Un pianista con coraje
No se le quita al pianista polaco Krystian Zimerman (Zabrze, 1956) ese aire de ni?o prodigio que desde siempre le ha caracterizado. Mantiene en sus actuaciones un punto de atrevimiento, de insolencia. El paso del tiempo lo refleja ¨²nicamente en las canas. Y en la madurez interpretativa, claro.
En Madrid entr¨® muy pronto en la categor¨ªa de mito y ah¨ª sigue haga lo que haga. Dos actuaciones memorables le encumbraron. En la primera, en 1984, fue el solista del Concierto para piano n¨²mero 2, de Brahms, con la Filarm¨®nica de Viena dirigida por Leonard Bernstein. Se esperaba con devoci¨®n a una orquesta que hac¨ªa muchos a?os que no actuaba en Madrid y a un director legendario, y al final el gran triunfador fue el joven pianista que ven¨ªa con ellos, qu¨¦ cosas.
Krystian Zimerman.
Obras de Bach -Partita BWV 826-, Beethoven -Sonatas opus 13 y 111- y Szymanowski -Variaciones sobre una canci¨®n polaca, op.10-. 13? Ciclo de grandes int¨¦rpretes. Organizado por Fundaci¨®n Scherzo y patrocinado por El PA?S. Auditorio Nacional, 5 de mayo
Pero cuando consigui¨® un cheque en blanco de por vida con la afici¨®n madrile?a fue en 1990 con una inolvidable interpretaci¨®n de los Preludios completos, de Debussy. Siempre que se anuncia un recital suyo los ¨¢nimos se encienden. ?l no defrauda. Anteayer volvi¨® a cautivar.
Se ech¨® a sus espaldas Zimerman un programa de enormes exigencias: Bach, Beethoven, Szymanowski. Pudo con todo y si hubo alg¨²n pasaje m¨ªnimamente embarullado fue accidental. El polaco es un virtuoso. M¨¢s a¨²n: un perfeccionista. El dominio apabullante que posee de los resortes t¨¦cnicos le permite ganar cotas de libertad. Sus interpretaciones desprenden vitalidad. Incluso, alegr¨ªa. Su Bach fue desenfadado en los tiempos y vibrante en el esp¨ªritu. En Beethoven pas¨® de la energ¨ªa juvenil a la sabidur¨ªa de la madurez: entre la Opus 13 y la 111 hay mucho camino recorrido. Zimerman lo supo reflejar dando a cada sonata lo que demandaba. Y en su paisano Szymanowski ech¨® el resto, con lo que la lectura de las variaciones alcanz¨® cotas irresistibles. No se dej¨® llevar, en cualquier caso, por el exhibicionismo o la arbitrariedad. Empuje s¨ª, pero con rigor. Controlando todos los par¨¢metros.
No lo ten¨ªa f¨¢cil en esta ocasi¨®n. En abril hab¨ªan pasado por Madrid dos monstruos del piano como Pollini y Barenboim. Las comparaciones ser¨¢n todo lo odiosas que se quieran, pero saltan inevitablemente. Zimerman no suele salir mal parado en estos lances. Tiene personalidad pian¨ªstica para dar y tomar. Electriza. Hoy act¨²a en la capital de Navarra, Pamplona.
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