Pol¨ªticos de un mill¨®n de euros
El paso de la pol¨ªtica a la empresa privada apenas tiene dificultad - El Gobierno se autocontrola en casos de conflicto de intereses de altos cargos - La ley nunca ha establecido verdaderos mecanismos para impedirlos
El presidente del Gobierno se declar¨® "desagradablemente sorprendido", aunque no se ha pronunciado en p¨²blico. Para Mariano Rajoy es "inaceptable y muy poco serio". A Gaspar Llamazares le parece "impresentable". Las grandes constructoras le han ofrecido a David Taguas, ex director de la Oficina Econ¨®mica del Presidente, que sea el nuevo presidente de su lobby, Seopan. Taguas estaba hace s¨®lo cuatro meses en un puesto privilegiado, con acceso a todos los resortes de la pol¨ªtica econ¨®mica, la visible y la invisible, de Espa?a. No hay pr¨¢cticamente pol¨ªticos, especialmente socialistas, a quienes se les pregunte estos d¨ªas y, en privado, no pongan el grito en el cielo.
Es extra?o. Si a los pol¨ªticos les parece un esc¨¢ndalo, y los pol¨ªticos hacen las leyes, ?por qu¨¦ es legal? La noticia se conoc¨ªa un d¨ªa despu¨¦s de que Eduardo Zaplana anunciara que deja su esca?o en el Congreso para ser ejecutivo de Telef¨®nica. S¨®lo Izquierda Unida se quej¨® de "esos t¨²neles entre la pol¨ªtica y la empresa". El caso de Zaplana es impecable legalmente. Como dice un jurista especializado en incompatibilidades p¨²blicas: "Lo de Zaplana en Telef¨®nica ser¨ªa una incompatibilidad de libro... si fuera diputado. Al d¨ªa siguiente de dejar el esca?o, ya no".
"Si la Oficina de Conflictos aprueba lo de Taguas, deber¨ªa cerrar"
"La clase pol¨ªtica est¨¢ muy mal pagada", dice un ex ministro
"Tiene que volver a ganarse la vida", alega el entorno de David Taguas
Las empresas contratan a ex pol¨ªticos por su red de contactos
La Ley Electoral, el texto de referencia en este caso, es muy estricta y exhaustiva en cuanto a las actividades privadas incompatibles con ser diputado o senador. Pero no hay ninguna incompatibilidad ex posto, tras cesar, cualquiera que sea la responsabilidad o el ¨¢rea tem¨¢tica que haya defendido el parlamentario. Se considera que el Legislativo tiene mucha menos capacidad de influencia que el Ejecutivo.
El caso de Taguas, economista de prestigio que proced¨ªa del servicio de estudios del BBVA, ofrece m¨¢s dudas. La Ley 5/2006, Reguladora de Conflictos de Intereses de los Altos Cargos, conocida como ley de incompatibilidades, trat¨® de llenar algunos vac¨ªos de las anteriores (1983, 1991 y 1995). Por ejemplo, fij¨® por primera vez sanciones efectivas para las empresas y los ex altos cargos si incurr¨ªan en incompatibilidades. Antes no hab¨ªa sanciones.
Tambi¨¦n deja muy claras las actividades privadas que son incompatibles con los altos cargos. Pero dedica muy poco a las incompatibilidades despu¨¦s de dejarlos. Dice que en los dos a?os siguientes a cesar no pueden trabajar para "empresas o sociedades" relacionadas con las competencias de su cargo. Por ejemplo, existe incompatibilidad si ha "intervenido en sesiones de ¨®rganos colegiados en las que se hubiera adoptado alg¨²n acuerdo en relaci¨®n con dichas entidades".
El director de la Oficina Econ¨®mica del Presidente es miembro de la Comisi¨®n Delegada del Gobierno para Asuntos Econ¨®micos, donde se toman acuerdos sobre todas las decisiones econ¨®micas del Gobierno, entre ellas los planes de vivienda protegida o los contratos de obras p¨²blicas.
Para irse a defender a las grandes constructoras, Taguas ha enviado, de acuerdo con la ley, una comunicaci¨®n a la Oficina de Conflictos de Intereses, que debe emitir un dictamen sobre si vulnera la ley de incompatibilidades. Seg¨²n una comunicaci¨®n previa de la que Taguas dispone, no la vulnera. Fuentes cercanas al ex alto cargo se?alan que no incurre en incompatibilidad porque no se incorpora a una empresa sino a una asociaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro (aunque ¨¦sta trabaje para empresas que s¨ª lo tienen).
?ste es el an¨¢lisis de un ex alto cargo socialista, sometido a las mismas leyes que Taguas: "Si la Oficina de Conflictos da su visto bueno al fichaje de Taguas, deber¨ªa cerrar a continuaci¨®n".
