El peligro de acelerar
"Consenso y realismo" es la medicina que el pasado 30 de abril recetaba una comisi¨®n de expertos del Consejo Asesor del Euskera para enfocar la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica en las pr¨®ximas d¨¦cadas, tras analizar la experiencia de los ¨²ltimos 25 a?os. Es dif¨ªcil no estar de acuerdo con los planteamientos de la ponencia base redactada por siete expertos. Su reflexi¨®n sobre lo conseguido en la recuperaci¨®n del euskera a partir de la Ley de Normalizaci¨®n de 1982, sobre cu¨¢les deben ser las l¨ªneas de actuaci¨®n para el futuro y de qu¨¦ tentaciones hay que evitar, a la luz de los errores observados en este cuarto de siglo, re¨²ne mesura y lucidez. Seguramente, su apuesta por una pol¨ªtica gradual y fundamentada en el acuerdo "social, pol¨ªtico y cultural" no agradar¨¢ a los talibanes de la lengua, pero el compromiso de cada uno de los ponentes con el euskera no hace sino reforzar la autoridad de su criterio.
Alguien deber¨ªa decir al consejero de Educaci¨®n que se lea la ponencia
Admitir que el uso social del euskera no guarda proporci¨®n con el extraordinario apoyo social y presupuestario que ha tenido no significa aceptar una derrota, sino situarse en el punto adecuado para aprender de las equivocaciones pasadas. Y en cualquier caso, ese reconocimiento debe ir precedido de la constataci¨®n de que, gracias al ingente esfuerzo realizado en este tiempo, tanto por los euskaldunes como, de forma muy especial, por los castellanohablantes, el euskera ha alcanzado una extensi¨®n y un desarrollo como nunca en su historia.
El dictamen de partida de la comisi¨®n designada por el Departamento de Cultura a trav¨¦s de la Viceconsejer¨ªa de Pol¨ªtica Ling¨¹¨ªstica est¨¢ en sinton¨ªa con la reflexi¨®n que est¨¢ realizando un sector del nacionalismo institucional sobre los l¨ªmites del voluntarismo a la hora de torcer realidades sociales muy asentadas. Quiz¨¢ por eso, llama la atenci¨®n que ese enfoque y ese m¨¦todo no sea el adoptado por otro departamento del mismo Gobierno, el de Educaci¨®n, para abordar una parte esencial de esa misma pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica, la que se refiere al papel del euskera en la ense?anza obligatoria.
La reforma de los modelos ling¨¹¨ªsticos que prepara la consejer¨ªa que dirige Tontxu Campos se sit¨²a ostentosamente al margen de las consideraciones de los expertos del Consejo Asesor del Euskera. Con el agravante de que ya se conoce el punto de llegada, pero se ignora qu¨¦ personas y a partir de qu¨¦ criterios han alcanzado tal conclusi¨®n. El andamiaje de la reforma parece reducirse a los insatisfactorios resultados obtenidos por los tres modelos ahora existentes en unas pruebas de conocimiento del euskera y a la arriesgada presunci¨®n de que el problema es resoluble convirtiendo al idioma minoritario en la lengua vehicular del sistema educativo. ?Constituye la tarea fundamental de la escuela afirmar la recuperaci¨®n del euskera? ?Los objetivos de conocimiento ling¨¹¨ªstico que se marquen deben ser los mismos para todos los centros y todos los alumnos, independientemente de la ubicaci¨®n territorial de ¨¦stos y la lengua materna de aqu¨¦llos? Estas son algunas preguntas que cabe hacer sobre el asunto y que pueden dar lugar a m¨²ltiples respuestas. Sin embargo, no se sabe si se han planteado, porque se ignora qu¨¦ comit¨¦s y qu¨¦ especialistas han participado en el dise?o de una reforma que se anuncia para antes del verano, pero cuya deliberaci¨®n p¨²blica ha sido pr¨¢cticamente inexistente, como sucediera con el discutido curr¨ªculum vasco.
De este modo, mientras los responsables de algunas ikastolas se cuestionan porqu¨¦ alumnos que realizan toda la actividad acad¨¦mica en euskera y conocen bien este idioma dejan de hablarlo en el recreo y fuera del centro -les podr¨ªan responder los colegios que ense?an en ingl¨¦s o franc¨¦s a ni?os que no tienen esos idiomas como lengua materna-, el Departamento de Educaci¨®n se dispone a fijar por ley las cotas de conocimiento de euskera que habr¨¢n de alcanzar todos y cada uno de los alumnos al concluir la ense?anza obligatoria. Como se supone que los departamentos de Educaci¨®n y de Cultura forman parte del mismo Ejecutivo y sus titulares, aunque de partidos distintos, comparten cada semana mesa en el Consejo de Gobierno, alguien deber¨ªa decir a Tontxu Campos que se lea la ponencia del Consejo Asesor del Euskera. Y que tome en cuenta alguna de sus recomendaciones a la hora de redefinir el modelo ling¨¹¨ªstico en la ense?anza. Especialmente, la b¨²squeda de un consenso suficiente con quienes van a ser los sujetos pacientes de la reforma, padres y profesores que son mayoritariamente castellanohablantes.
Todas las pol¨ªticas compensatorias requieren un cierto nivel de coacci¨®n, pero su ¨¦xito no depende de la intensidad de la presi¨®n -deber¨ªan saberlo, por ejemplo, quienes padecieron la escuela franquista-, sino de que sean voluntariamente asumidas. Tener en cuenta este principio resulta fundamental para asegurar el camino emprendido en 1982 con la Ley de Normalizaci¨®n del Euskera, sin buscar atajos ni dar acelerones voluntaristas que crean din¨¢micas de resistencia y pueden arruinar el empe?o.
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