El ajuste de la ley electoral tratar¨¢ de no perjudicar a los nacionalistas

Nada sin el PP pero tampoco sin los nacionalistas. Esta es la m¨¢xima que presidir¨¢ toda regulaci¨®n, modulaci¨®n y cambio de la Ley Org¨¢nica del R¨¦gimen Electoral General (LOREG) que las Cortes de 1985 aprobaron por unanimidad. Es verdad que la mayor¨ªa socialista s¨®lo necesitar¨ªa siete votos para sacar adelante la reforma que estimara oportuna pero no quiere quedarse con tan exiguo apoyo. La reforma se quiere hacer con el PP pero sin limitar la presencia de los nacionalistas, a quienes se quiere involucrar al m¨¢ximo en una pol¨ªtica para toda Espa?a. Lo cierto es que el PP nunca ha llegado a plantear por escrito una limitaci¨®n de la presencia de los nacionalistas por la v¨ªa de exigir que obtuvieran como m¨ªnimo un 3% de los votos a nivel nacional, que es la demanda n¨ªtida de Rosa D¨ªez (UPyD). El PP tambi¨¦n es consciente de que los grupos nacionalistas son los que completan mayor¨ªas para gobernar. Por su parte, IU no quiere limitar la representaci¨®n de los nacionalistas, pero s¨ª que sus votos tengan una traducci¨®n en esca?os en la misma medida que la tienen los nacionalistas. Estos tienen mucha m¨¢s representaci¨®n que IU con muchos menos votos.

El primer paso ser¨¢ escuchar al Consejo de Estado, al que el Gobierno solicitar¨¢ en una o dos semanas, por acuerdo del Consejo de Ministros, que estudie una reforma para mejorar la representatividad y la proporcionalidad de la ley. El Gobierno pedir¨¢ al Consejo de Estado las posibilidades de cambio del voto de los espa?oles emigrantes, inscritos en el Censo de Residentes Ausentes (CERA). El sistema de voto por correo que llega a la circunscripci¨®n en la que el ciudadano est¨¦ censado presenta anomal¨ªas que se convierten en acusaciones de corrupci¨®n despu¨¦s de cada proceso electoral. Incluso sin irregularidades, el PSOE se pregunta si es normal que unos ciudadanos que nunca han estado en el pueblo, la ciudad o la provincia al que va su voto, pueden cambiar una mayor¨ªa. Se baraja la posibilidad de crear una nueva circunscripci¨®n, la 53, a la que ir¨¢n todos los votos de los espa?oles en el exterior.