Una avioneta cae junto a la M-40 y un barrio de 35.000 vecinos
Los dos pilotos mueren tras maniobrar para evitar las zonas peligrosas
"Han ido con el vuelo muy rasante y parec¨ªa que los motores estaban parados o que le estaban fallando. Algo muy raro les ha tenido que pasar". Manuel S¨¢nchez iba por la M-40 con un amigo de Legan¨¦s a Islazul, un nuevo centro comercial del distrito de Carabanchel. Pasaban unos minutos de las once de la ma?ana de ayer. Vio estrellarse una avioneta a 10 metros de la autov¨ªa. Y a dos pasos de un barrio entero (el PAU de Carabanchel, con 35.000 vecinos), el gran centro comercial, con 180 tiendas, y una gasolinera. Los dos ocupantes murieron.
La aeronave, una avioneta Cessna 310 con cinco plazas, perdi¨® el control cuando intentaba aterrizar en el aer¨®dromo de Cuatro Vientos. La pericia del piloto permiti¨® sacar el aparato de la M-40 y chocar contra un mont¨ªculo. El accidente se produjo a las 11.04 cuando la avioneta hab¨ªa regresado de hacer un examen. El instructor era el piloto Francisco Jos¨¦ Ruiz Cortezo, de 41 a?os, y como alumno, Adri¨¢n Munarri, de 26 a?os, que revalidaba su t¨ªtulo. Ambos ten¨ªan una amplia experiencia de vuelo.
Hicieron la maniobra de aproximaci¨®n hacia la pista 28 de Cuatro Vientos por el barrio de La Fortuna, en Legan¨¦s. Como el viento soplaba desde el oeste, el procedimiento de aterrizaje les oblig¨® a sobrevolar la M-40 y girar hacia la izquierda, por encima del PAU de Carabanchel. Fue precisamente a la altura del kil¨®metro 27, en el desv¨ªo hacia V¨ªa Lusitana, cuando se produjeron los primeros problemas, seg¨²n varios testigos.
"He visto que una avioneta empezaba a volar muy baja tras haber pasado muy cerca de los edificios. Iba volando de una forma muy rara", explic¨® Mar¨ªa de Miguel, una estudiante de Biolog¨ªa que regresaba de unas pr¨¢cticas en la Universidad de Alcal¨¢ de Henares. "Ven¨ªa perdiendo altura desde lejos. Desde luego, el piloto ha sido un profesional, porque le ha dado tiempo a sacar la avioneta de todas las zonas m¨¢s peligrosas", explic¨® Manuel S¨¢nchez.
Efectivamente, el piloto tuvo una gran pericia. Logr¨® sacar la Cessna de los puntos m¨¢s peligrosos. Salv¨® los edificios m¨¢s pr¨®ximos a la carretera. Evit¨® una gasolinera de BP que hay en el inicio de la V¨ªa Lusitana, junto al cementerio de Carabanchel. Muy cerca se encuentra tambi¨¦n el reci¨¦n inaugurado centro comercial Islazul, un complejo con 180 comercios y 4.100 plazas de aparcamiento. Pero, sobre todo, evit¨® la M-40, una v¨ªa con tr¨¢fico continuo a todas horas.
"Pens¨¦ que se trataba de un vuelo acrob¨¢tico, porque, cuando estaba descendiendo, no paraba de dar bandazos de un lado a otro. Luego ha empezado a hacer bucles y giros en redondo. Todo ha sido muy r¨¢pido, cuesti¨®n de segundos", destac¨® Mercedes, una vecina de Fuenlabrada que se dirig¨ªa a Islazul. "El piloto deb¨ªa saber que se ven¨ªa abajo, porque nosotros mismos nos hemos dado cuenta de que los motores le fallaban", a?adi¨®.La avioneta perdi¨® el contacto con la torre de control de Cuatro Vientos, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n. "Iba de lado a lado. Se ha dado cuenta de que pod¨ªa caer en la M-40 y ha ido girando la avioneta hasta sacarla de la zona de la carretera", a?ad¨ªa Quiterio, el acompa?ante de Mercedes, nervioso todav¨ªa por lo que acababa de ver.
