El t¨ªtulo superior pierde atractivo por sus pocas ventajas laborales

Un t¨ªtulo superior requiere a?os y esfuerzo para conseguirlo, y si la recompensa no merece la pena, probablemente no se estudie. Y en Espa?a, esa recompensa es la menor de 21 pa¨ªses, seg¨²n un reciente estudio de la OCDE, que tiene en cuenta su ventaja salarial, sus probabilidades de encontrar empleo e incluso la pensi¨®n que cobrar¨¢ cuando se jubile. Pero esos resultados de complejas operaciones estad¨ªsticas son percibidos instintivamente por los j¨®venes, que act¨²an en consecuencia: el porcentaje de graduados en la Universidad se ha estancado en Espa?a en los ¨²ltimos a?os. En 1995 estaba cuatro puntos por encima de la media de la OCDE (los pa¨ªses m¨¢s industrializados del mundo); en 2002, s¨®lo era un punto m¨¢s, y en 2005, ya estaba tres puntos por debajo, con el 33%.

"La gente es miope; la universidad sigue siendo un seguro", dice un experto

Hasta 2002, la tasa de titulados en la universidad superaba la media de la OCDE

En cualquier caso, es una cifra que ha crecido tan r¨¢pidamente en las ¨²ltimas d¨¦cadas que el mercado laboral de alta cualificaci¨®n no es capaz de asumirla (en torno al 30% de los universitarios trabajan en empleos por debajo de su formaci¨®n). Muchos apuestan por fomentar alternativas, como la FP de grado superior. Pero otros encienden las alarmas y advierten de que estos datos pueden acabar provocando una desbandada de los campus. Ser¨ªa un error "fatal para la econom¨ªa en general", asegura el catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad Pompeu Fabra Jos¨¦ Garc¨ªa-Montalvo. "El problema es que la gente es miope y no mira al largo plazo. Si eres universitario, est¨¢s comprando un seguro. Si las cosas van mal, el titulado ser¨¢ el que no se quede en paro y, si se queda, el que menos tardar¨¢ en encontrar otro trabajo", explica.

Hace falta una mirada a largo plazo para abstraerse del contexto actual -casi uno de cada 10 graduados no estudiar¨ªa si pudiera volver atr¨¢s, seg¨²n un estudio de la Agencia de Calidad-. Aunque ha mejorado ligeramente en los ¨²ltimos a?os, Espa?a no sale de la cola entre los 21 pa¨ªses comparados por la OCDE.

El c¨¢lculo que se ha hecho consiste en sumar la ventaja salarial de un titulado superior, la rapidez con la que encuentra trabajo o la pensi¨®n que se cobrar¨¢, y restarle el dinero y la experiencia que deja de ganar mientras est¨¢ estudiando y lo que le cuesta la carrera. Espa?a es donde menos compensa a los hombres, y las mujeres, aunque un poco mejor, se quedan las s¨¦ptimas por la cola. La ventaja comparativa de un titulado superior espa?ol con alguien que tiene bachillerato o FP de grado medio es de un 4,9% para los hombres por cada a?o de estudio, y del 6,5% para las mujeres, mientras que en Irlanda las cifras son de m¨¢s del 11,8% y del 14,4%.

El economista de la OCDE Andr¨¦s Fuentes recuerda que, dentro de la educaci¨®n superior, esta estad¨ªstica cuenta la formaci¨®n profesional de grado superior (para acceder hace falta el t¨ªtulo de bachillerato), "cuyas tasas de retorno son menores que para los universitarios", aunque admite que esa correcci¨®n no har¨ªa que la de los universitarios escalasen muchas posiciones.

"La ventaja salarial de un titulado superior espa?ol respecto a los que se quedaron en niveles inferiores es de las m¨¢s bajas (27% para los hombres, la menor, y 36% para las mujeres, la quinta m¨¢s baja) y el coste de oportunidad [lo que dejan de ganar por estar estudiando] es de los m¨¢s altos", seg¨²n el economista del Banco Europeo de Inversiones Hubert Strauss, coautor del estudio. Aunque incluye entre las explicaciones la cohesi¨®n social, alude a otras como la proliferaci¨®n de contratos temporales o la sobrecualificaci¨®n de los graduados que trabajan en empleos por debajo de su formaci¨®n, lo que reduce su ventaja salarial en un 20%.

Para Garc¨ªa-Montalvo es imperativo solucionar todos estos problemas para evitar que a los j¨®venes les pueda m¨¢s esa visi¨®n a corto plazo y que dejen de ver atractiva la Universidad. "Es imprescindible que la econom¨ªa se mueva para que podamos absorber toda la capacidad y la cualificaci¨®n de los universitarios". Una econom¨ªa basada excesivamente en los servicios y la construcci¨®n.

Pero para otros expertos, como sugiere Strauss y ha escrito m¨¢s claramente la OCDE en su ¨²ltimo informe sobre la econom¨ªa espa?ola (de 2007), tambi¨¦n las universidades tienen cosas que solucionar: "Hay un problema de calidad de la educaci¨®n, que puede estar relacionado en parte con la r¨¢pida expansi¨®n del n¨²mero de universitarios". En el mismo texto, reconocen las bondades de las reformas hechas en los campus espa?oles en su camino de adaptaci¨®n a Europa. Por ejemplo, haber dado m¨¢s autonom¨ªa a las universidades, sobre todo para dise?ar sus carreras y, a la vez, fomentar unos controles de calidad que puedan condicionar, incluso, la financiaci¨®n de los campus (aunque se ha prometido, a¨²n no se ha hecho).

Pero aseguran tambi¨¦n que es necesario, entre otras cosas, fomentar la investigaci¨®n y atraer talentos, mejorar la transferencia de conocimiento a la sociedad, ajustar mejor las ense?anzas a lo que el titulado necesitar¨¢ despu¨¦s para trabajar y, finalmente, acercarse a una econom¨ªa basada en la innovaci¨®n y el conocimiento. Muchos de estos objetivos los ha mencionado el Gobierno en la anterior legislatura, y en ¨¦sta, gran parte de la responsabilidad de llevarlos a cabo recaer¨¢ en un nuevo Ministerio de Ciencia e Innovaci¨®n que a¨²n est¨¢ a medio hacer. Mientras tanto, la mejor receta para los j¨®venes titulados parece la de la paciencia.