La Oficina que tiene que dar permiso a Taguas depende de la ministra de Administraciones P¨²blicas, que depende del presidente. Es decir, es el propio Gobierno el que controla las incompatibilidades de los altos cargos. Durante la tramitaci¨®n de la ley de incompatibilidades, el PP e IU intentaron reforzar las garant¨ªas de independencia de esta oficina, y pidieron que dependiera del Congreso de los Diputados. "Es evidente que la autotutela de la Administraci¨®n no tiene, en un sistema democr¨¢tico, la suficiente transparencia, por muy voluntariosa y esforzada que sea", dijo el diputado del PP Julio Padilla.
El PSOE, en nombre del Gobierno, se neg¨® a tal cosa con el argumento de que "no es razonable que el Parlamento invada la gesti¨®n de un posible conflicto de intereses", en palabras del diputado ?ngel Mart¨ªnez. "Nadie le podr¨¢ decir a la Oficina de Control de Intereses c¨®mo tiene que comportarse en relaci¨®n a una determinada petici¨®n", a?adi¨®. Con el caso de Taguas sobre la mesa, un ex alto cargo socialista reconoce ahora que "parece razonable" lo que ped¨ªan IU y el PP.
Pero, adem¨¢s, la ley establec¨ªa que en el plazo de cuatro meses se aprobar¨ªa un reglamento de desarrollo que detallar¨ªa las garant¨ªas para el control de intereses y otros asuntos, como la publicaci¨®n de las declaraciones de bienes de los altos cargos. La ley se aprob¨® el 10 de abril de 2006. El reglamento a¨²n duerme en alg¨²n caj¨®n.
La ¨²nica vez, en la pasada legislatura, que se abri¨® un expediente por incompatibilidad fue en el caso de Alfredo Timmermans, ¨²ltimo director de Comunicaci¨®n del Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que tras la derrota electoral pas¨® a ser, tambi¨¦n, ejecutivo de Telef¨®nica. El expediente se cerr¨® tras declarar la compa?¨ªa que sus actividades no tendr¨ªan relaci¨®n con Espa?a.
La ley ven¨ªa tras un largo historial de saltos a la empresa privada desde puestos de responsabilidad p¨²blica. Casi a la misma hora en que el martes se supo que Eduardo Zaplana fichaba por Telef¨®nica, se celebraba en la sede de La Caixa en Barcelona la reuni¨®n constitutiva del Consejo Asesor de Criteria, un grupo inversor de La Caixa. Estaba presidido por Rodrigo Rato. El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional y antiguo vicepresidente econ¨®mico con Aznar hab¨ªa iniciado el camino hacia la empresa privada meses antes que Zaplana. Desde que el pasado octubre dej¨® su cargo en Washington ya ha acumulado tres puestos en las finanzas (Banca Lazard, Santander y Criteria).
Las empresas contratan a ex pol¨ªticos para aprovechar su red de contactos. Con el fichaje de Rato, Criteria buscaba "abrir puertas" para la expansi¨®n internacional de La Caixa, seg¨²n apuntan fuentes de la entidad. De la misma forma definieron su tarea en Lazard -"abrir puertas"- cuando se anunci¨® su fichaje en diciembre. En cuanto a Zaplana, Telef¨®nica pretende que facilite los negocios en la UE, especialmente en Italia, por su buena relaci¨®n con Silvio Berlusconi.
Tambi¨¦n se pueden fichar la agenda y la experiencia internacional de las m¨¢ximas autoridades. El ex presidente del Gobierno Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar es miembro de los consejos de News Corporation (propiedad del magnate de los medios Rupert Murdoch) y del fondo de inversi¨®n de alto riesgo Centaurus. El ex primer ministro brit¨¢nico Tony Blair ha fichado por el banco de inversi¨®n JPMorgan, y el ex canciller alem¨¢n Gerhard Schr?der est¨¢ ahora a sueldo de Gazprom, la gasista rusa de la que depende la energ¨ªa de media Europa.
En el nivel de ministro, est¨¢n la ex titular de Medio Ambiente Isabel Tocino (consejera del Banco Santander); Francisco ?lvarez-Cascos, ex vicepresidente y ex ministro de Fomento (que fund¨® junto con el ex secretario de Estado de Infraestructuras Benigno Blanco la asesora para constructoras Spineq); o el ex ministro de Defensa y vicepresidente con Felipe Gonz¨¢lez, Narc¨ªs Serra (que es presidente de Caixa Catalunya y miembro del consejo de administraci¨®n de Gas Natural).
Entre los presidentes auton¨®micos, el a?o pasado el balear Jaume Matas se fue como ejecutivo del grupo hotelero Barcel¨® tras perder las elecciones. Menos de un a?o antes, su Gobierno hab¨ªa adjudicado un macroproyecto urban¨ªstico a esa firma.
"Las empresas buscan personas con una cartera de relaciones de alto nivel. Esto es l¨®gico. Otra cosa es que, dependiendo de las expectativas que las empresas tengan, se superen los l¨ªmites de lo ¨¦tico. Entre el aprovechamiento de la red de contactos y el tr¨¢fico de influencias hay una distancia considerable", afirma Francisco Longo, profesor del Instituto de Direcci¨®n y Gesti¨®n P¨²blica de ESADE.
