Ir¨¢n proh¨ªbe a Barbie, Harry Potter y Batman
El fiscal general iran¨ª advierte sobre los nefastos efectos de los juguetes occidentales
No est¨¢ claro qu¨¦ le molesta m¨¢s, si su silueta o lo que representa, pero al fiscal general de Ir¨¢n no le gusta Barbie. Ni la popular mu?eca, ni los superh¨¦roes Spiderman y Batman. Ni Harry Potter. En una carta dirigida al vicepresidente Parviz Davud¨ª, que la prensa iran¨ª difundi¨® ayer, el hoyatoleslam Ghorbam Al¨ª Dori-Nayafabad¨ª pide que se tomen medidas para proteger a los ni?os y j¨®venes de su "nefasta" influencia.
"La promoci¨®n de personajes como Barbie, Batman, Spiderman y Harry Potter (...) y la importaci¨®n sin control de CD de juegos y pel¨ªculas deber¨ªa alarmar a los responsables por sus nefastos efectos culturales y sociales", escribe Dori-Nayafabad¨ª. En su opini¨®n, los juguetes extranjeros "presentan un peligro para la salud de los ni?os" y "afectan a la supervivencia de las f¨¢bricas nacionales". Por ello pide que se encuentren "soluciones alternativas".
Parece complicado, en un pa¨ªs que, a pesar de la imagen antioccidental que proyecta su Gobierno, disfruta sin complejos de cualquier aportaci¨®n exterior que le gusta. Cuando en julio del a?o pasado se puso a la venta Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, caus¨® el mismo furor que en el resto del mundo, a pesar de su elevado precio comparativo.
De hecho, intentos anteriores para promocionar una mu?eca local, llamada Sara, no han logrado desbancar a Barbie. La versi¨®n local, mucho m¨¢s robusta de constituci¨®n, se presenta vestida con varios modelos de trajes regionales que tapan por completo piernas y brazos, adem¨¢s de llevar el correspondiente tocado. Sara carece del sex appeal de Barbie, cuyas curvas motivaron hace un par de a?os una campa?a que oblig¨® a los vendedores a cubrir su dibujo en la caja con adhesivos negros.
Como es habitual, pasado el primer momento, los vigilantes de la moral se olvidaron del asunto (aunque el sitio Internet de Barbie sigue bloqueado). Lo que preocupa ahora es que el empe?o del fiscal general se suma a otros similares contra lo que los sectores m¨¢s reaccionarios del r¨¦gimen iran¨ª tachan de "intoxicaci¨®n de valores occidentales". Bajo ese pretexto, se censuran libros, revistas, peri¨®dicos e incluso ropa.
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