Urkullu intenta impedir que la erosi¨®n de Ibarretxe agrave la pugna en el PNV

El PNV que lidera ??igo Urkullu busca un principio de acuerdo con los socialistas y con el presidente Zapatero que permita al lehendakari sortear "las arenas movedizas" en las que se ha situado con su hoja de ruta y la consulta. Un agujero que de mantenerse puede arrastrar un partido debilitado tras el batacazo del 9-M a unas elecciones anticipadas en Euskadi con una sensaci¨®n de "fin de ciclo nacionalista" en el Gobierno vasco.

"Sin pacto, el choque de locomotoras ser¨¢ con el PSE en las elecciones", se?alan

Pero Urkullu no quiere que el factor Ibarretxe le estalle internamente. De hecho, ese principio de acuerdo con los socialistas deber¨ªa servir como pista de aterrizaje para que el lehendakari module su propuesta en plazos y objetivos inmediatos. Una salida honrosa a la consulta. Porque el l¨ªder peneuvista no est¨¢ dispuesto a sacrificar a Ibarretxe, menos ahora que la causa penal contra ¨¦l sigue su curso y en las pr¨®ximas semanas se conocer¨¢ el tribunal encargado de juzgar al lehendakari, a los dirigentes del PSE Patxi L¨®pez y Rodolfo Ares y a cinco l¨ªderes de la ilegalizada Batasuna por sus reuniones durante la pasada tregua. Ese factor es de hecho uno de los temas en el que los dos sectores del PNV cierran filas.

Otra cosa es el tripartito, f¨®rmula que ha perdido 200.000 votos. Fue precisamente Urkullu, en agosto de 2007, cuando era portavoz de la direcci¨®n del PNV de Josu Jon Imaz, el que mostr¨® todo su "hartazgo" por las "deslealtades" de EA y EB hacia el lehendakari.

La imagen del "choque de locomotoras" utilizado por ??igo Urkullu la semana pasada en su conferencia en Madrid hace referencia al escenario menos deseado por Urkullu. Sobre todo porque "mostrar¨ªa la negativa de Zapatero a entreabrir la puerta al di¨¢logo y a un acuerdo posterior", interpretan en el PNV. "Ser¨¢ un choque con los socialistas en las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas. Cada uno con sus fuerzas y ver qui¨¦n las gana", a?aden esas fuentes. Y ah¨ª, el PNV ir¨ªa con Ibarretxe como cabeza de cartel: un candidato al que no dejan cumplir su propuesta del derecho a decidir y que, adem¨¢s, es llevado al banquillo de los acusados por practicar el di¨¢logo pol¨ªtico. Las dos promesas con las que concurri¨® a las ¨²ltimas elecciones vascas, en 2005.

En ese contexto, las declaraciones del diputado general de Vizcaya, Jos¨¦ Luis Bilbao (PNV), af¨ªn a Urkullu, en las que daba por amortizado el tripartito vasco, env¨ªan un mensaje claro a Ibarretxe. Pero suponen un problema interno para el sector oficial que lidera Urkullu y que hoy tendr¨¢ que explicar en la reuni¨®n de la Ejecutiva ante el dirigente soberanista Joseba Egibar. De ah¨ª que Urkullu se haya apresurado a sostener la validez del tripartito hasta 2009, adelant¨¢ndose a las cr¨ªticas de los soberanistas, y de paso avisar a los cargos institucionales que en cuesti¨®n de pactos, el EBB es el ¨²nico "competente".

Urkullu sigue a la espera de una llamada de Zapatero para mantener una reuni¨®n, que puede ser discreta o incluso secreta, si eso ayuda a allanar un acuerdo que posteriormente podr¨ªan escenificar Zapatero e Ibarretxe en Madrid. Fuentes de la direcci¨®n del PSE est¨¢n dispuestas a un acuerdo que no afecte a la perspectiva del PSE como alternativa al PNV. "Profundizar en el autogobierno y mejorar la convivencia" en Euskadi. Sin aventuras. Ese fue el compromiso del presidente en su investidura, recuerdan los socialistas.