"Toya adoraba a su abuela"
La madre de la presunta homicida de Majadahonda revela la reacci¨®n de su hija tras ingresar en un psiqui¨¢trico
"Estaba triste, asustadiza y, seg¨²n una vecina, como extasiada, en las nubes". As¨ª recordaba ayer Maite G¨®mez Trauschke, la madre de la presunta homicida de Majadahonda, el estado de su hija Victoria los d¨ªas previos al crimen.
La madre describe a la asesina como "dulce, cari?osa y tranquila"
"Estaba triste, asustadiza y, seg¨²n una vecina, como extasiada, en las nubes". As¨ª recordaba ayer Maite G¨®mez Trauschke, la madre de la presunta homicida de Majadahonda, el estado de su hija Victoria los d¨ªas previos al crimen. La vio por ¨²ltima vez el jueves. El s¨¢bado, Toya, como la llamaba su familia, cogi¨® un cuchillo de cocina y apu?al¨® en cuello, pecho y espalda a su abuela, Mar¨ªa Teresa Trauschke. Ayer, Maite volvi¨® a ver a su hija. Tumbada en una cama de la Unidad de Psiquiatr¨ªa del hospital Puerta de Hierro, custodiada por dos guardias civiles y repitiendo: "Mam¨¢, no s¨¦ qu¨¦ hago aqu¨ª. No entiendo nada. Yo no estoy loca", seg¨²n cont¨® ayer a EL PA?S. "No sabe ni lo que ha hecho. Me pregunto qu¨¦ le pasar¨¢ cuando reaccione y se d¨¦ cuenta". Maite no se explica qu¨¦ le pudo ocurrir a su hija, que no ten¨ªa problemas psiqui¨¢tricos: "Toya adoraba a su abuela. Han sido u?a y carne". Abuela y nieta viv¨ªan juntas, despu¨¦s de que una disputa separara a Toya y a su madre.
"No me constaba que tuviera brotes psic¨®ticos", asegur¨® ayer Maite. Hac¨ªa casi tres a?os que madre e hija apenas ten¨ªan contacto. Lo perdieron del todo cuando Maite discuti¨® con la abuela y Toya se puso de parte de ¨¦sta. Durante esa discusi¨®n, Maite "dio un fuerte tortazo en la cara" a la abuela, seg¨²n recoge la sentencia que la conden¨® a cinco meses de prisi¨®n. La agresi¨®n, que se repiti¨® con otros dos golpes, le produjo lesiones "consistentes en una inflamaci¨®n del labio superior, las cuales curaron en menos de un d¨ªa". El juez tambi¨¦n le prohibi¨® acercarse al domicilio de la ahora fallecida, donde tambi¨¦n viv¨ªa su hija Toya.
?sa es la orden de alejamiento de la que los vecinos de la urbanizaci¨®n Las Huertas hablaban el s¨¢bado, pocas horas despu¨¦s del suceso. En realidad, esa orden prescribi¨® hace m¨¢s de un a?o, el 7 de abril de 2007. En el barrio eran conocidos los problemas entre Maite y Mar¨ªa Teresa, que era su madrastra. Sin embargo, nadie dijo haber presenciado alguna discusi¨®n entre nieta y abuela. Al contrario. Seg¨²n todos los que las conoc¨ªan, se llevaban muy bien.
Maite volvi¨® a saber de su hija, a la que describe como "una ni?a tranquila, cari?osa y dulce" esta semana. Cuenta que se present¨® en su casa, tambi¨¦n en Majadahonda, para hablar con ella. Le dijo que hac¨ªa un a?o que estaba en el paro y le pidi¨® ayuda para encontrar trabajo. Volvieron a verse el jueves, para comer. Seg¨²n relat¨® ayer Maite, le confes¨® "que su padre la violaba desde que ten¨ªa 11 a?os". "Yo le dije que no sab¨ªa nada del tema. Que, adem¨¢s de pegarme y violarme a m¨ª, c¨®mo me iba a imaginar que abusaba de su propia hija. No hab¨ªa forma de hacerla entrar en raz¨®n y le dije que se fuera, que cuando estuviera m¨¢s tranquila hablar¨ªamos".
Maite consider¨® aquello una llamada de socorro: "Me fui a los Servicios Sociales para hablar con una asistente social. Dije que era urgente, que si no me pod¨ªan dar hora para ese mismo d¨ªa. Mi hija necesitaba ayuda. Me la dieron para el lunes 12 [hoy] a las 11.40. Muy tarde ya".
A Victoria, seg¨²n cont¨® ayer su madre, le gustaba escribir "poemas y canciones muy tristes". Era muy deportista: montaba a caballo, esquiaba y corr¨ªa por la urbanizaci¨®n, como recordaban el s¨¢bado los vecinos. "Yo tem¨ªa m¨¢s por la vida de mi hija, que hiciera alguna barbaridad. Jam¨¢s pens¨¦ que fuera a matar a su abuela, que era una persona muy dif¨ªcil, insoportable. Ahora s¨®lo espero que mi hija se reponga", asegur¨®.
Maite critica no haberse enterado de lo sucedido hasta pasadas las dos de la tarde del s¨¢bado. Seg¨²n su relato, fue un vecino el que la llam¨® para darle la noticia. Ahora no sabe cu¨¢ndo podr¨¢ volver a ver a su hija, que tendr¨¢ que recuperarse para que la Guardia Civil le pueda tomar declaraci¨®n.
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