El 'heavy' es lo que tiene...

Es lo que tiene el heavy, que vas a un concierto y empiezan a ocurrir cosas sorprendentes. La primera, en la misma puerta. Rosa D¨ªez (?toma ya!), 55 a?os y diputada del partido UPyD, se pasea nerviosa con una amiga. "Me encantan Scorpions.

No les he visto nunca y tengo muchas ganas, sobre todo me gustan las baladas, como Wind of change, que escribieron cuando cay¨® el muro de Berl¨ªn". Parece enterada la diputada. Ella y su acompa?ante esperan a otras tres amigas y han abonado, como el primer heavy, los 35 euros de la entrada. Viste informal. "Vengo de la comparecencia de la vicepresidenta. He ido a casa, me he cambiado, y aqu¨ª estoy". Los escoltas aguardan unos metros m¨¢s all¨¢. M¨¢s cosas sorprendentes. Que arranca el concierto y s¨ª efectivamente, all¨ª est¨¢n los Scorpions, todav¨ªa existen despu¨¦s de 40 a?os y les esperan 6.000 rockeros (y Rosa D¨ªez) que han pasado del Madrid-Bar?a.

Primeras conclusiones: que el sonido es perruno, pero tiende a mejorar con el transcurso de las canciones; que el sesent¨®n Klaus Meine conserva ese imponente timbre de voz que te provoca, que media hora despu¨¦s del concierto, a¨²n persista el zumbido en alguna parte entre el t¨ªmpano y el cerebro ("Still loving you, youu") de los asistentes; que el punteo de guitarra (que ya no practica nadie) irrumpe desde la primera canci¨®n; que la gente corea con disciplina. El grupo se muestra en forma y ofrece lo que el p¨²blico espera, un generoso reparto entre baladas y ca?a, como Bad boys running wild, Holliday o Rock you like a hurricane; que el mini de cerveza en vaso de pl¨¢stico triunfa en la barra y que Scorpions han sobrevivido a otro concierto con el p¨²blico entusiasmado. Ah, otra cosa m¨¢s. Antonio Virtud, un simp¨¢tico abuelo de 78 a?os de Legan¨¦s, vio el concierto gratis: "Me ha dejado entrar el de seguridad. No me pierdo ni uno. El otro d¨ªa estuve en uno ¨¢rabe y ahora aqu¨ª". Y se marcha. El heavy es lo que tiene...