La falta de dinero entierra la memoria hist¨®rica de 200 muertos
La excavaci¨®n de una fosa com¨²n sevillana est¨¢ pendiente de la Junta
Las v¨ªctimas de la Guerra Civil se han vuelto a enterrar en La Puebla de Cazalla. Los antrop¨®logos, arque¨®logos e historiadores que trabajaban en las dos fosas comunes del cementerio de este pueblo, ubicado a 68 kil¨®metros de Sevilla, han cogido sus herramientas y se han marchado.Alfonso Yerga, director del Centro de Estudios Andaluces, aport¨® el pasado 19 de abril cifras sobre el mapa de la represi¨®n franquista en Andaluc¨ªa: "50.000 andaluces desaparecieron; se hicieron 600 fosas comunes, con 37.000 v¨ªctimas".
"A veces debajo de un brazo, aparecen seis cr¨¢neos. Nunca sabes q¨²¨¦ habr¨¢"
El socav¨®n que se hizo en 1936, al que seg¨²n los expertos se pudieron arrojar hasta 200 cuerpos, desapareci¨® bajo tierra hace una semana. Se acab¨® el dinero de la subvenci¨®n. Desde la Junta, la respuesta no consuela a los familiares: "Hay que esperar". Manuel Espa?a Gil era jornalero de Lantejuela (Sevilla), ten¨ªa 28 a?os y su mujer estaba embarazada. Le gustaba tocar la guitarra. El 17 de septiembre de 1936 le montaron en un cami¨®n y, junto con seis hombres m¨¢s, le asesinaron por la espalda. Su cuerpo fue arrojado a una de las fosas excavadas en la parte trasera del cementerio de La Puebla de Cazalla. Con los a?os, el lugar se fue llenando de basura, restos de flores y deshechos. Y debajo, los muertos.
La nieta de Espa?a, Mari Carmen, lleva tres a?os luchando para "abrir este agujero, sacar sus restos y darle un entierro digno". Hablaba desde la fosa, pala en mano, el pasado 15 de abril. En el mismo lugar, el grupo cient¨ªfico Aranzadi analizaba uno de los 17 cad¨¢veres encontrados hasta ahora y pendiente de identificaci¨®n. Llevaban un mes de trabajo y los familiares de las v¨ªctimas hablaban de esperanza, emoci¨®n y justicia. "Aqu¨ª puede haber hasta 200 personas", calculaba entonces Jimmi Jim¨¦nez, antrop¨®logo y responsable del equipo.
El Gobierno central, a trav¨¦s del Ministerio de Presidencia, aport¨® 40.000 euros para este proyecto a principios de a?o. Ya no queda nada. Ahora la Junta de Andaluc¨ªa debe decidir si ayudar¨¢ econ¨®micamente a las exhumaciones. A eso se comprometi¨® el comisario de Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica, Fernando Soto, hace 20 d¨ªas. "Vino hasta aqu¨ª y nos dio su palabra", conf¨ªa Espa?a. "Que nos den lo que buenamente puedan", se conforma Paqui Maqueda, secretaria de la Asociaci¨®n de Memoria Hist¨®rica y Justicia de Andaluc¨ªa (AMHyJA).
El comisario pide disculpas: "Las competencias para la memoria hist¨®rica se han centralizado recientemente en la Consejer¨ªa de Justicia [antes se divid¨ªan entre Presidencia y Justicia]. Hay nuevos nombramientos y todo est¨¢ en proceso de cambio. Esto va para un mes o dos por lo menos".
Alfonso Yerga, director del Centro de Estudios Andaluces, aport¨® el pasado 19 de abril cifras sobre el mapa de la represi¨®n franquista en Andaluc¨ªa: "50.000 andaluces desaparecieron; se hicieron 600 fosas comunes, con 37.000 v¨ªctimas". Para Mari Carmen Espa?a y los m¨¢s de 20 familiares que se acercaron a escuchar el compromiso de Fernando Soto, la espera es "dolorosa". No entienden de burocracias: "No podemos olvidarnos ni un solo d¨ªa que nuestros familiares est¨¢n ah¨ª abajo".
El sevillano Antonio Ojeda, cirujano traumat¨®logo, tambi¨¦n perdi¨® a sus familiares. "Mi t¨ªo, Juan Moreno S¨¢nchez, fue la primera v¨ªctima en Cazalla y otro t¨ªo, Juan Fern¨¢ndez Al¨ªas, fue enterrado vivo tras cavar parte de la fosa". Ojeda no puede, ni quiere, olvidar. "A uno lo asesinaron porque su suegro era el primer secretario del PSOE en Cazalla. Era alcalde del pueblo cuando comenz¨® la guerra", se enfada. "Vamos, que le mataron ¨²nicamente porque era socialista", critica. "Y el otro ni siquiera ten¨ªa que ver con la pol¨ªtica", remata.
El pasado 14 de abril, Paqui Maqueda, de AMHyJA, hizo una petici¨®n: "Hago un ruego a la Junta para que se haga responsable de las exhumaciones. Es cierto que trabaja mucho para la recuperaci¨®n de la memoria hist¨®rica pero no parecen partidarios de abrir las fosas". Soto considera que la responsabilidad no es enteramente suya, pero sentencia rotundo: "Si no nos dan el dinero, yo soy el primero que me voy". El comisario hace hincapi¨¦ en la complejidad del asunto: "Primero, hay que saber organizar las subvenciones y segundo, hay que contar con el apoyo de los Ayuntamientos. Muchos alcaldes no quieren firmar ning¨²n convenio para que la gente del pueblo no les diga luego: '?Qu¨¦ pasa? No tenemos ni alcantarillas y das el dinero para otras cosas?". Soto reconoce que "los c¨¢lculos de gasto en estos proyectos son ilusorios". El responsable de las exhumaciones de Cazalla y t¨¦cnico del grupo cient¨ªfico Aranzadi, Jimmi Jim¨¦nez, est¨¢ de acuerdo: "Nosotros abrimos y no sabemos exactamente qu¨¦ nos vamos a encontrar. A veces, debajo de un brazo, aparecen seis cr¨¢neos. Esto significa m¨¢s trabajo, m¨¢s tiempo y m¨¢s dedicaci¨®n".
Cu¨¢nto cuesta exhumar cada cad¨¢ver es dif¨ªcil de precisar. "Hay que sumar el coste de herramientas, las cajas para los huesos, las dietas de los trabajadores, el alquiler de las carpas, algunas excavadoras, el georadar", explica Jim¨¦nez.
Y cada vez van apareciendo m¨¢s testimonios y se producen nuevos hallazgos. Seg¨²n el comisario para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica, hay cuatro proyectos "apalabrados", adem¨¢s de La Puebla de Cazalla y las fosas de M¨¢laga, "donde puede haber 2.000 personas". Y son: El Marrufo (Jerez de la Frontera); Benamahoma (C¨¢diz); Aguilar de la Frontera (C¨®rdoba) y La Palma del Condado (Huelva).
Espa?a sigue en la lucha. Y se solidariza con otros. El mi¨¦rcoles pasado se desplaz¨® con los miembros de Aranzadi y otras asociaciones a Marchena (Sevilla). Hab¨ªa testimonios de otra posible fosa. Se pas¨® el georadar. "Hay cad¨¢veres ah¨ª", fue la conclusi¨®n de los expertos. "Pero no sabemos si habr¨¢ dinero para excavar", duda Espa?a.
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