Los votantes serbios apuestan por Europa
El escrutinio inicial da la victoria al Partido Democr¨¢tico sin mayor¨ªa absoluta
El Partido Democr¨¢tico de Bor¨ªs Tadic, en coalici¨®n con los liberales de G17Plus, ha recibido el mandato de acercar Serbia a la Uni¨®n Europea. As¨ª lo entendi¨® el presidente cuando anoche anunci¨® su decisi¨®n de formar Gobierno y nombrar primer ministro. Los datos provisionales de las elecciones generales celebradas ayer le otorgan el 38,7% de los votos y 103 de los 250 esca?os del Parlamento, peligrosamente lejos de la mayor¨ªa absoluta. Aunque es una buena noticia para aquellos que desean la paz regional, especialmente en Kosovo, habr¨¢ que esperar a las alianzas postelectorales. La firma del Acuerdo de Estabilidad y Asociaci¨®n con la UE al menos obr¨® el milagro de invertir la tendencia.
El acuerdo suscrito con la UE ha obrado el milagro de dar la vuelta a los sondeos
Un pacto entre grupos radicales es ahora muy dif¨ªcil,pero no imposible
El Partido Radical ha sufrido un rev¨¦s, quiz¨¢ la derrota m¨¢s dolorosa. Su 29,1% se traduce en 77 esca?os. El Partido Democr¨¢tico de Serbia del primer ministro en funciones, Vojislav Kostunica, un socio desleal e inc¨®modo para Tadic, ha obtenido un 11,3% y 30 esca?os, que no le apartan del todo del centro de la escena. El Partido Liberal Democr¨¢tico logra un 5,2% y 13 diputados y el Partido Socialista de Serbia un 7,9% y 20 esca?os.
Existe una clara opci¨®n de un tripartito nacionalista (radicales, Kostunica y socialistas), que sumar¨ªa 127 esca?os, uno por encima de la mayor¨ªa absoluta. Todo va a depender de lo que decidan los renovados herederos de Slobodan Milosevic. Ellos tienen la llave. Los siete esca?os restantes son para las minor¨ªas, todas pr¨®ximas a Tadic. Tras conocer el resultado, miles de personas se lanzaron a las calles para celebrar el triunfo con banderas de la UE.
Serbia vivi¨® ayer su cuarta cita electoral en 16 meses. Existe un hartazgo de momentos hist¨®ricos entre unos ciudadanos que ans¨ªan normalidad y paz, dos bienes escasos en los ¨²ltimos 20 a?os. Son las primeras elecciones desde la independencia de Kosovo. Y para refrendar la propiedad sobre aquel territorio, considerado por Serbia la cuna de su naci¨®n, el Gobierno de Belgrado mand¨® organizar los mismos comicios generales y municipales en las zonas de Kosovo habitadas por serbios -las tres municipalidades al norte de Mitrovica y los enclaves-, en un evidente desaf¨ªo a la ONU y la OTAN, que no intervinieron.
El d¨ªa amaneci¨® soleado. No hab¨ªa colas en los colegios. La apat¨ªa durante la campa?a electoral hac¨ªa temer una baja participaci¨®n. Las primeras cifras eran preocupantes, pero al final subieron hasta un 60,7%, mejor que en las presidenciales. La culpa la tuvo un h¨¦roe local, el tenista Novak Djokovic, que gan¨® la final del Abierto de Roma y mantuvo a la gente pegada al televisor hasta el ¨²ltimo minuto.
Serbia necesita de evasiones porque se parece cada vez m¨¢s a la met¨¢fora de la pel¨ªcula Underground, de Emir Kusturica: una poblaci¨®n encerrada en un s¨®tano convencida de que la guerra no ha terminado, y una clase dirigente, pol¨ªtica y econ¨®mica, que vive en la superficie benefici¨¢ndose de su miedo. En el s¨®tano de la Serbia real, los precios han subido un 30% en seis meses, el paro roza el 18% a pesar de la econom¨ªa sumergida y 1,6 millones de pensionistas sobreviven con 200 y 300 euros al mes. En la superficie de esa Serbia real, los ganadores de una transici¨®n que ha devorado negocios y gente honesta se pavonean por Belgrado subidos en autom¨®viles de lujo y comen o cenan en alguno de los 3.000 restaurantes que hay a su disposici¨®n en la ciudad.
Una prueba de la fragilidad democr¨¢tica fue la papeleta del Partido Radical, encabezada por su l¨ªder hist¨®rico, Vojislav Seselj, juzgado en La Haya por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia por cr¨ªmenes de guerra. Su presencia no es simb¨®lica, se trata de una advertencia, de que puede volver a recoger su acta si queda libre en 2009 por falta de testigos valientes (o suicidas) y pruebas.
Predag es uno de los perdedores de esa transici¨®n sin sentimientos. Trabaja para una empresa croata pero ya no tiene seguridad en el empleo. Echa de menos a Tito. Vot¨® por Kostunica porque no se atreve a hacerlo por los radicales para no discutir con Isidora, su mujer, que opt¨® por Tadic.
Algunos j¨®venes como Sara, de 19 a?os, votaron radical. "Antes de llegar a Europa quiero que limpien Serbia de corrupci¨®n", dice. Es una de las mayores preocupaciones ciudadanas. La hay de dos tipos, la que medra en la superficie de la met¨¢fora de la pel¨ªcula de Kusturica, y que ha producido una nueva clase empresarial surgida en muchos casos del contrabando, y la del subterr¨¢neo: el polic¨ªa que exige una mordida o el profesor que mejora la nota a cambio de un sobresueldo. Serbia es una sociedad cansada que ans¨ªa respirar. Ayer se gan¨® una oportunidad.
La jornada electoral
- Serbia vivi¨® ayer su cuarta cita electoral en s¨®lo 16 meses, y tres meses despu¨¦s de la declaraci¨®n unilateral de independencia de la provincia de Kosovo
- La apat¨ªa durante la campa?a hac¨ªa temer una baja participaci¨®n, aunque al final mejor¨® hasta un 60,7%
- Seg¨²n el primer escrutinio, el Partido Democr¨¢tico del presidente Bor¨ªs Tadic obtuvo el 39% y 103 esca?os, y el Partido Radical, el 28,6% y 76 esca?os
- Uno de los perdedores ser¨ªa el actual primer ministro, Vojislav Kostunica
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