Sin patria pero con papeles
El reconocimiento de una saharaui como ap¨¢trida por el Supremo esperanza a quienes viven en el limbo legal - Hay 15 millones de personas sin nacionalidad
"Quitarte la nacionalidad es quitarte la vida; es como regresar al mundo primitivo de los hombres de las cavernas o los salvajes... Podr¨ªas morir y no dejar rastro". Esta frase de Los or¨ªgenes del totalitarismo (1951) describe el desgarro de la pensadora alemana Hannah Arendt, ap¨¢trida durante 16 a?os. Un sentimiento que comparten cientos de saharauis indocumentados en Espa?a. Por eso decenas se miran en el espejo de una compatriota a quien el Tribunal Supremo reconoci¨® como ap¨¢trida en noviembre. La sentencia ha hecho que los alrededor de 100 extranjeros que solicitaban cada a?o hasta 2007 ser reconocidos como ap¨¢tridas -de los que ¨²nicamente lo consegu¨ªa un 4%-, se han convertido en m¨¢s del doble en 2008. Tras el peque?o revuelo causado con la sentencia, la ap¨¢trida prefiere seguir en el anonimato.
Hay riesgos de nuevos casos en Kosovo, Montenegro Osetia o Somalia
Las organizaciones reclaman que la nueva ley de asilo ampl¨ªe sus derechos
Para esta saharaui ha sido un v¨ªa crucis de siete a?os con paradas en la embajada de Argelia, una comisar¨ªa del Pa¨ªs Vasco, la Audiencia Nacional y por fin el Supremo. Nacida en el S¨¢hara espa?ol, hoy ocupado por Marruecos, sali¨® del campo de refugiados de Tinduf (sur de Argelia) con pasaporte argelino -documento que se otorga s¨®lo para viajar-, y Argel se neg¨® a renov¨¢rselo ya en Espa?a. As¨ª que con un documento que acreditaba esta negativa argelina, el DNI espa?ol de su padre, y el n¨²mero del ¨²ltimo censo, de 1974, arranc¨® el peregrinar. "No sab¨ªa qu¨¦ hacer. No exist¨ªa jurisprudencia y acud¨ª a la Audiencia Nacional", cuenta la abogada.
"La sentencia no ha cambiado el marco jur¨ªdico en Espa?a. Se consider¨® a la mujer ap¨¢trida por aspectos de car¨¢cter formal. Y s¨ª, es verdad que cientos de saharauis del campo de refugiados de Tinduf han solicitado la apatridia, pero ellos tienen pasaporte argelino y est¨¢n protegidos por el Estatuto de Refugiados. No va a conced¨¦rsele", afirma Mar¨ªa Jes¨²s Gallego, del Ministerio del Interior, cartera de la que depende la Oficina de Asilo y Refugio (OAR). La Delegaci¨®n Saharaui para Espa?a rebaja la cifra hasta algo m¨¢s de un centenar.
Mar¨ªa Jes¨²s Vega, del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Espa?a no comparte la opini¨®n. "Esta sentencia marca un hito en la declaraci¨®n de ap¨¢tridas a saharauis. Parece indicar, por un lado, que no hay un t¨ªtulo legal para ocupar el territorio de S¨¢hara Occidental, y que Marruecos no puede imponer su nacionalidad a sus habitantes, ya que se trata de un acto voluntario de cada persona".
La ONU habla de 5,8 millones de ap¨¢tridas pero reconoce que pueden alcanzar los 15 millones. Personas que no pueden escolarizarse, casarse, comprarse una casa, abrir una cuenta o votar. Pese a la Convenci¨®n de los Refugiados de 1951 y el Estatuto de los Ap¨¢tridas de 1954 no hay freno. "Hay situaciones estructurales que no tienen soluci¨®n a corto plazo -S¨¢hara o Palestina-, y zonas de riesgo -las rep¨²blicas surgidas de la ex URSS, Somalia, Kosovo o Montenegro-", sostiene Mauricio Valiente, secretario general en funciones de la Comisi¨®n Espa?ola de Ayuda al Refugiado (CEAR). "La obsesi¨®n de los gobiernos por el control de las migraciones me hace no descartar la apatridia en el mundo rico", alerta. Su organizaci¨®n cre¨® un equipo jur¨ªdico espec¨ªfico tras la aprobaci¨®n en 2001 del Reglamento del Estatuto de Ap¨¢tridas en Espa?a.
Dentro de la propia Uni¨®n Europea miles de personas en Eslovenia fueron borradas del registro de residentes en 1992 porque no supieron beneficiarse de la solicitud de ciudadan¨ªa. Son los "casos borrados". Y en Letonia 400.000 rusos son para su administraci¨®n los "no ciudadanos". "La pol¨ªtica de asilo en la UE deja un margen de maniobra tan amplio que los Estados cambian alguna cosa, como la terminolog¨ªa, y eso no tiene una significaci¨®n en la pr¨¢ctica", precisa Valiente.
