Dos modelos opuestos

Cuando ide¨® el sistema del bicing, el Ayuntamiento apost¨® por una bicicleta m¨¢s fr¨¢gil y liviana, seg¨²n explica Jordi S¨¢ez, director de Clear Channel. Par¨ªs, Lyon y Sevilla, explotadas por JC Decaux, se inclinaron, sin embargo, por veh¨ªculos m¨¢s fuertes y robustos. "No quiere decir necesariamente que sean m¨¢s caros. A veces sucede justamente lo contrario", explica S¨¢ez cuando se le plantea la sensaci¨®n de que las bicicletas de esas ciudades parecen de mejor calidad. Dicen en Francia que cuestan alrededor de 300 euros. "Cuestan eso y m¨¢s, tanto las de la marca francesa como las de Clear Channel. ?Se dice que las nuestras cuestan 60 euros? ?Con eso no pagar¨ªamos ni los cambios. Si fueran tan baratas, no resistir¨ªan los 12 o 14 viajes que hacen al d¨ªa con una media de 20 minutos por uso. Lyon fue la ciudad que inspir¨® a Barcelona para instalar el bicing. El v¨¦loV, que se implant¨® en mayo del a?o 2005, cuenta con 60.000 abonados. Par¨ªs le imit¨® con el velib' en julio de 2007 y supera los 150.000 usuarios. Sevilla lo inaugur¨® en septiembre y tiene 20.000 inscritos. En el Ayuntamiento de Sevilla admiten haber sufrido disfunciones en el servicio y ya van por la sexta evoluci¨®n de la bicicleta.

En Lyon y Par¨ªs, el sistema tambi¨¦n tuvo fallos, pero hoy ya se han resuelto, a pesar de la falta de bicicletas y espacio, un problema com¨²n a todas las ciudades que disponen de bicicletas p¨²blicas. Nina Comeau, abonada del velib', explica que "al principio hubo problemas, pero se solucionaron r¨¢pido. Ahora, lo ¨²nico que pasa es que faltan bicis y aparcamientos".

Los modelos de funcionamiento son distintos. Barcelona ha querido, pese al fastidio de algunos turistas, que el servicio sea utilizado exclusivamente por residentes en la ciudad y que se ajuste al horario del metro. No es el caso de las otras tres ciudades, que permiten utilizar el servicio las 24 horas. El abono anual en Sevilla cuesta 10 euros, con la opci¨®n de arrendar bicicletas por semana a cinco euros. En Par¨ªs, al a?o cuesta 29 euros, y en Barcelona, 24. Por volumen de usuarios, Barcelona es ahora el referente mundial en este servicio p¨²blico. Quiz¨¢ por eso no se ha librado de que el malestar de muchos usuarios est¨¦ reflejado en la red con alguna p¨¢gina web de quejas que juega con el nombre y con el color del bicing.