Jan Valtin, agente doble
Este libro no es una joya. Es un tesoro. Un tesoro enterrado, rescatado tras d¨¦cadas de olvido en Espa?a. Poca gente lo leer¨¢, porque es una autobiograf¨ªa, y este g¨¦nero no suele tener mucho impacto en el mercado espa?ol, y porque se asustar¨¢ ante lo gordo que es: 792 p¨¢ginas. Un error. Nunca se habr¨¢ visto un libro en el que tanto material se resuma con tanta fuerza en tan pocas palabras. La noche qued¨® atr¨¢s cuenta la historia que define al siglo XX, el ascenso del comunismo y del nazismo, a trav¨¦s de las memorias de un hombre que vivi¨® diez vidas en una. Jan Valtin, disciplinado revolucionario marxista que lleg¨® a ser agente clandestino al servicio de los sovi¨¦ticos en la Alemania de Hitler, narra como naci¨® el valiente idealismo de su adolescencia; sus aventuras por el mundo predicando el evangelio de Lenin en Per¨², Estados Unidos, Reino Unido y China; y un tr¨¢gico desenlace en el que sufre en carne propia las secuelas m¨¢s atroces tanto de la ideolog¨ªa a la que se opuso a muerte, como a la que dedic¨® su vida.
Episodios biogr¨¢ficos que, para autores normales, llenar¨ªan un libro, aqu¨ª se reducen a una mera an¨¦cdota. Un ejemplo entre muchos: los tres a?os que Valtin pas¨® en la c¨¢rcel de San Quintin, California, ocupan nada m¨¢s que una p¨¢gina. Claro, comparado con los horrores que conocer¨ªa el autor despu¨¦s en una c¨¢rcel nazi, ¨¦sas fueron unas vacaciones de verano.
El libro tuvo un ¨¦xito espectacular cuando se public¨® en plena Segunda Guerra Mundial, vendiendo m¨¢s de un mill¨®n de ejemplares en Estados Unidos en 1941. Pero, a diferencia de otros best sellers, ha tenido las cr¨ªticas m¨¢s brillantes de los lectores m¨¢s eminentes. Franklin Delano Roosevelt, el presidente de Estados Unidos que, a finales de ese mismo a?o, meter¨ªa a su pa¨ªs en la guerra, dijo que era el mejor libro que hab¨ªa le¨ªdo sobre el siglo XX. H. G. Wells dijo que le hab¨ªa "apasionado", Alan Furst, escritor contempor¨¢neo de excelentes novelas de espionaje basadas en los a?os treinta y cuarenta, lo define como "imposible de dejar de leer" e "inolvidable". Mario Vargas Llosa ha dicho que le "marc¨® su juventud" y que le "impresion¨® tremendamente".
Ninguno de estos lectores exagera. La noche qued¨® atr¨¢s vibra de principio a fin; lejos de ser un seco relato acad¨¦mico, es un libro de historia contada en vivo y en directo por uno de los protagonistas de a pie de unos de los grandes dramas de la humanidad. Y adem¨¢s, una fort¨ªsima historia de amor; la de Humphrey Bogart e Ingrid Bergman en Casablanca, pero multiplicada por cien -y, adem¨¢s, es enteramente real. La parte m¨¢s lacerante del libro, a la que constantemente se vuelve entre relatos de misiones secretas y peligros¨ªsimas a Berl¨ªn o a Leningrado o a Murmansk, tiene que ver con la mujer de la que se enamora locamente, la madre de su hijo, y la terrible elecci¨®n que se ve forzado a hacer entre el deseo y el deber; entre su amor por su familia y su lealtad a la revoluci¨®n del proletariado.
Ella es una artista con una relaci¨®n ambigua hacia la causa de su marido. Un d¨ªa, unos meses despu¨¦s de iniciarse la relaci¨®n, ella le espeta, "Te has convertido en un esclavo. En un fan¨¢tico esclavo... ?La Causa, siempre la Causa!... ?Por qu¨¦ no podemos tomarnos unas vacaciones y pasear por los campos?". ?l le responde: "?No entiendes que yo sigo el camino m¨¢s sublime que puede seguir un hombre? Yo pertenezco a la Causa". Pero con el paso del tiempo le empiezan a entrar las dudas, y gran parte de la tensi¨®n dram¨¢tica se concentra en el dilema que oprime su cabeza y coraz¨®n; en la elecci¨®n que tiene que hacer entre la vida real del presente y el sue?o de una utop¨ªa futura que nada tiene que ver con el feo cinismo que va vislumbrando cada d¨ªa m¨¢s en sus amos del Komintern sovi¨¦tico.
Para este lector, La noche qued¨® atr¨¢s es el libro de no ficci¨®n m¨¢s potente que ha le¨ªdo. Y el m¨¢s emocionante y perturbador.
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