Brillo bajo la lluvia
Roger Waters deslumbra con 'The dark side of the Moon'
Ataviados con chalecos reflectantes y bajo una lluvia intensa, 12 granadinos corr¨ªan la noche del viernes con un cerdo volador atado con cuerdas por el lateral del estadio de f¨²tbol de Atarfe (Granada). El globo gigante, que acab¨® entre el p¨²blico, llevaba escritas dos frases lapidarias: "Todas las religiones nos separan" y "El miedo crea muros". A las once de la noche llov¨ªa en esta ciudad de 14.000 habitantes a pocos kil¨®metros de Granada. Pero, pese al fuerte viento, Roger Waters, el ex Pink Floyd, de 65 a?os -chaqueta negra, vaqueros, barba de dos d¨ªas y pelo canoso ligeramente engominado- segu¨ªa dando guitarrazos sobre el escenario mientras el cerdo era manoseado por la masa.
Roger estaba decidido a cumplir su promesa: tocar entero uno de los mejores discos de su antigua banda y quiz¨¢ de la historia del rock: The dark side of the Moon. Y as¨ª lo hizo ante 20.000 personas que llenaban el estadio. "Dejadlo volar, dejadlo volar", dec¨ªa Roger. La aparici¨®n del cerdo volador cerr¨® el aperitivo: una primera hora -el concierto dur¨® casi tres- en la que sonaron los ¨¦xitos de su ex grupo. La m¨¢gica Shine on you crazy diamond son¨® impecable.
El simple hecho de imaginar que Roger resuelva viejas rencillas con sus compa?eros de grupo y alg¨²n d¨ªa podamos ver un concierto con los miembros originales pone los pelos de punta. "Esto es un lujo", dec¨ªa Jos¨¦ Luis, un profesor de secundaria de 52 a?os que, tras dos horas de viaje en coche, hab¨ªa venido al concierto desde Almu?¨¦car. "Poder ver a grandes de la m¨²sica en estos sitios es una cosa al alcance de muy pocos".
Una pantalla gigante con proyecciones, pirotecnia, miles de vatios, un sonido dolby surround y unas canciones cl¨¢sicas inmensas y emocionantes. Con esta artiller¨ªa, la lluvia no pudo con el m¨²sico, que hace s¨®lo un mes actu¨® como cabeza de cartel en el festival m¨¢s grande del mundo, el Coachella, en California. Tras la primera hora y un descanso de 20 minutos, Waters complet¨® su parte del trato. The dark side of the Moon, coreado hasta las comas, son¨® emocionante y emotivo.
Publicado en marzo de 1973, a The dark side of the Moon se le podr¨ªa llamar el disco de los r¨¦cords: est¨¢ entre los 10 m¨¢s vendidos del planeta (todav¨ªa se despachan 8.000 ejemplares semanales en el mundo), fue precursor de lo que ahora se llama m¨²sica electr¨®nica, contiene una de las canciones m¨¢s radiadas (Money, que fue la estrella) y existe una leyenda misteriosa (dicen que si el disco se reproduce al mismo tiempo que la pel¨ªcula El Mago de Oz varios fragmentos coinciden inexplicablemente).
"Sois un p¨²blico estupendo", dijo Roger Waters medio en castellano a un p¨²blico entusiasmado. El plan de Roger para el d¨ªa siguiente ten¨ªa poco que ver con la m¨²sica. "Si el tiempo me deja, ir¨¦ a jugar al golf", hab¨ªa dicho por la tarde.
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