Algunos desaf¨ªos del sindicalismo vasco
Como el conjunto del sindicalismo europeo, el movimiento sindical vasco se encuentra a la defensiva, experimenta un importante proceso de debilitamiento y sufre una crisis de orientaci¨®n. El pacto capital-trabajo generado en el marco del crecimiento econ¨®mico y el d¨¦bil y tard¨ªo desarrollo del Estado del Bienestar en la sociedad vasca se ha roto por el lado del capital. Los informes de las instituciones internacionales (OCDE, Comisi¨®n Europea..) y las estad¨ªsticas oficiales del Eustat reconocen que los empresarios se benefician de la reducci¨®n de impuestos, est¨¢ aumentando la brecha entre las rentas altas y bajas, y disminuye la participaci¨®n de los salarios en la renta. Se mantiene una temporalidad elevad¨ªsima en la contrataci¨®n laboral y la tasa de siniestralidad laboral, incluidas enfermedades profesionales que permanecen ocultas, alcanza proporciones escandalosas. Se ha parado la tendencia hist¨®rica a la reducci¨®n de la jornada de trabajo, mientras que aumentan las jornadas irregulares y el trabajo de noche y fin de semana, que dificultan cada vez m¨¢s la vida personal, familiar y social.
Es imprescindible un pacto de 'comportamiento' entre las centrales
Esas tendencias del mercado no se encuentran frenadas, sino m¨¢s bien lo contrario, por la acci¨®n de la administraci¨®n p¨²blica. En el caso de la comunidad aut¨®noma, el r¨¦gimen fiscal del Concierto se traduce en la reducci¨®n de impuestos a las empresas y una fiscalidad favorable a las rentas m¨¢s altas y las de capital (tipo ¨²nico del 18% para ¨¦stas, inexistencia de imposici¨®n sobre las herencias, anunciada desaparici¨®n del Impuesto de Patrimonio...), mientras que el gasto social sobre el PIB, se encuentra a la cola de la UE y es incluso inferior a la media estatal. La temporalidad en el empleo p¨²blico en sectores como la sanidad supera a la media del sector privado. La privatizaci¨®n y la subcontrataci¨®n se extienden en los servicios p¨²blicos y sociales, la universalizaci¨®n de ¨¦stos se encuentra en la pr¨¢ctica cuestionada por las f¨®rmulas de copago, y se muestra una acusada apat¨ªa e ineficacia para impedir los efectos sobre el empleo, los salarios y las condiciones de trabajo de las deslocalizaciones realizadas y de las amenazas de las mismas.
Esta dif¨ªcil situaci¨®n de la mayor¨ªa asalariada requerir¨ªa de una acci¨®n decidida y unitaria de las organizaciones sindicales, que exige acordar principios b¨¢sicos de funcionamiento. En primer lugar, el reconocimiento de la pluralidad, que conlleva diferentes formas de entendimiento de la acci¨®n sindical. Resulta evidente, sin embargo, que en ocasiones los l¨ªmites del sindicalismo de clase pueden ser traspasados bajo la coartada de la pluralidad. La barricada como l¨ªnea de separaci¨®n entre amigos y enemigos debe ser sustituida por barricadas, es decir, por temas concretos vinculados a necesidades sociales que permitan sumar fuerzas en cuestiones como la precariedad laboral, los accidentes laborales, la emigraci¨®n, el gasto social, la discriminaci¨®n laboral hacia las mujeres, etc. El reciente ejemplo de oposici¨®n de los cuatro grandes sindicatos (ELA, CC OO, LAB y UGT) a los requerimientos antisindicales del Tribunal Vasco de la Competencia con ocasi¨®n de la apertura de los grandes almacenes, puede y debe ser seguido de la actividad conjunta en temas, como el de la siniestralidad laboral, en los que es m¨¢s f¨¢cil el acuerdo. La confrontaci¨®n democr¨¢tica y radical necesaria para defender los intereses de los asalariados contrasta con el di¨¢logo social en fr¨ªo.
Es imprescindible un pacto de comportamiento entre los sindicatos sobre las reglas de funcionamiento, especialmente en la negociaci¨®n colectiva, que est¨¦ inspirada en que "no todo vale" en las relaciones sindicales. Reglas m¨¢s concretas pueden ser las de evitar los acuerdos firmados en minor¨ªa, establecer reglas trasparentes y estables sobre financiaci¨®n, aceptar el juego de las mayor¨ªas y el respeto de las minor¨ªas, el rechazo al hegemonismo sindical a cualquier precio -lo que incluye que es muy dif¨ªcil pretender un trato correcto en la comunidad aut¨®noma mientras que se utiliza el rodillo en las relaciones a escala estatal- y evitar los dobles raseros en la acci¨®n sindical y en la convocatoria de huelgas.
Mikel de la Fuente y Juan Hern¨¢ndez son pProfesores de la Escuela Universitaria de Relaciones Laborales de la UPV/EHU.
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