El limitado poder del alcalde de Londres
Pese a manejar un presupuesto de 11.500 millones, depende de los distritos
El cargo de alcalde de Londres tiene una gran importancia pol¨ªtica porque es el ¨²nico de las grandes ciudades brit¨¢nicas elegido directamente por los ciudadanos. Aunque maneja un presupuesto anual de m¨¢s de 9.000 millones de libras (11.500 millones de euros), sus poderes son m¨¢s limitados que los de un alcalde espa?ol porque la capital brit¨¢nica est¨¢ muy descentralizada y gran parte de las competencias las ejercen los distritos, cuyos concejales se van renovando en elecciones completamente diferenciadas.
El alcalde tiene la responsabilidad de coordinar las pol¨ªticas de mejora de la ciudad. Sus competencias se ci?en a gestionar el transporte p¨²blico, la polic¨ªa y los bomberos y promover la econom¨ªa de Londres como portavoz de la capital, representando a la ciudad tanto en el Reino Unido como en el extranjero. Est¨¢ obligado a coordinarse con los distritos municipales para garantizar que los planes de ¨¦stos sean coherentes con los planes generales de la ciudad.
El alcalde no tiene poderes sobre numerosos servicios ciudadanos, que dependen de los distritos municipales, como vivienda p¨²blica, escuelas, servicios sociales, hospitales, limpieza, impuesto municipal, multas de aparcamiento y permisos o certificados de nacimiento, muerte y matrimonio.
Del alcalde dependen los presupuestos de la compa?¨ªa de transportes (London Transport), la Autoridad de la Polic¨ªa Metropolitana, la Autoridad de Planificaci¨®n de los Bomberos y Emergencias de Londres y la Agencia de Desarrollo de Londres. Pero la polic¨ªa depende en realidad de su comisario jefe, nombrado por el Gobierno, y de las directrices del Ministerio del Interior.
Los transportes son el plato fuerte del alcalde y Ken Livingstone ha ejercido a fondo esos poderes en sus ocho a?os como alcalde. Ha introducido con ¨¦xito un peaje urbano para reducir el acceso de veh¨ªculos al centro de la ciudad y ha renovado y ampliado el servicio de autobuses.
Pero la extensi¨®n de la zona de peaje a un amplio sector del oeste de la ciudad -incluyendo los se?oriales barrios de Chelsea y South Kensington-, el aumento del peaje de las iniciales cinco libras diarias a ocho (de 6,38 euros a 10,21) y la decisi¨®n de triplicar el peaje a los veh¨ªculos m¨¢s contaminantes (que desde octubre deber¨¢n pagar casi 32 euros diarios para circular por el centro) han provocado una gran controversia.
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