LAB no descartan la salida de todos los ¨®rganos de encuentro y alegan que no hay "respeto por la mayor¨ªa sindical" y que es imprescindible el establecimiento de un nuevo marco de relaciones laborales.

En un momento de incertidumbre econ¨®mica por la crisis de liquidez en los mercados financieros y por el par¨®n en la construcci¨®n, los sindicatos vascos volver¨¢n a recorrer las calles de las capitales vascas por separado, sin cruzarse. Reclamar¨¢n un mayor control de la siniestralidad laboral y parar el liberalismo, pero lo har¨¢n en discursos separados.