El fen¨®meno 'Gomorra' llega al cine
La pel¨ªcula basada en el libro-denuncia de Saviano se exhibe el domingo en Cannes
En N¨¢poles todo el mundo lo llama El Sistema. Camorra s¨®lo lo usan periodistas y polic¨ªas. Desde que el escritor Roberto Saviano (N¨¢poles, 1979) titulara su libro Gomorra han pasado dos a?os, se han vendido m¨¢s de 1,5 millones de ejemplares, se ha traducido a 30 idiomas y ahora Camorra y Gomorra son sin¨®nimos. El best seller-denuncia de Saviano, un primer libro impactante, duro, seco y muy documentado, todo menos una lectura f¨¢cil, le ha valido a su autor una fama poco agradable, porque los bosses lo tienen en el punto de mira y ahora vive con escolta. Pero el grito que cierra el libro -"?malditos bastardos, todav¨ªa estoy vivo!"- y el coraje de su investigaci¨®n sobre el imperio criminal globalizado levantado por la mafia napolitana, han cruzado ideolog¨ªas, fronteras y g¨¦neros. Esta semana, Gomorra, la pel¨ªcula, llega al cine: el viernes se estrena en Italia y el domingo se exhibir¨¢ en la secci¨®n oficial del Festival de Cannes.
Garrone: "Desde dentro no hay buenos y malos, s¨®lo una gran zona gris"
La ha dirigido Matteo Garrone, un cineasta romano de 39 a?os, y en el gui¨®n han participado seis personas, incluidos Garrone y Saviano, comandadas por otro escritor napolitano, Maurizio Braucci. Antes de su estreno, el filme ha creado enorme expectaci¨®n y algunos problemas. Las escenas de un asesinato camorrista fueron robadas con un tel¨¦fono m¨®vil por unos j¨®venes que asist¨ªan al rodaje en N¨¢poles, y luego fueron colgadas en YouTube. "La polic¨ªa crey¨® que eran reales, abri¨® una investigaci¨®n y me llam¨® a declarar", explica Garrone.
El director pas¨® seis meses en N¨¢poles preparando el rodaje, "tratando de encontrar el lenguaje" que le permitiera "convertir el libro en im¨¢genes tan reales como la vida que describe Saviano". "Pirandello dec¨ªa que la realidad puede permitirse no ser veros¨ªmil, y que el arte no puede. Una realidad tan inveros¨ªmil como la de la Camorra es dif¨ªcil que parezca natural. Tienes que transfigurarla. Intent¨¦ meter una banda sonora, pero no encajaba nada, salvo el sonido que ellos oyen cada d¨ªa, la m¨²sica neomel¨®dica napolitana, el ruido de fondo de los programas de Tele 5... Todo lo dem¨¢s sonaba artificial, le quitaba emoci¨®n, era un subrayado banal".
La pel¨ªcula es "complementaria" al libro, no lo sigue al pie de la letra. "No damos nombres y apellidos, ni hablamos de tal o cual clan, no es una denuncia ni un reportaje. Simplemente, desarrollamos algunos temas universales, la amistad, la guerra, la muerte, la contaminaci¨®n, cont¨¢ndolos desde dentro".
Los guionistas concentraron los 11 cap¨ªtulos del libro en cinco episodios que Garrone film¨® con una "mirada neorrealista". Uno cuenta la guerra de Secondigliano, el barrio del Sistema, donde la polic¨ªa no entra. Seg¨²n dijo una vez un comisario, "en cuanto se calme un poco la cosa en Irak, Secondigliano volver¨¢ a ser el lugar m¨¢s peligroso del planeta".
El segundo narra la vida/muerte en Scampia, otro barrio dormitorio, cercano a Secondigliano, en el que no hay bares ni tiendas. El Sistema ha montado all¨ª uno de los mayores mercados de droga al aire libre del planeta. Los ni?os son reclutados a los 10 a?os para hacer de palos (el que avisa a los camellos si llega la polic¨ªa), y van escalando en la jerarqu¨ªa. Varios actores del filme proceden del grupo de teatro Arrevuoto, que ofrece una salida distinta a los j¨®venes del barrio.
Un tercer episodio explica c¨®mo funciona la industria textil de Tersigno, donde se fabrica -en negro y con sueldos de 500 euros- gran parte de la moda italiana que se vende en las tiendas de lujo y los Todo a 100.
La cuarta historia, explica Garrone, trata de los residuos, frescos y t¨®xicos, "que hace 30 a?os la Camorra entierra e incinera en muchas zonas del Casertano y la Campania". En su libro, Saviano llama a esa ¨¢rea la Tierra de Fuego, porque all¨ª se queman los residuos, y explica la emergencia de las basuras que tan de actualidad est¨¢ ahora y que ha llevado a Silvio Berlusconi a celebrar, precisamente el d¨ªa que se estrena la pel¨ªcula, su primer Consejo de Ministros en N¨¢poles. "Muchas empresas italianas del norte del pa¨ªs decidieron hace d¨¦cadas ahorrar costes ambientales encargando a la criminalidad organizada transportar sus residuos a la Campania", explica Garrone. "Ofrecieron un servicio criminal que relanz¨® la econom¨ªa y la hizo competitiva", escribe Saviano.
Esa industria produjo p¨¢nico entre la poblaci¨®n local, que sabe muy bien lo que traen los camiones procedentes del noreste: ars¨¦nico, alquitr¨¢n, cadmio, zinc, descartes de barniz, fangos de depuradoras, pl¨¢sticos, productos de acer¨ªas, plomo... "Por eso la gente se resiste a que se hagan incineradoras y vertederos, por miedo a la contaminaci¨®n. Por eso se acumula la basura en N¨¢poles", explica Maurizio Braucci.
Dos ni?os de Casal del Pr¨ªncipe, una especie de Quijote y Sancho hollywodienses, protagonizan la quinta historia. "En vez de hablar de novelas de caballer¨ªa, hablan de pel¨ªculas famosas", cuenta Garrone. "Creen ser invencibles y desaf¨ªan al sistema. No hace falta decir c¨®mo terminan".
Garrone no teme acabar como Saviano, escondido y con escolta. "El cine les fascina. Detr¨¢s del monitor hab¨ªa siempre 40 o 50 personas d¨¢ndome ideas. El cine forma el gusto del Sistema. Visten como actores, y se saben El camorrista de Tornatore de memoria. Un Schiavone se hizo construir una casa exacta a la de Toni Montana en Scarface. Cuando lo detuvieron, la prendi¨® fuego".
Hoy, Garrone vive con una napolitana; la conoci¨® en el rodaje, esperan un hijo. Cuenta que ella ve la televisi¨®n casi sin volumen. "As¨ª la oyen todos all¨ª". ?Hay esperanza? ?Acabar¨¢ alg¨²n d¨ªa El Sistema? "?se es el tema de la pel¨ªcula. Yo no vi esperanza. El Sistema es un engranaje infernal y condiciona la vida de mucha gente. Muchos act¨²an sin saber qu¨¦ es l¨ªcito o il¨ªcito, justo o equivocado. Hay pobreza, paro, ignorancia, y mucha humanidad tambi¨¦n. Desde fuera hablamos de buenos y malos; dentro s¨®lo se ve una gran zona gris. Se confunden v¨ªctimas con verdugos. Muchos lo sufren, otros lo protagonizan. Es una jungla, un mecanismo de relojer¨ªa. Para cambiar algo all¨ª hay que conocer muy bien las ra¨ªces".
Babelia
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