Guardias civiles de El Prat denuncian ser v¨ªctimas de estr¨¦s y acoso laboral
Los resultados de un test indican que el 90% de los agentes sufren 'mobbing'
Los guardias civiles del aeropuerto de El Prat est¨¢n estresados. Y no porque tengan mucho trabajo, sino porque sus jefes les agobian. Les observan con c¨¢maras de seguridad y les reprenden por cualquier tonter¨ªa, y los guardias deben pedirles permiso para ir al lavabo. Se sienten tan abrumados que alrededor del 90% de la plantilla, formada por m¨¢s de 300 agentes, sufre acoso laboral
. As¨ª lo denuncia la Asociaci¨®n Unificada de Guardias Civiles (AUGC) bas¨¢ndose en los resultados de un cuestionario distribuido entre ellos.
El comandante Pizarro dice que el estr¨¦s es habitual en la labor policial
Pero donde los uniformados ven mobbing, el comandante jefe destinado en el aeropuerto, Pedro Pizarro, constata "el estr¨¦s propio de un trabajo muy delicado". Pizarro admite que uno de los sistemas que emplea para inspeccionar la labor de sus subordinados son las c¨¢maras. Reconoce, adem¨¢s, que ¨¦stos deben mantenerle informado cuando van al ba?o. E incluso acepta que les llama la atenci¨®n con relativa frecuencia. Pero lo justifica por la exigencia profesional y el buen servicio a los ciudadanos.
"La seguridad a¨¦rea es vital y nos obliga a una supervisi¨®n muy estricta. ?Eso puede generar estr¨¦s? Puede. Pero no podemos permitirnos ning¨²n fallo", explica el comandante desde su puesto en El Prat.
Las denuncias de la AUGC no se dirigen tanto a Pizarro como a "algunos jefes que se dedican a tocar las narices al personal", en palabras de Juan Antonio Delgado, secretario de comunicaci¨®n de la asociaci¨®n. "Su pol¨ªtica es la de atosigar, de modo que acabas m¨¢s pendiente de que no te venga el jefe por detr¨¢s a reprocharte algo que de hacer bien tu trabajo", sigue Delgado.
Ante las "constantes" quejas por mobbing y las "numerosas" bajas psicol¨®gicas, la AUGC decidi¨® repartir entre algunos trabajadores un cuestionario est¨¢ndar sobre estrategias de acoso en el trabajo. La muestra roza el 10% de la plantilla y, seg¨²n Delgado, es suficientemente representativa. El test incluye preguntas sobre c¨®mo perciben los guardias el prestigio de su puesto de trabajo y si notan que se les trata de intimidar de manera velada o directa: amenazas verbales, gritos, humillaciones en p¨²blico... Las mujeres encuestadas destacan sobre todo este ¨²ltimo aspecto, y los hombres, que se entorpece su trabajo y que la comunicaci¨®n con sus superiores no es la adecuada.
Los resultados son "asombrosos", a juicio de la asociaci¨®n. El informe final, firmado en abril por un psic¨®logo, revela que "la mayor parte de los encuestados est¨¢n sometidos a una situaci¨®n de acoso laboral" y que, por ello, corren el riesgo de sufrir "ansiedad, estr¨¦s y trastornos adaptativos". Para evitarlo, el profesional propone "cambiar o aliviar dichas situaciones".
Seg¨²n Delgado, la mayor¨ªa de los afectados son "reci¨¦n llegados de la academia, que no se atreven a decir ni p¨ªo ante los abusos".
Pizarro no comparte esta afirmaci¨®n. El comandante asegura que "m¨¢s del 60%" de los agentes destinados en el aeropuerto son veteranos y que, por tanto, podr¨ªan cambiar de destino con facilidad. Y no lo hacen. Eso es que deben de sentirse a gusto en su puesto, infiere. Pizarro sostiene, adem¨¢s, que el n¨²mero de bajas no es tan elevado y que actualmente hay tres personas que no acuden a El Prat por baja psicol¨®gica.
"Cuando te toca un jefe malo..."
Roser es el nombre figurado de una agente de la Guardia Civil que trabaja en el aeropuerto de El Prat y que denuncia ser v¨ªctima de abusos y de haber vivido situaciones poco agradables en su puesto de trabajo. En conversaci¨®n telef¨®nica, expresa su mayor temor: que sus jefes la identifiquen, se enteren de que ha hablado con la prensa y pague las consecuencias. Por eso no quiere ni que se sepa cu¨¢nto tiempo lleva desetinada all¨ª.
Pero no todos sus superiores son as¨ª. "Hay gente muy maja, pero cuando te toca un jefe malo..." Y cuando le toca uno de estos personajes a Roser, lo que hace es trabajar menos y peor. "Ya no est¨¢s a gusto. Pasas el tiempo atenta a que no te caiga alguna bronca sin sentido y no atiendes a lo que de verdad tienes que hacer". La guardia civil asegura haber sufrido el desprecio de alguno de sus superiores en p¨²blico, aunque prefiere no citar nombres por miedo. "Aqu¨ª hay muchos problemas. Hay jefes que piensan que son los reyes. Act¨²an como caciques, y t¨² te sientes como una mierda".
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