El secreto de templar

Aqu¨ª tienen al hombre que ha templado m¨¢s toros en Las Ventas. Ayer, como cada tarde, Anto?ete pisaba la arena de la plaza madrile?a una hora antes del comienzo de la segunda de abono de San Isidro. "Es una especie de ritual. Me gusta pasear por aqu¨ª. Y recordar". Vestido de paisano y sin trastos, el matador camin¨® hacia los medios a petici¨®n de este peri¨®dico. Y desde all¨ª evoc¨® su faena m¨¢s emblem¨¢tica. Una de las m¨¢s templadas de la historia de este coso.

Par¨¦ntesis: en su primera acepci¨®n, la RAE define templar como "moderar, entibiar o suavizar la fuerza de algo"; referido a la tauromaquia: "Ajustar el movimiento de la capa o la muleta a la embestida del toro, para moderarla o alegrarla".

El 15 de mayo de 1966, Anto?ete templ¨® a Atrevido, el toro ensabanado de la ganader¨ªa de Osborne. "No me gust¨® cuando sali¨® de chiqueros. Le dieron el primer puyazo all¨ª, en los terrenos del tendido 6. Lo saqu¨¦ del caballo con el capote, le pegu¨¦ una ver¨®nica por cada lado y remat¨¦ con la media. Pens¨¦ que era posible. Empec¨¦ la faena de muleta con unos ayudados por bajo y enseguida me puse a torear al natural. La izquierda es la mano del dinero. Pero hay que tener temple con las dos. La tercera tanda se la di aqu¨ª, en los medios. Intent¨® rajarse. No le dej¨¦". Su prodigiosa memoria y la voz rota por el fumeque continuaban dibujando lances, mientras caminaba majestuoso con el abrigo colgando del brazo izquierdo.

-Pero cuando el toro est¨¢ ah¨ª enfrente, ?cu¨¢l es el secreto del temple?

-Engancharlo con el trapo para que vaya a la velocidad que uno quiere, no a la que quiere el toro.

-?Y para qu¨¦ sirve eso?

-Para poderle a los toros malos. Y para torear a los buenos.

El temple es el segundo pilar de la sant¨ªsima trinidad del toreo, a la manera de Domingo Ortega: parar, templar, mandar. Tres c¨¢nones que s¨®lo son v¨¢lidos, como ¨¦l mismo insist¨ªa, si se carga la suerte. Pero volvamos a aquella tarde de 1966.

Todo el mundo sabe que Antonio Chenel Albaladejo (Madrid, 24 de junio de 1932) no habla. Su verbo lac¨®nico sigue acompa?ando cada tarde de San Isidro al periodista Manolo Mol¨¦s en las retransmisiones de la Feria de San Isidro en Canal +. Ahora bien, cuando de temple se trata, el matador del mech¨®n blanco -hoy, del pelo blanco-, larga por los codos. "Despu¨¦s de intentar rajarse, volv¨ª a traerme al toro blanco a los medios. Y estuve aqu¨ª hasta el final de la faena, toreando al natural. Lo mat¨¦ en los terrenos del 1. Tres pinchazos, una media y un descabello. S¨®lo cort¨¦ una oreja. Yo he llegado a cortar cuatro orejas aqu¨ª y nadie lo recuerda. Pero del toro blanco de Osborne se acuerdan todos". Hoy tiene 75 a?os y lleva siete retirado. De los ruedos y del tabaco. "No he vuelto a torear ni una becerra. Pero lo echo de menos todas las tardes".

-?Se templan menos los toros ahora que antes?

-Lo que pasa es que el toro de antes era m¨¢s brusco, cog¨ªa una velocidad m¨¢s dif¨ªcil de templar. Muchos toros de hoy salen templados desde la puerta de chiqueros; les han quitado la casta y el genio.