La pol¨ªtica cultural vasca deambula sin estrategia

La pregunta sobre cu¨¢l es la pol¨ªtica cultural del Gobierno vasco resuena con un potente eco en las paredes de los espacios art¨ªsticos del pa¨ªs, sobre todo cuando la imagen del icono y motor de la cultura, el museo Guggenheim, ha sufrido un duro golpe.

La reflexi¨®n sobre el deficiente control de los fondos p¨²blicos en ese museo, -tras la p¨¦rdida de seis millones de euros en una operaci¨®n fallida de cambio de divisas y el desfalco posterior de medio mill¨®n que se llev¨® Roberto Cearsolo, la mano derecha del director, Juan Ignacio Vidarte- ha derivado en otro debate sobre la huella cultural que est¨¢ dejando en la comunidad aut¨®noma el impulso de la consejera Miren Azkarate.

"Hay inactividad cultural provocada por la hiperactividad en el monotema"

"El Plan Vasco de la Cultura es un monumento te¨®rico"

El ex consejero de Cultura, ex portavoz del Gobierno y uno de los impulsores del Museo Guggenheim, Joseba Arregi, cree que el activismo cultural del Ejecutivo vasco est¨¢ muy por debajo de lo deseable: "Est¨¢n viviendo de los logros culturales de los gobiernos de coalici¨®n con el PSE", sostiene. En su opini¨®n hay una "total inactividad" en materia cultural "quiz¨¢s por la hiperactividad desplegada en el monotema" -en todo lo relacionado con el plan soberanista del lehendakari- "lo dem¨¢s ha desaparecido".

Efectivamente, la identificaci¨®n de la consejera con la portavoc¨ªa del tripartito (PNV, EA, EB) pero sobre todo con el plan Ibarretxe, el asunto que copa la mayor¨ªa del tiempo en sus intervenciones y del que hace unas defensas a ultranza, es total.

Pr¨¢cticamente nadie la identifica con la gesti¨®n, la promoci¨®n emocionada o la generaci¨®n de nuevos recursos culturales. La ¨²nica excepci¨®n se produce cuando se trata de defender en el Parlamento la nula responsabilidad pol¨ªtica de su consejer¨ªa en los ¨²ltimos esc¨¢ndalos financieros. Chapuzas a las que habr¨ªa que a?adir el descontrol y presunto robo de los fondos custodiados por la Fundaci¨®n Balenciaga. Entonces s¨ª se muestra vehemente: "?Qu¨¦ quiere, que dimita?, pues no", espet¨® Azkarate a la diputada socialista, Isabel Celaa, cuando esta le pidi¨® responsabilidades por la p¨¦rdida de seis millones de euros, en la compra de d¨®lares. "Por 20.000 euros te laminan en la empresa privada", asegura un auditor de Price Waterhouse.

Esos mil millones de pesetas que perdi¨® el Guggenheim equivalen a todo el presupuesto que Cultura dedicar¨¢ en 2008 a la pol¨ªtica de Juventud (5,5 millones) y es el 75% del que va a invertir en Deportes (9,6).

Un alto cargo p¨²blico que pas¨® por Cultura antes de Azkarate, y que prefiere mantenerse en el anonimato se limita a recomendar un libro a la consejera. "No veo nada nuevo respecto de los anteriores logros. Creo que es el momento de afrontar la situaci¨®n, le recomiendo que lea ?tica para n¨¢ufragos, de [Jos¨¦ Antonio] Marina".

Pero no s¨®lo quienes colocaron los pilares institucionales de la Cultura vasca y del deporte en Euskadi, impulsando el Guggenheim, Anoeta, la Alh¨®ndiga, y la renovaci¨®n del Museo de Bellas Artes de Bilbao, entre otras muchas infraestructuras, sino quienes conviven y trabajan en ese mundo cuestionan la falta de coordinaci¨®n y la ausencia de un aut¨¦ntico impulso por convertir el sector en estrat¨¦gico, con un aumento estrat¨¦gico de fondos.

El presupuesto de Cultura para 2008 creci¨® un 12% hasta los 271,7 millones. Pero lo hizo para absorber el crecimiento del de EITB que aument¨® un 19%.

"La pol¨ªtica cultural es reiterativa, no se reinventa, es complaciente con su gesti¨®n y suena a vieja, no hay aire fresco", critica el ex director de Arteleku, Santiago Eraso. Uno de los principales errores del departamento, cita Eraso, es la tendencia a sacar del control p¨²blico y externalizar determinados servicios culturales "porque se est¨¢n precarizando".

Entre EiTB y las aportaciones al Guggenheim se llevan m¨¢s del 65% del presupuesto de Cultura. "Los altos cargos rinden cuentas en sus consejos de Administraci¨®n, y eso reduce "la democratizaci¨®n de la cultura y el acceso y la participaci¨®n de los agentes sociales", critica Fernando Golvano, comisario, cr¨ªtico de arte contempor¨¢neo y profesor en la UPV. En su opini¨®n, el motor del departamento, el Plan Vasco de la Cultura, contiene ideas sugerentes, "pero no hay recursos". Curiosamente el primer Consejo Vasco de la Cultura, del que naci¨® en Plan vasco, vio la luz durante el mandato de Mari Carmen Garmendia al frente de la consejer¨ªa.

El departamento de Cultura, en una pr¨¢ctica que ya es habitual, evit¨® responder a las preguntas de EL PA?S.

"El Plan Vasco de la Cultura es un monumento te¨®rico", asegura la socialista Isabel Celaa, para quien "m¨¢s all¨¢ de la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica, la sociedad no sabe cuales son los objetivos culturales". El PSE ha apoyado tres leyes a Azkarate desde el inicio de esta legislatura -la anterior no aprobaron ninguna-. La Ley de Museos sali¨® adelante en diciembre de 2006, la Ley del Instituto Vasco Etxepare, en abril de 2007 y la Ley de Bibliotecas en octubre pasado.

De esas tres leyes han partido los principales proyectos tractores para el bienio 2007-2008. La Biblioteca de Euskadi se instalar¨¢ en el Edificio Koldo Michelena, de San Sebasti¨¢n, y el Archivo de Euskadi en el edificio Vesga de Bilbao en 2009.

Cultura, aunque depende m¨¢s de Educaci¨®n, se ha apuntado como proyecto tractor, la creaci¨®n del Centro Superior de Artes Esc¨¦nicas de Euskadi que se ubicar¨¢ en el edificio de la Alh¨®ndiga, en Bilbao. Sigue en proyecto el Instituto de Artes e Industrias Culturales.

Uno de los ide¨®logos y te¨®ricos del Plan de la Cultura, Ram¨®n Zallo concluye: "Es preciso generar un tejido cultural y comunicativo espeso que evite ser meros compradores y receptores de productos culturales y comunicaciones ajenas y globalizadas". Para el PP se trata de un gran objetivo, el problema es que en manos de Azkarate "se ha convertido en clientelismo. Azkarate es prepotente, y eso lleva a su departamento a ser ineficaces con premeditaci¨®n".