Seg¨²n los testigos, la avioneta empez¨® a ladear sobre la parte derecha, como si hubiera sufrido un fallo en el motor izquierdo. Entr¨® en lo que se llama p¨¦rdida, con el consiguiente descenso de altura. La habilidad del piloto le permiti¨® meter la aeronave entre dos farolas de la incorporaci¨®n de la M-425 (Legan¨¦s-Carabanchel) hacia la zona sur de la M-40. La mala suerte hizo que no tuviera suficiente altura y se empotrara de morro contra un talud. Despu¨¦s cay¨® a plomo con la panza. "La ca¨ªda ha sido muy fuerte. Nos hemos asustado mucho porque no sal¨ªa nadie y pens¨¢bamos que iba a explotar la avioneta de un momento a otro", explic¨® Mercedes. En ese momento pasaba un coche gris por la incorporaci¨®n de la M-425.
El tel¨¦fono de emergencias 112 recibi¨® 50 llamadas en una hora. Al lugar se desplazaron los bomberos del Ayuntamiento de Madrid, ambulancias del Samur y agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y de la Polic¨ªa Municipal. Cuando llegaron los bomberos, los dos ocupantes de la avioneta ya hab¨ªan fallecido, seg¨²n inform¨® el jefe de guardia, Jos¨¦ Luis Legido.
Los bomberos tuvieron que esperar hasta la llegada del juez de guardia y del forense para extraer los cad¨¢veres. Fue una maniobra muy dif¨ªcil, porque la avioneta qued¨® destrozada y los dos pilotos estaban atrapados entre los hierros. Los bomberos tuvieron que romper el techo de la aeronave y sacarlos por ah¨ª.
Al lugar del accidente acudieron amigos y conocidos de los dos fallecidos, en especial del piloto m¨¢s joven. Uno de ellos, Emmanuel, que fue alumno de Adri¨¢n Munarri, destac¨® que su profesor era "un aut¨¦ntico profesional". "Jam¨¢s se arriesgaba, y si ve¨ªa algo peligroso, decid¨ªa no salir. Ante el m¨ªnimo error o duda, prefer¨ªa quedarse en tierra. Han debido de tener alg¨²n problema que les ha pillado de improviso", destac¨®. "Como m¨ªnimo, llevaba m¨¢s de dos a?os como instructor", a?adi¨®.
El accidente provoc¨® graves problemas de circulaci¨®n, en especial en la salida de Legan¨¦s por la M-425. La Guardia Civil de Tr¨¢fico desvi¨® la circulaci¨®n por la V¨ªa Lusitana y por el sentido contrario de la M-40 con el fin de dejar espacio libre para que trabajara la Polic¨ªa Cient¨ªfica y los t¨¦cnicos de investigaci¨®n de accidentes de la Direcci¨®n General de Aviaci¨®n Civil.
La avioneta fue levantada por una potente gr¨²a a las 16.30, cuando se retir¨® del lugar del accidente. Los cortes de tr¨¢fico se mantuvieron durante la tarde.
El vuelo por pasi¨®n
Francisco Jos¨¦ Ruiz Cortezo, de 41 a?os, ten¨ªa una gran pasi¨®n: el vuelo. "Se prepar¨® para la Academia del Aire del Ej¨¦rcito, pero no aprob¨®. Con mucho dinero y con mucho esfuerzo, se sac¨® el t¨ªtulo profesional de piloto. Siempre hab¨ªa sido su pasi¨®n". As¨ª le describ¨ªa uno de sus hermanos.
Ruiz era el cuarto de seis hermanos. Resid¨ªa, como el resto de la familia, en Getafe. Casado y con dos ni?as, hab¨ªa logrado entrar en la compa?¨ªa Clickair, una filial de Iberia. "Ha muerto en lo que le gustaba: volando. Era una persona encantadora, un padre de familia extraordinario y una persona que nunca causaba problemas. ?Qu¨¦ m¨¢s se puede decir de ¨¦l?", contaba otro hermano.
Los familiares de Ruiz aseguraron que se enteraron de la noticia a trav¨¦s de unos amigos que vieron el accidente en la televisi¨®n. La confirmaci¨®n de la polic¨ªa la recibieron a las 16.30.
Los padres del otro fallecido, Adri¨¢n Munarri, de 26 a?os, viajaron ayer por la tarde desde la localidad en la que residen, Tudela (Navarra). Los conocidos que estuvieron en el lugar del accidente por la ma?ana destacaron su profesionalidad.
Munarri tambi¨¦n era instructor de vuelo, se examinaba para mantener su licencia de piloto y estaba a la espera de entrar en una aerol¨ªnea comercial.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.