V¨ªctimas inocentes e indefensas
El maltrato infantil ha existido siempre, pero los continuos avances sanitarios y las mejoras sociales han hecho desaparecer otros problemas de salud, y han convertido a ¨¦ste en uno de los de m¨¢ximo inter¨¦s social. Una reciente noticia de incesto continuado unido a secuestro, ha convulsionado nuestras conciencias sin que, como sociedad, podamos entender lo que ocurre y por qu¨¦ ocurre.
El origen del problema es muy complejo, multifactorial y por esto, dif¨ªcil de erradicar. La consecuencia de toda situaci¨®n de maltrato es la aparici¨®n de v¨ªctimas, unas v¨ªctimas que padecen un da?o que costar¨¢ reparar.
Mucha gente, los propios jueces en ocasiones, no entiende el por qu¨¦ la v¨ªctima no se defendi¨®. Para ello, es necesario ocupar su lugar, sobre todo, cuando el agresor es alguien cercano, querido por ella. Si hablamos de maltrato f¨ªsico, y en general, cualquier forma de maltrato, el agredido suele ser un ni?o peque?o, menor de tres a?os, que depende totalmente de quien le agrede, y por tanto, incapaz de resistirse, de protegerse, de entender lo que le pasa. En las situaciones de abuso sexual intrafamiliar, el abusador es alguien pr¨®ximo, poderoso y querido: el padre, el padrastro, el abuelo, etc. Es f¨¢cil adivinar que el ni?o est¨¢ sometido al poder del agresor que utiliza todas sus armas para enga?ar, conquistar, amenazar y equivocar al peque?o. Por esto, muchas veces, los abusos duran a?os hasta que, un d¨ªa, algo o alguien les hace ver lo que est¨¢ ocurriendo. Es entonces cuando algunos, no todos, son capaces de explicarlo, de destapar el secreto, aunque esto no es sin¨®nimo de soluci¨®n.
El conocimiento de los hechos suele provocar una hecatombe en el entorno del ni?o. La familia se desmorona, se descompone. Unos est¨¢n a favor del ni?o, otros del agresor. Pueden surgir problemas econ¨®micos, si el maltratador es el sustento familiar. Hay miedo de que se cumplan las amenazas. Queda por vivir todo un calvario de preguntas, exploraciones, declaraciones. A lo mejor, para protegerlo, hay que aislar al ni?o de la familia. Ante todo este c¨²mulo de problemas hay ni?os que dicen cosas como "hubiese sido mejor no contar lo que pasaba", "si yo me hubiese callado, esto no hubiese ocurrido", "si yo no estuviese aqu¨ª, todo esto no pasar¨ªa y todos ser¨ªan felices". La v¨ªctima se siente culpable.
Dif¨ªcil ser¨¢ eliminar cualquier forma de maltrato o de maltratador, pero s¨ª que podemos contribuir a que el sufrimiento sea menor. Los ni?os que relatan un maltrato deben ser cre¨ªdos. Los profesionales, del ¨¢mbito m¨¦dico, social, judicial, policial, el que sea, que tratan con ellos, deben ser muy expertos, competentes y con tacto. La sociedad debe poner y adecuar los recursos necesarios para que estas v¨ªctimas inocentes e indefensas no lo sigan siendo una vez que se conoce lo que ha sucedido. Creo que ¨¦ste, es un objetivo alcanzable.
Jordi Pou es jefe de servicio del hospital Sant Joan de D¨¦u de Barcelona.
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