Filosof¨ªa a ritmo de Rufus Wainwright
Cuatro grandes pensadores europeos disertan en el festival Murcia SOS 4.8
Se ha celebrado hasta ayer en Murcia SOS 4.8, Festival Internacional de Acci¨®n Art¨ªstica Sostenible, una efem¨¦ride musical en el que han participado, entre otros, Kaiser Chiefs, Rufus Wainwright y The Chemical Brothers. El certamen ha tenido tambi¨¦n un subsector filos¨®fico, centrado en las conferencias del soci¨®logo franc¨¦s Gilles Lipovetsky, los fil¨®sofos Gianni Vattimo y Slavoj Zizek, y el ensayista Simon Critchley. Cada una de estas notorias figuras del pensamiento plante¨® su cr¨ªtica a la contemporaneidad desde el punto de vista de la relaci¨®n entre consumo y felicidad.
No s¨®lo es efervescente el pensamiento del esloveno Zizek y su aproximaci¨®n psicoanal¨ªtica a los problemas de la pol¨ªtica y la filosof¨ªa, sino tambi¨¦n su presencia: con apariencia de capit¨¢n Haddock canoso y presa de curiosos tics, entre los cuales los m¨¢s conspicuos son los tirones a su camiseta y los fregoteos de la nariz, Zizek cautiva a las audiencias -como ayer a la de Murcia- con un discurso que se distingue por su atenci¨®n por desmontar los a prioris de la correcci¨®n pol¨ªtica, de las ideas tranquilizadoras, y que se ilustra continuamente, a modo de met¨¢foras, con chistes.
"Necesitamos una ecolog¨ªa tambi¨¦n del esp¨ªritu", dice Gilles Lipovetsky
Los chistes y el humor, para este pensador lacaniano, no sirven s¨®lo para hacer troncharse a las audiencias o como paradojas reveladoras de la complejidad de la contradictoria psique humana, lo que ya ser¨ªa mucho; sino tambi¨¦n para afrontar los grandes retos del momento, como la alerta ecol¨®gica o la inmigraci¨®n. En el fondo, uno no es racista, casi nadie lo es; lo que sucede -dec¨ªa ayer Zizek- es que no soporta el ruido que hace el nuevo vecino, ni la clase de comida que cocina. Y la tolerancia que se receta para resolver el posible conflicto, la regulaci¨®n de derechos y deberes para mantener al otro a cierta distancia higi¨¦nica, no es sino una m¨¢scara de la intolerancia: "Mantente a cierta distancia, respeta mi intolerancia hacia ti".
A prop¨®sito de la sostenibilidad -tema del festival-, Zizek apunt¨® que las pol¨ªticas paliativas del consumo, los movimientos ecol¨®gicos y las buenas pr¨¢cticas individuales de reciclaje de residuos refuerzan la depredaci¨®n de la naturaleza al tranquilizarnos sobre la cat¨¢strofe ecol¨®gica.
Lipovetsky desarroll¨® la tesis, expuesta en libros como Los tiempos hipermodernos y Ensayo sobre la sociedad del hiperconsumo, de que nuestro tiempo se caracteriza por el funcionamiento del mercado a todas horas y en cualquier rinc¨®n del mundo (especialmente desde que existe la posibilidad de comprar en Internet) y por la posesi¨®n de varios bienes de la misma gama -varias televisiones, tel¨¦fonos, ordenadores- en cada n¨²cleo familiar, que facilita el consumo "hiperindividualista"; esta clase de consumo ya no se orienta a la obtenci¨®n de confort o a la ostentaci¨®n de riqueza sino al placer del sujeto en una sociedad individualista, y, en el fondo, a la persecuci¨®n de la felicidad.
Pero lo persigue en vano, dice Lipovetsky, pues lo caracter¨ªstico de nuestro tiempo "hipermoderno" es la angustia, ansiedad ante el futuro, frustraci¨®n, insatisfacci¨®n, la conciencia de que los hijos vivir¨¢n peor que los padres, fundada angustia por la depredaci¨®n de los recursos de la naturaleza, e incluso aumento de las tasas de depresi¨®n y suicidio...
"Hay algo en el exceso consumidor no s¨®lo inmoral, sino tambi¨¦n triste", concluy¨® Lipovetsky, proponiendo como gran tarea del siglo XXI "una ecolog¨ªa no s¨®lo de la naturaleza, sino del esp¨ªritu".
El italiano Gianni Vattimo sugiri¨® que una de las razones de la infelicidad provocada por la cultura hiperconsumista es que vivimos dentro de la fortaleza, "pero la idea de vivir ah¨ª dentro se va a hacer m¨¢s y m¨¢s desagradable. La infelicidad de la que hablaba Lipovetsky es tambi¨¦n eso".
El autor de Nihilismo y emancipaci¨®n se pregunt¨®: ?c¨®mo vamos a cambiar nuestros h¨¢bitos de consumo, encerrados en un mundo donde la informaci¨®n es controlada y la disidencia reprimida de inmediato? Vattimo pronostic¨® que en el siglo XXI no habr¨¢ revoluciones, "aunque s¨®lo sea porque las fuerzas conservadoras son demasiado fuertes", y por consiguiente en lo que hay que pensar es en la reforma del capitalismo mediante la vuelta a una "conflictualidad continua" pol¨ªtica, una "producci¨®n de crisis end¨¦micas", menos catastr¨®ficas que una revoluci¨®n ahora impensable.
Babelia
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