Vendaval de ritmo
Un concierto de Joe Satriani es una de esas experiencias que todo aficionado a la m¨²sica deber¨ªa vivir como m¨ªnimo una vez en su vida. Una experiencia apabullante, que te clava en el asiento y te provoca una sensaci¨®n vertiginosa en la que se mezclan el placer, la admiraci¨®n y el v¨¦rtigo provocado por unos dedos capaces de desplazarse por las seis cuerdas de la guitarra a una velocidad que a menudo no puede captar la vista. Todo envuelto en un vendaval r¨ªtmico que no decae ni en las baladas.
Satch (as¨ª le llaman sus seguidores) es un mago de la guitarra rockera. En su caso hablar de t¨¦cnica sin a?adir una sarta de adjetivos superlativos es casi imposible. Domina completamente todas las posibilidades del instrumento, desde los sonidos m¨¢s claros y transparentes hasta ese tapping a dos manos que encajar¨ªa a la perfecci¨®n en cualquier pista circense. Y todo realizado con una naturalidad casi irritante.
Joe Satriani
Palau de la M¨²sica, Barcelona, 6 de mayo.
Apabullante
As¨ª volvi¨® a suceder el martes por la noche. Satriani apabull¨® a tirios y troyanos con un concierto en el que no qued¨® ni un solo resquicio para tomar aliento. La ventaja esta vez fue que el guitarrista neoyorquino se presentaba en el Palau de la M¨²sica, con todas las comodidades visuales y ac¨²sticas que eso representa.
El Palau se abarrot¨® para la ocasi¨®n con una rara mezcla de rockeros duros y adictos al Festival de Guitarra, que acog¨ªa la actuaci¨®n como una de las perlas del cartel de este a?o. Probablemente ni unos ni otros salieron descontentos porque hubo rock duro y correoso, mucho, y tambi¨¦n una espectacular exhibici¨®n de t¨¦cnica guitarr¨ªstica para colmar cualquier expectativa.
Joe Satriani ofreci¨® un concierto antol¨®gico, como suele ser su norma, y lleg¨® a recuperar temas de sus primeros discos, como Ice 9, Mystical potato head groove, Flying in a blue dream y Satch boogie, recre¨¢ndose en tonalidades aflamencadas (Andalusia), extrayendo de su guitarra tenebrosos lamentos (Cryin') y concluyendo su set con ese himno en el que ya se ha convertido su cl¨¢sico Surfing with the Alien: sobre un ritmo infernal la sombra de Estela Plateada plane¨® sobre la platea de un Palau enfebrecido.
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