Pasillo al gran cl¨¢sico
Real Madrid y Bar?a aparcan fiestas y cuestiones de futuro sabedores de que los cl¨¢sicos siempre dejan cicatrices
Todo cl¨¢sico es una cuesti¨®n capital, no hay distensi¨®n que valga, por mucho que el Real Madrid est¨¦ resacoso y el Bar?a, consternado. Desde el pleistoceno de la Liga ambas superpotencias dirimen algo m¨¢s que los puntos en juego: cuestiones de orgullo y de estilo, distintas simbolog¨ªas e identidades. Su bipartidista hegemon¨ªa no admite discusi¨®n en un pa¨ªs en el que entre ambos suman el 63,6% de los t¨ªtulos disputados, 19 de los ¨²ltimos 23. En este periodo s¨®lo Valencia, dos veces, Atl¨¦tico y Deportivo se han colado en su fiesta.
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Desde la ¨¦poca del dream team ninguno ha conseguido hilar m¨¢s de dos Ligas consecutivas, los ciclos se han acortado. El Real Madrid celebra ahora su turno; el Bar?a ha dado carpetazo a la era Ronaldinho y se entrega ahora a Pep Guardiola, con lo que perpet¨²a su vocaci¨®n cruyffista a partir del mejor eslab¨®n deportivo y social de aquel inolvidable equipo.
Enganchados unos al presente y otros al futuro, el cl¨¢sico no tolera distracciones. Para el Madrid, una victoria supondr¨ªa un bis extraordinario para gozo de su ya extasiada afici¨®n. Con una derrota palidecer¨ªa La Cibeles. El ¨¦xito ayudar¨ªa al Bar?a en su reconciliaci¨®n con una militancia tan decepcionada. Sin las dianas de Ronaldinho, jubilado, y Rijkaard, en la sala de embarque, otro batacazo amplificar¨ªa la ira contra Joan Laporta, el presidente. Un mandatario que, como s¨ªntoma de la cordial relaci¨®n entre las dos instituciones, estar¨¢ en Chamart¨ªn junto a 13 de sus directivos. Todos invitados de honor al homenaje del gran adversario. Esta vez los directivos han estado por encima de algunos de sus futbolistas. Ellos, al menos, no se han borrado del mal trago de la gala ajena. Lo contrario que Deco y Eto'o.
En el otro bando, Bernd Schuster, que emple¨® ayer una sobrecarga de cinismo para justificar su injustificable corte de mangas a la afici¨®n de Osasuna, descart¨® por sorpresa a Saviola, titular en los dos ¨²ltimos partidos, y no podr¨¢ contar con Cannavaro, expulsado en el Reyno de Navarra. S¨ª con Heinze, al que Competici¨®n perdon¨® ayer una tarjeta. Por ahora, el t¨¦cnico ha desmentido a su presidente, Ram¨®n Calder¨®n, que vaticin¨® que el t¨¦cnico se relajar¨ªa cuando lograra un t¨ªtulo. M¨¢s que a un t¨¦cnico campe¨®n, en Schuster a¨²n se visualiza a un ulceroso. Todo lo contrario que al resto de la plantilla, festiva por un trofeo conquistado con coraje, profesionalidad, y con un toque ¨¦pico en Pamplona. Pero hoy, como el Bar?a con sus penalidades, tendr¨¢ que hacer un par¨¦ntesis. En s¨ª mismo el cl¨¢sico ya es un t¨ªtulo en juego.
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