Agua pasada por agua
Siempre he cre¨ªdo, como es natural, que el agua simboliza la vida, desde la que nos canta en las pilas bautismales hasta la que nos salpica en los fregaderos, pero ¨²ltimamente el tema del agua no me ha dado m¨¢s que disgustos. Me explicar¨¦.
Hace poco le¨ª el discurso de su cincuentenario en una simp¨¢tica multinacional que, entre otras cosas, ha construido en Dubai el mejor hotel del mundo (un siete estrellas donde jam¨¢s nos alojaremos los que s¨®lo sabemos contar hasta cinco) y discut¨ª con un cliente sobre el tema del agua del R¨®dano, que en mi opini¨®n es la ¨²nica que puede solucionar para siempre la angustia en la regi¨®n de Barcelona. Y que encima nos vinieron a ofrecer hace a?os a precio de regalo, pero que dos gobiernos sucesivos de Madrid rechazaron, quiz¨¢ porque quer¨ªan seguir celebrando el Dos de mayo. El cliente interlocutor era de la misma opini¨®n: "?C¨®mo quiere usted depender del extranjero?". Tuve la amarga sensaci¨®n de que desde el Tratado de Roma no se hab¨ªa avanzado nada en Europa, de que no exist¨ªa un mercado com¨²n, un ej¨¦rcito com¨²n ni un parlamento com¨²n que adem¨¢s, para los diputados, es un chollo tambi¨¦n com¨²n. Mi amable interlocutor ten¨ªa una opini¨®n de siete estrellas: "Nos la podr¨ªan cortar en cualquier momento". Que yo sepa, ni siquiera el Gobierno cubano ha cortado el agua a la base yanqui de Guant¨¢namo, pero confieso que desde entonces estoy lleno de dudas. ?Y si nos cortan la electricidad que tambi¨¦n viene de Francia? Y si se proh¨ªbe el paso de camiones por La Jonquera? ?Y si no nos llega el queso de Roquefort? ?Y si un d¨ªa, puestos en plan de mala leche, nos envenenan el agua del R¨®dano con vino de Borgo?a?
Desde entonces estoy lleno de oscuros presagios, al ver que se prefiere la guerra del Ebro a la guerra del R¨®dano, y al pensar que, si queremos volvernos atr¨¢s, los franceses nos cobrar¨¢n ahora a precio de Armagnac el agua que casi nos regalaban.
Pero las malas impresiones, o sea las alarmas, no han hecho m¨¢s que sucederse. Primera alarma: doy fe de que hace muy pocos d¨ªas el agua que sal¨ªa por el grifo de mi cuarto de ba?o era pestilente. Lo not¨¦ incluso con un resfriado que me pon¨ªa a parir. Dur¨® pocas horas, pero segu¨ª poni¨¦ndome a parir. ?La depuradora nos enviaba el agua sin depurar? ?Hab¨ªa huelga por depuraci¨®n del personal? ?Quiz¨¢ el Gobierno, en un gesto de audacia tripartita, hab¨ªa ordenado un trasvase de las cloacas?
La mala expectativa que todo esto reflejaba no ha hecho m¨¢s que confirmarse. El Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet reparte unas bolsitas de pl¨¢stico para que no se llenen las cisternas de los retretes, y as¨ª, incluso en los momentos de nuestras necesidades, no gastemos agua y colaboremos en las necesidades del pa¨ªs. La noticia me ha sumido en una serie de reflexiones sobre lo ajustadas y exactas que deben de ser nuestras necesidades m¨¢s privadas. ?Se ha calculado bien el agua necesaria? ?Y si no basta? ?Se aconseja huir o esperar una nueva cisternada? Yo he vivido, por desgracia, ¨¦pocas en que estaba racionado comer, pero con el descomer a¨²n no se hab¨ªa metido nadie. Y ahora s¨ª, lo cual indica que el progreso es inexorable y que todo se organiza para bien. Ya se sabe que el comer demasiado lo proh¨ªben los m¨¦dicos, pero desde ahora el descomer demasiado lo proh¨ªben los alcaldes.
Siguen las malas noticias. Como ciudadano obediente y que cree en el pa¨ªs, me turba y perturba -por no decir que me averg¨¹enza- la actitud de nuestros pol¨ªticos, que dicen siempre lo que interesa a sus partidos, y casi nunca lo que realmente interesa al pa¨ªs. Los votantes somos tan tontos que ya no sabemos ni qu¨¦ agua nos conviene. Ni qu¨¦ parlamento nos conviene, desde luego, Por cierto, acabo de leer en un libro que recomiendo (MC Mafia, publicado por Destino) que el edificio del Congreso de Bombay hab¨ªa sido transformado en una casa de se?oras, o sea, para que nos entendamos, en una casa de putas. Hay quien dice que, despu¨¦s de todo, no ha cambiado tanto.
Por favor, ya que me voy a morir de suciedad y de sed, no quiero en modo alguna morirme de fascismo. Creo en los gobiernos elegidos por el pueblo, pero de vez en cuando el pueblo debe atizarles un poco. Ya dijo Churchill que el sistema democr¨¢tico es el peor del mundo, si exceptuamos a todos los dem¨¢s.
Claro que tambi¨¦n le¨ª que el se?or Churchill deb¨ªa de tener una mala baba impresionante. A su directo rival pol¨ªtico, Atlee, quien al final le gan¨® las elecciones, lo defini¨® con estas palabras: "Es un hombre muy modesto al que no le faltan motivos para serlo".
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