Nepal ha concedido la nacionalidad a 3,5 millones de personas "pero siguen quedando en Asia decenas de miles de ap¨¢tridas de minor¨ªas que permanecen en la invisibilidad en Bangladesh, Myanmar, Malaisia o Tailandia", lamentan en ACNUR. Aurelia ?lvarez, profesora de Derecho Internacional Privado en Le¨®n, denuncia que Espa?a incumple el Convenio sobre el Estatuto de los Ap¨¢tridas que favorece la nacionalizaci¨®n de los reconocidos como ap¨¢tridas: "No tiene ning¨²n sentido que quien cuente con el estatuto de refugiado se nacionalice a los cinco a?os, y el ap¨¢trida espere diez como el resto de inmigrantes". "Ahora que se va a aprobar una nueva Ley de Asilo se deber¨ªa dar rango legal a la normativa de apatridia para que puedan trabajar", propone Valiente.
?lvarez se felicita, en cambio, de que Espa?a se atenga a la convenci¨®n de los Derechos del Ni?o que "estipula que para evitar la apatridia se debe conceder al ni?o la nacionalidad del lugar en el que nace". Sin esa salvaguarda se qued¨® Taisir (nombre falso). En 1962 Bashar al Assad desposey¨® de nacionalidad siria a 200.000 kurdos independentistas, entre ellos su padre. As¨ª que inscrito en el registro de extranjeros, Taisir no pudo estudiar la secundaria ni cobrar una pensi¨®n. Con el pasaporte de su t¨ªo viaj¨® al L¨ªbano en 2007-hab¨ªan detenido a compa?eros del ilegal Partido de la Uni¨®n Democr¨¢tica (PYD)- y desde all¨ª a Madrid. "La persona a la que hab¨ªa pagado para que me trajese nos dijo a mi primo y a m¨ª que aguard¨¢semos mientras arreglaba los papeles, pero nunca volvi¨®", relata. Desde entonces, de eso hace seis meses, vive en un centro de CEAR en Madrid, mientras que la Asociaci¨®n Comisi¨®n Cat¨®lica de Migraciones (ACCEM) le proporciona respaldo jur¨ªdico. El pasado 21 de abril le denegaron el refugio y ha solicitado la apatridia. "El papel del abogado es muy complicado. Hay que tener en cuenta la historia; las pruebas que, al menos como indicios, la acredita, y la legislaci¨®n, a veces de tres o cuatro pa¨ªses", subraya Valiente.
Pero felizmente el cuento no siempre acaba mal. Claudia (identidad falsa) es una de las primeras personas registradas como ap¨¢tridas en Espa?a. Cat¨®lica y nacida en Alepo (Siria) en 1953, de padre sirio y madre armenia, abandon¨® su pa¨ªs por el genocidio musulm¨¢n de cristianos. Su familia se estableci¨® en Azerbaiy¨¢n, donde desarroll¨® una exitosa carrera como arquitecta. De all¨ª sali¨® en 1988, cuando un grupo musulm¨¢n asesin¨® a su marido y su hija, y en la huida perdi¨® su pasaporte sovi¨¦tico. Con su hijo de siete a?os herido, se traslad¨® a Djermouk, en Armenia, y obtuvo una tarjeta de refugiada azerbaiyana. Estando all¨ª, la URSS se disolvi¨® como un azucarillo en 15 rep¨²blicas y dej¨® a 287 millones de personas necesitadas de una nueva identidad. Tambi¨¦n a Claudia quien, amenazada por los cristianos gregorianos, se subi¨® a un cami¨®n con lo puesto. Lleg¨® a Catalu?a en barco y, como Taisir, quien la trajo se qued¨® con sus papeles. El poco dinero que ten¨ªa lo gast¨® en ir a Madrid y de all¨ª la derivaron a un centro de CEAR en M¨¢laga. Hoy vive en Madrid con una pensi¨®n por minusval¨ªa.
El violinista Mstislav Rostropovich, privado de la nacionalidad en 1978 por "actos sistem¨¢ticos contra el prestigio de la URSS", emocionado toc¨® a Bach al tiempo que ca¨ªa el muro de Berl¨ªn. "Mientras iba qued¨¢ndose sin piedras, recuper¨¦ de nuevo mi nacionalidad perdida... Borr¨® 15 a?os de verg¨¹enza y humillaciones". Un a?o m¨¢s tarde Gorbachov le sac¨® del mundo salvaje que no consigui¨® nunca enmudecer a Arendt.
Afectados en 2007, seg¨²n el ACNUR
- Europa. Estonia, 119.000. Letonia, 393.000. Ucrania, 59.000. Alemania, 10.000. Rusia, 54.000.
- ?frica. Kenia, 100.000. Nigeria, Costa de Marfil, Rep¨²blica del Congo, Zimbabue y Etiop¨ªa no tienen datos fiables.
- Asia. Kazajist¨¢n, 46.000. Kirguizist¨¢n, 10.000. Siria, 300.000. Irak, 130.000. Kuwait, 88.000. Arabia Saud¨ª, 70.000. Nepal, 3.400.000. Myanmar, 670.000. Bangladesh, 300.00. Tailandia, Camboya, India, Turkmenist¨¢n, Sri Lanka, sin cifras fiables.
- Am¨¦rica Latina. Rep¨²blica Dominicana, sin c¨®mputos cre¨ªbles.
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