"Asunto: me he muerto"

Si alg¨²n d¨ªa al abrir su correo electr¨®nico por la ma?ana se encuentra uno titulado "estoy muerto", no lo borre pensando que es un spam comercial o una broma de mal gusto. Es posible que alg¨²n conocido quiera comunicarle algo despu¨¦s de su muerte. No, no se trata de cibercaf¨¦s del m¨¢s all¨¢: las notificaciones p¨®stumas son un nicho, nunca la expresi¨®n fue tan literal, que en la econom¨ªa online se est¨¢ encargando de llenar sitios web como assetlock.net.

La idea es sencilla. ?Qui¨¦n no se ha preguntado alguna vez qu¨¦ ser¨¢ de sus cosas cuando haya muerto? ?Se acordar¨¢n de la cita del perro con el veterinario? ?Regar¨¢n las plantas antes de que se sequen? ?Encontrar¨¢n sus p¨®lizas de seguro? O, lo m¨¢s importante: ?le quedar¨¢n cosas por decir? Por una cuota anual (a partir de seis euros por 20 megabytes de espacio, aunque la m¨¢s popular es la de 19 euros por un giga, suficiente para dejar v¨ªdeos o archivos de sonido), cualquier persona con acceso a Internet puede abrir una cuenta en assetlock.net. All¨ª deja instrucciones para despu¨¦s de su fallecimiento: datos pr¨¢cticos -contrase?as del banco y correos electr¨®nicos-, requerimientos para su funeral, mails para sus seres queridos, o detalles tontos como la clave de la taquilla del gimnasio.

Entre otras cosas, Postexpression.com borra el rastro del paso por la Red

Una vez elegido el contenido hay que nombrar a los receptores: son la persona o personas que comunicar¨¢n a la web que el usuario ha pasado a mejor vida: "Una vez que el cliente fallece, su cuenta es desbloqueada por los receptores, y las entradas que ha creado son enviadas a sus destinatarios junto con los mails y las cartas", explica Calvin Harris, un programador de 52 a?os, fundador y presidente de assetlock.net, antes conocido como youdeparted.com, web con base en Nevada (Estados Unidos). En octubre de 2007 ten¨ªa 3.000 clientes y aspiraba a llegar al mill¨®n, pero actualmente guarda con celo datos como el n¨²mero, edad y procedencia de los registrados. Aunque hace meses confesaba que estaba sorprendido porque la mayor¨ªa de ellos no eran estadounidenses sino latinoamericanos.

Esta web, fundada en 2006, es una de las m¨¢s populares pero no la ¨²nica. Otras como letterfrombeyond.com o mylastemail.com est¨¢n pensadas para dejar mensajes, cartas de despedida p¨®stumas para familiares y amigos. Claro que para especializaci¨®n la de postexpression.com, que adem¨¢s de preocuparse por la muerte real tiene un ¨¢rea enfocada al m¨¢s all¨¢ de la existencia virtual: "Hay una generaci¨®n que no ha conocido su vida sin Internet. La gente de esta generaci¨®n envejece y muere dejando detr¨¢s sus redes, sus amigos online, sus comunidades, todas las evidencias de su vida conectado. Postexpression facilita el cierre de su existencia en la Red", escriben en su declaraci¨®n de intenciones.

Todas aseguran que la informaci¨®n est¨¢ encriptada con el mismo nivel de seguridad que los bancos y la Administraci¨®n p¨²blica. Harris se?ala que ni siquiera ¨¦l tiene acceso a las cuentas y que una firma de antihackers monitoriza el sitio para evitar ataques. Pero la garant¨ªa definitiva de confidencialidad es la "llave secreta", un c¨®digo que s¨®lo el cliente conoce y que si lo pierde u olvida no podr¨¢ recuperar. Tendr¨¢ que empezar de nuevo con el proceso de inscripci¨®n.

De hecho, parece que el mayor peligro de los sitios p¨®stumos est¨¢ en el mal uso por parte del usuario. Teniendo en cuenta que dentro de la p¨¢gina hay casillas para dejar mensajes a ex novios-as o ex jefes, no es raro pensar que algunos no sean precisamente cari?osos. "No controlamos los mails del cliente. Si quiere enviar mensajes de venganza, no podemos controlarlo. Cada uno debe manejar su cuenta como crea que es mejor", dice el presidente de assetlock.net, lav¨¢ndose las manos. Lo dicho: si le llega un mail titulado "estoy muerto", no lo tire... o s¨ª.