De la misma opini¨®n es Ram¨®n J¨¢uregui, secretario general del PSOE en el Congreso de los Diputados. En la pasada legislatura fue portavoz en una Subcomisi¨®n parlamentaria sobre Responsabilidad Social de la Empresa: "Saber a quien llamar, asesorarse, eso forma parte del saber tambi¨¦n. Y no tiene por qu¨¦ ser malo", subraya.
Lo que no le gusta al socialista son los salarios que se pagan. "Eso empieza a llamar la atenci¨®n negativamente. Es posible que la clase pol¨ªtica espa?ola no est¨¦ bien remunerada, pero eso es al margen". Por ejemplo, Zaplana cobrar¨¢ entre 600.000 euros y un mill¨®n al a?o en Telef¨®nica. Hasta marzo, como portavoz parlamentario percib¨ªa unos 74.000 euros brutos anuales.
"Se gana m¨¢s dinero", reconoce un ex ministro de Aznar. A continuaci¨®n, afirma: "La clase pol¨ªtica en Espa?a est¨¢ mal pagada. Nunca hemos tenido el coraje, ni UCD, ni PSOE, ni PP de plantear un nivel retributivo similar al de los pa¨ªses del entorno pr¨®ximo". El presidente del Gobierno cobra actualmente 87.000 euros brutos anuales. Un ministro, 77.000. Un secretario de Estado como era Taguas, 72.000 euros. Un diputado base cobra unos 40.000 euros, aunque se ven complementados por muchos conceptos.
Fuentes cercanas a Taguas tambi¨¦n argumentan en este sentido: "Ahora que ha dejado el cargo ten¨ªa que volver a ganarse la vida, ?qu¨¦ se esperaba, que dejase el pa¨ªs o que se metiera cura?".
La pensi¨®n p¨²blica por cesant¨ªa es hasta un m¨¢ximo de dos a?os, por eso es tambi¨¦n el periodo en el que los ex altos cargos deben abstenerse de trabajar. Pero s¨®lo es para los ministros y los secretarios de Estado: unas 30 personas en cada Gobierno. Por debajo de ellos hay directores generales, secretarios generales y subsecretarios. A todos ellos, unas 300 personas, se les considera altos cargos y se les aplica la incompatibilidad de dos a?os para pasar a empresas de su ¨¢mbito, pero durante ese tiempo no cobran pensi¨®n.
Durante la tramitaci¨®n de la ley de incompatibilidades, s¨®lo CiU se atrevi¨® a sacar el tema de los sueldos. "Si a?adimos m¨¢s trabas de las necesarias, vamos a impedir que gente competente asuma responsabilidades", advirti¨® el senador Jordi Casas. "?ste es un debate en el que en privado todo el mundo dice lo que digo yo, aunque en p¨²blico nadie se atreve a hacerlo, porque luego la prensa dice lo que dice", insisti¨®. Nadie le respondi¨®.
Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar
- Origen: inspector de Hacienda.- Pol¨ªtica: ex presidente del Gobierno.- Privado: ejecutivo de News Corporation y de Centaurus.
A. Timmermans
- Origen: licenciado en Derecho.- Pol¨ªtica: ex secretario de Estado de Comunicaci¨®n.- Privado: ejecutivo de Telef¨®nica en EE UU.
Narc¨ªs Serra
- Origen: doctor en Econ¨®micas.- Pol¨ªtica: ex vicepresidente y ex ministro de Defensa.- Privado: miembro del Consejo de Gas Natural.
Jaume Matas
- Origen: economista y funcionario.- Pol¨ªtica: ex ministro y ex presidente de Baleares.- Privado: ejecutivo del Grupo Barcel¨®.
Incompatibilidades de diputados y senadores
- Art¨ªculo 159.2 de la Ley Electoral:
Es en todo caso incompatible la realizaci¨®n de las conductas siguientes:f) Las funciones de Presidente del Consejo de Administraci¨®n, consejero, administrador, director general, gerente o cargos equivalentes, as¨ª como la prestaci¨®n de servicios en entidades de cr¨¦dito o aseguradoras o en cualesquiera sociedades o entidades que tengan un objeto fundamentalmente financiero y hagan apelaci¨®n p¨²blicamente al ahorro y al cr¨¦dito.
Incompatibilidades tras el cese de los altos cargos
- Art¨ªculo 8 de la Ley de Conflictos de Intereses:1. Durante los dos a?os siguientes a la fecha de su cese los altos cargos no podr¨¢n desempe?ar sus servicios en empresas o sociedades privadas relacionadas directamente con las competencias del cargo desempe?ado. A estos efectos se considera que existe relaci¨®n directa:(...) Que hubieran intervenido en sesiones de ¨®rganos colegiados en las que se hubiera adoptado alg¨²n acuerdo o resoluci¨®n en relaci¨®n con dichas entidades.
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