Compositora fascinante

En la soberbia m¨²sica de la compositora finlandesa Kaija Saariaho (Helsinki, 1952), el refinamiento y el virtuosismo orquestal nunca ahoga la belleza, el misterio y la poes¨ªa. No es otra cosa que pura poes¨ªa sonora su nueva obra para violonchelo y orquesta, Notes on light, encargo de la Orquesta Sinf¨®nica de Boston que la estren¨® el a?o pasado con el violonchelista Anssi Karttunen como solista. Hay que aplaudir su r¨¢pido estreno en Barcelona, con el extraordinario Karttunen y una muy inspirada direcci¨®n de Mart¨ªnez Izquierdo.

No hay secretos en la m¨²sica de Saariaho que Karttunen no conozca: tras a?os de intensa y fruct¨ªfera relaci¨®n art¨ªstica, sabe traducir cada detalle de su virtuosa y dificil¨ªsima escritura solista con una paleta de recursos t¨¦cnicos y expresivos sencillamente asombrosa. Dividido en cinco movimientos, Notes on light seduce por su energ¨ªa interior en un discurso sonoro que alterna tensiones, luces y sombras con un sentido concertante que abre inquietantes perspectivas en la compleja relaci¨®n entre el violonchelo solista y la masa orquestal. Karttunen estuvo colosal.

Para compensar la generosa raci¨®n de m¨²sica contempor¨¢nea, la OBC nos llev¨® de excursi¨®n a las monta?as descritas por Richard Strauss en su Sinfon¨ªa alpina, op. 64. Todo estuvo en su sitio, bien tocado, aunque habr¨ªa calado m¨¢s hondo con algo m¨¢s de reposo en los tempi, mayor efusividad l¨ªrica en el fraseo y menor contundencia sonora. Fue un Strauss notable, pero no excepcional.