El hilo de la "maleta mexicana" de Robert Capa
Kristen Lubben investiga para desentra?ar los enigmas de la caja perdida del fot¨®grafo y de Gerda Taro
Acaba de llegar de Nueva York hace unas horas, pero el jet-lag no parece hacerle mella. Kristen Lubben, conservadora en el Intertional Center of Photography (ICP) de Nueva York, se apasiona cuando habla de la "maleta mexicana", la extraordinaria caja con 3.500 negativos sobre la Guerra Civil Espa?ola de Robert Capa, Gerda Taro y David Chim Seymour hallada en M¨¦xico y que ahora atesora el ICP. Explica que "en los c¨ªrculos conocedores de la obra de Capa se sab¨ªa de esta maleta desde hace m¨¢s de diez a?os, pero las negociaciones han sido lentas". Lubben, que hoy participa en Barcelona en unas jornadas sobre la "representaci¨®n de la memoria hist¨®rica", recuerda que, pese a haberse iniciado los contactos, el material no se pudo incorporar a las exposiciones dedicadas a Capa y a Taro que organiz¨® el pasado oto?o el ICP, aunque posiblemente s¨ª pueda hacerse en su itinerancia ya que en oto?o podr¨¢n verse en el Barbican Center de Londres para viajar luego a Italia, Holanda y, seguramente, Espa?a. El ICP est¨¢ en contactos con un museo de Barcelona para presentarlas.
La "maleta mexicana" estuvo perdida durante casi setenta a?os. Al parecer, Em¨¦rico Chiki Wisz, amigo y ayudante de Capa, la hab¨ªa entregado en 1940 al general mexicano Javier Aguilar Gonz¨¢lez, entonces diplom¨¢tico en Francia, para que la pusiera a buen recaudo. All¨ª estuvo, a buen recaudo en M¨¦xico, hasta que ya en los noventa, tras la muerte del general, sus familiares encontraron la maleta con estas tres cajas de las que dos conten¨ªan 127 rollos de pel¨ªculas y la otra una serie de sobres con negativos cortados, que son los primeros que se est¨¢n escaneando. Los rollos est¨¢n en buen estado, pero necesitan de la construcci¨®n de un aparato especial para poder escanearlos sin peligro.
Una vez esta parte del trabajo est¨¦ hecho empezar¨¢n a estudiarse las im¨¢genes, un trabajo que Lubben asegura que enseguida se dar¨¢ a conocer porque el ICP pretende abrir "un escaparate" en Internet para que se conozcan las investigaciones y las im¨¢genes "casi al momento". Ahora, se?ala, hay tres personas trabajando exclusivamente en el proyecto y otras siete que colaboran en aspectos parciales. En el futuro habr¨¢ una publicaci¨®n y una exposici¨®n que permitir¨¢ conocer algunas im¨¢genes in¨¦ditas, sobre todo las de 1939 realizadas por Capa en los ¨²ltimos d¨ªas de la guerra, y tambi¨¦n comprobar c¨®mo la selecci¨®n de las im¨¢genes que se positivaron no siempre se corresponde, seg¨²n Lubben, con las fotograf¨ªas m¨¢s interesantes.
"Lo m¨¢s misterioso es que no se sabe porqu¨¦ este material est¨¢ junto, porqu¨¦ ¨¦ste y no otro. Parece como si fuera una preselecci¨®n para un proyecto conjunto que al final qued¨® truncado", afirma Lubben, que indica que en el caso de las fotograf¨ªas de Capa y Taro s¨®lo hay negativos a partir de 1937. "No est¨¢n los negativos de la famosa foto del miliciano ca¨ªdo, que es de septiembre de 1936", afirma. "Hemos mirado si hubiera im¨¢genes de la serie en alg¨²n otro fragmento de pel¨ªcula, pero no hay nada. Habr¨¢ que continuar buscando".
Lo que est¨¢ claro, afirma, es que la imagen la hizo Capa y no Taro, aunque ella estaba tambi¨¦n all¨ª en aquel momento ya que se conservan fotograf¨ªas paralelas realizadas por ella en la c¨¢mara Rolliflex de 6 x 6. "Taro no empez¨® a utilizar la Leica hasta 1937", recalca Lubben, que mantiene la versi¨®n oficial del gran bi¨®grafo de Capa, Richard Whelan, fallecido a finales de 2007, sobre la "verdad" de la foto del miliciano. "Al parecer los milicianos estaban haciendo unas maniobras y ejercicios justo antes de que empezara el fuego real que mat¨® al miliciano", explica Lubben.
Sea como sea, ¨¦sta historia seguir¨¢ siendo un misterio. La maleta, pero, permitir¨¢ ahondar m¨¢s en la forma de trabajo de Capa y, sobretodo, de Gerda Taro, a cuyo estudio ha dedicado Lubben muchos de sus esfuerzos. Taro marcaba las fotograf¨ªas no con el t¨ªpico corte en forma de cu?a en el negativo sino con un hilo de coser. "Parec¨ªa que era un gesto femenino, pero no, era algo corriente entre los cineastas para marcar un rollo largo de pel¨ªcula". Cuando muri¨®, atropellada por un tanque en el frente de Brunete, llevaba una c¨¢mara de 16 mil¨ªmetros. Nunca se ha encontrado.
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